| actos y presentaciones | textos del libro | autor@s | auto-inculpación | multitudes13m@hotmail.com | otros escritos de Victor Sampedro |

13M: MULTITUDES ONLINE: Testimonios, análisis y documentos audiovisuales

Recensiones-Críticas-Reacciones-Provocaciones

13-M Multitudes on line (Víctor Sampedro ed., La Catarata, 196, Madrid, 2005)

Por Ramon Adell Argilés

Víctor F. Sampedro, autor de Opinión pública y democracia deliberativa, medios, sondeos, urnas (Istmo, Ciencia Política, 172, Madrid, 2002), edita y coordina en esta ocasión el libro: 13-M Multitudes on line, La Catarata, 196, Madrid, 2005). En la obra colectiva escriben especialistas como Ariel Jerez Novara, Sara López Martín, Gustavo Roig Domínguez, Javier Alcalde, Igor Sádaba, junto a otros como Pablo Francescutty, Manuel Martínez Nicolás, Alejandro Baer, J. Mª García de Madariaga y Paula y Guillermo López. En su mayoría vinculados a la universidad y todos ellos a la sociedad. Aun con resultados desiguales, sus trabajos son un exponente más de una floreciente investigación activista que se abre paso aplicando endometodología propia, a contracorriente de intereses académicos y burocracias al uso (proclives a currículos autocomplacientes de carácter empresarial, político, bancario y militar).

Es un libro urgente por definición, porque irrumpe a un año del siempre reciente por su impacto- acontecimiento de la masacre del 11-M.

A diferencia de otros libros de aluvión sobre el 11-M, su crisis y posterior cambio político, esta obra colectiva no trata de conjeturar explicaciones políticas sobre el atentado, en un contexto de guerra al terrorismo. Con ello se cuestiona el análisis monocausal de otras obras cuyo énfasis en el factor atribuido pasa por el atentado de ETA, conspiración PSOE-IU, Grupo Prisa o efecto ZP, sentencia y explica el cambio-político. Cierto es que ante el brutal detonante, y la consabida conmoción generalizada de la opinión pública se produce en nuestro país un modelo de tesoro abierto, en donde todo es posible, al emerger nuevos recursos y oportunidades entre los actores políticos.

La novedad respecto a otras obras reside en que, aun refiriéndose al contexto socio-político de aquellos días, otorga el protagonismo a la ciudadanía y principalmente a las redes ciudadanas activas y al uso que éstas hicieron de las recientísimas tecnologías de la comunicación-información. Los más veteranos podrían equiparar la sensación de expectación colectiva experimentada aquellos días, junto a una contradictoria pasividad-acción política, con lo que se vivió en otros momentos históricos como el asesinato de Carrero (1973), la muerte de Franco (1975), la legalización del PCE (1977) o el 23-F (1981).

El compromiso de la obra y explícitamente el de sus autores- reside en señalar como factor clave de la crisis la necesidad de información de la ciudadanía (contra la manipulación) y en reivindicar el reconocimiento del papel combinado de las redes inteligentes y multitud en todo aquel proceso de emergencia y cambio.

Se alude a las (sin)razones del silencio gubernamental y mediático y de las mentiras prudentes utilizadas. Aun deseándolo, nadie podía exigir que se resolviera una masacre de esta envergadura en tres días, pero sí que se investigase en una buena dirección.

En un contexto de toque de queda mediático, virtualmente, con el ordenador o el teléfono móvil, o con su presencia física en el escenario real en calles, redes y masas críticas (y por tanto activas) defendieron contundentemente, pero de forma pacífica, el sistema democrático contribuyendo como un factor/actor más, pero importante, al cambio político. Se trata de un proceso que Víctor F. Sampedro define como “deliberación celérica desde la periferia, fruto del cierre y colapso de la esfera pública democrática central. Víctima tardía de su acumulado chapapote mono-cascos (guerra, PHN, LOCE, LOU, huelga del 20-J, elecciones extraordinarias en la CAM), la burbuja del discurso optimista vamos a más del PP queda desenmascarado en pocas horas.

En todo el libro se refleja el papel de las redes de desobediencia civil que se fueron forjando en todo este proceso. Es sobradamente conocido el papel que los movimientos sociales (nuevos y novísimos) y sus redes de auto-militancias, que despiertan en espasmódicas erupciones movilizadoras (15 de febrero 2003 contra la guerra), jugaron en aquellos días. Se analiza así el ciclo de movilizaciones que va desde Génova 2000 (G8) a calle Génova 13, el 13-M del 2004, con especial énfasis en el no a la guerra protagonizado principalmente por la izquierda social. En cuanto a la movilización en las calles, se refleja el contraste de dos modelos de acción colectiva. Por un lado, la aguada macro-manifestación político-institucional del día 12, con las primeras reacciones emocionales (desconsuelo, dolor, pérdida de referencias políticas) previas a la rabia y a la indignación, y por otro, la(s) del sábado al domingo, la noche de las multitudes on line, de los móviles, de las caceroladas y de la "vigilia" para denunciar el ya casi generalizado descrédito de los medios de comunicación oficialistas y oficializados. Miles de personas, especialmente jóvenes, salen a las calles de todo el país al grito de ¡antes de votar, queremos la verdad!. La atribución individual u organizativa de la iniciativa de esta convocatoria es múltiple y discutible, pero en todo caso, en mi opinión, de no haber existido espontáneamente se hubiera inventado de forma espontánea. Tras la intensa, y no convencional, acción reflexiva, el 14 viene definido por el cambio político (dentro de un orden). Se resalta, como clave para el voto masivo y el castigo político al PP, la masiva participación electoral de la juventud (marca ZP) y la de los ex abstencionistas, desencantados del felipismo, pero reencantados con el anti-aznarismo surgido sobre todo por el apoyo del ex presidente Aznar a Bush II y la guerra.

La metodología utilizada para el estudio de aquellos días es diversa en sus diferentes capítulos. Se crean grupos de discusión con los protagonistas, se analiza el proceso comunicativo de recepción y reenvío de la convocatoria por SMS, se contabiliza el consumo mediático convencional y los usos telemáticos (visitas a medios digitales alternativos, foros de debate, weblogs) entre el 11-M y el 14-M. Se muestra, y resalta así, la importancia que tuvo la comunicación alternativa (principalmente las ya consolidadas Nodo50 e Indymedia) durante la crisis. Pero las nuevas tecnologías no funcionan solas, a menos de que exista, como afirma Ariel Jerez, un altermundismo como espacio-red de acción-reflexión, que parece que sí se activó, y que por tanto existía de alguna forma previamente. Ello se demuestra con los desiguales resultados de los Flash-mobs de pataleta convocados por simpatizantes del PP, en apoyo a sus líderes y de acoso al PSOE, medios de comunicación y mundo de la cultura (P. Almodóvar).

El interés que de por sí despierta esta obra colectiva, publicada por la ágil editorial La Catarata, se ve incrementado por el DVD con el que se acompaña y que ofrece imágenes y reportajes inéditos sobre el 13-M en la calle. A diferencia del popular vídeo-montaje de la FAES (en mi opinión 5% info, 95% Prop.), el trabajo que aquí se aporta, resulta de interés documental intrínseco ya que con imágenes en directo el telelector tiene ocasión de revivir y tratar de comprender mejor aquellos confusos días (85 % info, 15% Agit-Prop.) con testimonios particulares de personas y el reflejo de multitudes, que en un contexto extraordinario (hot connection post-evento, irrepetible en laboratorio) desbordaron el protocolo institucional. En fin, un libro-documento esclarecedor y esperanzador.