Un grupo de expertos y profesores, coordinados por Víctor Sampedro, sin ninguna duda una de las voces más interesantes en el análisis de la opinión pública y la comunicación política, unen sus esfuerzos en este libro para desmontar los prejuicios, las explicaciones fantasmagóricas y las estigmatizaciones y criminalizaciones de que han sido objeto quienes protagonizaron colectivamente aquella revuelta. Son dos los aspectos más interesantes, a mi juicio, de este libro. De un lado, el rigor empírico con el que se desmonta hasta el último sofisma sobre lo que sucedió ese sábado, sobre cómo se preparó y cómo se desarrolló esa “red del 13-M”, para lo que la lectura de los tres primeros capítulos y del séptimo es concluyente. En segundo lugar, el análisis de la dimensión política de esa red, de es complejo movimiento social, de sus antecedentes y de sus posibilidades. La importancia del hartazgo ante el monopolio de la propaganda y la mentira como recursos que monopolizan el espacio político es convenientemente desmenuzada, como lo es también la perplejidad de la izquierda política y la iniciativa de la izquierda social, y la relación entre movilización social y comunicación alternativa, en especial en dos capítulos de Sampedro, Alcaide y el joven Igor Sádaba. Para todos los que consideremos obligadas, como un deber de desobediencia civil, esas movilizaciones este es un libro que ayuda a entender nuestros porqués. Para la ciudadanía, es un valioso antídoto contra el ejercicio de intoxicación o de fariseísmo que se está practicando en el aniversario.