¿Qué tiene que ver el señor Ben Garza
con el grano de verdad que hay
en las acusaciones de Stalin a Trotsky?
Desde que rompió con el marxismo-leninismo,
Stalin y su camarilla tomaron por costumbre falsear la realidad de la URSS y
los principios del socialismo. No es que fueran unos mentirosos y unos impostores
vocacionales. Es que se vieron obligados a ello. Porque la tarea que habían
pasado a ejecutar tras la muerte de Lenin, era por completo contraria a los
intereses del proletariado mundial. Y sin el concurso de ese proletariado, que
se sentía representado por Lenin y los Bolcheviques, el sector de clase
burgués cuyos intereses pasaron a defender los stalinistas, no hubiera
podido llevar adelante la función contrarrevolucionaria que cumplió
con toda eficacia en la URSS y en el resto del mundo. Esta es la razón
por la cual Stalin no dejó de hablar nunca en nombre del marxismo-leninismo.
Y a juzgar por el "marxismo simplificado" de gentes como el señor Ben
Garza, no cabe duda que Stalin hizo muy buena escuela de usurpadores teóricos
y políticos conscientes o inconscientes.
Como este señor no puede negar el hecho,
dice que a Trotsky lo mató la GPU porque se dedicó a "desacreditar
continuamente a la Revolución Rusa". Acabamos de demostrar que quien
se dedicó, no ya a desacreditar sino a destruir la Revolución
Rusa, fue Stalin y su camarilla burocrática, que, en esencia, aunque
con distintos personajes fue la misma desde abril de 1924 hasta la caída
del Muro de Berlín en 1989. Lo que hizo Trotsky, fue dedicarse a desacreditar
al stalinismo, que es distinto. Y en esto, nosotros queremos honrar su memoria,
porque nadie como él ha sabido cumplir esta imprescindible tarea con
tanta inteligencia, tenacidad y honradez personal, intelectual y política.
Durante los debates acerca de la necesidad y conveniencia
de firmar la paz con las potencias imperialistas que mantenían sobre
la URSS el cerco contrarrevolucionario, Lenin observó la propensión
de los intelectuales pequeñoburgueses de "izquierdas" a la verborragia
inconsistente como único "fundamento" de sus posiciones:
<< Es una buena costumbre marxista
hacer una exposición coherente y completa de los principios que
fundamentan las ideas y la táctica propias. Y esta buena costumbre
marxista ha ayudado a que el error cometido por nuestras "izquierdas"
quede al descubierto, pues el sólo intento de argumentar -y no
de declamar- pone en evidencia la inconsistencia de sus argumentos>>
(V.I. Lenin: Infantilismo "de izquierda" y la mentalidad pqeueñoburguesa"
Mayo de 1918)
Esto fue lo que marcó la diferencia a lo
largo de todo el contencioso que Trotsky sostuvo con los stalinistas desde 1924
hasta su muerte; salvando las distancias en todo sentido, la misma diferencia
que hoy media entre el señor Ben Garza y nosotros. No es necesaria una
lectura muy atenta de su desprolijo y deslabazado discurso, para advertir que
este señor se limita a reemplazar los argumentos por la soflama. Pontifica,
juzga y condena sin demostrar absolutamente nada. La misma impotencia de la
sinrazón fue lo que indujo en los stalinistas la "idea" de asesinar a
Trotsky, tan ignominiosa como la cobardía de llevar a cabo su ejecución.
No podían con él en el terreno de la lucha teórica y política,
por eso le mataron.
Nuestro interlocutor dice que:
<< León Trotsky fue
un intelectual reaccionario que se opuso a las tesis del marxismo-leninismo.
León Trotsky no fue Bolchevique. De hecho, León Trotsky fue expulsado
del movimiento y de los círculos Bolcheviques, que luego llegaron a ser
el Partido Comunista Ruso, y fue incluso expulsado de Rusia, después
de que los Bolcheviques llegaran al poder y por buenas razones. León
Trotsky continuó huyendo de país en país denigrando a la
Revolución Socialista Rusa hasta que un grupo leal al partido Comunista
Ruso en México puso freno a su negativa política y lo mató.
Desde entonces la burguesía y los Trotskystas han tratado de hacer de
León Trotsky un mártir de la Revolución Rusa pero este
no ha tenido el mismo destino que el dado por el proletariado mundial al Che
Guevara y a muchos otros líderes mundiales que murieron haciendo la revolución
para la liberación de sus naciones. Han sido los países pro-capitalista
y su principal clase gobernante los que han asegurado que el Trotskysmo florezca
y por una buena razón. En los países socialistas, el Trotskysmo
es la única referencia muerta como parte de la historia Rusa y usada
como fuente para exponer las prácticas negativas de la pequeña
burguesía en todo el mundo. (Su carta del 09/08/01)
Cierto, Trotsky se equivocó varias veces.
La primera de ellas cuando, entre 1903 y 1908, en cuestiones de organización
se inclinó por las posiciones mencheviques dirigidas por Mártov.
Curiosamente, las posiciones que Trotsky defendió frente a Lenin son
las hoy están vigentes en partidos frentepopulistas como el PRD defendidas
por gente como el señor Ben Garza. Lenin afirmaba que la organización
del partido debía ser la materialización política de la
teoría revolucionaria y sus militantes debían disciplinarse prácticamente
al materialismo histórico. Por lo tanto, la eficacia política
de la militancia pasaba por el "profundo conocimiento científico" de
la realidad capitalista y la memoria histórica del movimiento. Tal era
el fundamento leninista del artículo primero de los estatutos. Y este
fundamento llevaba implícita la idea marxista de que, en un momento de
confusión ideológica y dispersión política del proletariado,
su unidad como clase autoconciene pasaba por dar preferencia a la lucha contra
los enemigos encubiertos al interior de su movimiento político:
<< Nuestra tarea consiste en criticar
aun más despiadadamente a los supuestos "amigos" que a los enemigos
declarados; al actuar de esta manera, renunciamos de buen grado a la
barata popularidad democrática>> (Marx y Engels: "Sochineniya"
viii 445. Citado por E.H. Carr: "La revolución bolchevique
1917-1923" Libro I Cap.2)
Curiosamente, esta política de construcción
del partido que Lenin sostuvo en línea con Marx y Engels, es la que -en
nombre del marxismo-leninismo- el "amigo" Ben Garza atribuye al GPM tildándola
de sectaria. Así, mira por dónde, en el espíritu de su
crítica este señor se pone de acuerdo con Trotsky en 1904, cuando
estuvo enrolado con los mencheviques y acusaba a los bolcheviques de tener una
concepción sectaria de construcción del partido:
<< Como podemos ver, el GPM es
muy selectivo con los que quieren trabajar. Esto va al sectarismo en
su línea. El no ser un Marxista-leninista no implica el no ser
revolucionario -bajo el moderno imperialismo de hoy día. Si fuera
el caso, nosotros también debemos condenar al 95% del proletariado
mundial que vive en los países capitalistas del mundo. Es muy
malo que ideológicamente este grupo no traslade al proletariado
ninguna conciencia; mucho menos la conciencia Marxista-leninista; en
cambio, conduce a la gente por una trayectoria equivocada: al Trotskysmo.>>
(Carta de Ben Garza del 09/08/01)
Trotsky se volvió a equivocar respecto
del mismo problema organizativo en 1910 y en 1914, cuando fue fustigado por
Lenin que lo acusó de adoptar un fraccionalismo liquidacionista del partido.
En 1910, cuando intentó mediar entre la tendencia legalista de Potresov
y la machista de los otsovistas y su órgano de difusión "Vperiod".
En esta operación política, Trotsky se inspiró en la creencia
de que "en todas las tendencias del partido había arraigado firmemente"
"una táctica socialdemócrata (revolucionaria) consecuente". A
esto de intentar conciliar el materialismo histórico militante con tendencias
de pensamiento y prácticas políticas ajenas a él, como
el machismo de filiación kantiana, Lenin le llamaba "liquidacionismo".
¿Y qué es si no liquidacionismo lo que hace Ben Garza intentando conciliar
el marxismo con el keynesianismo al interior del PRD, tratando de neutralizar
el instinto de clase y la acción de inteligentes y honestos asalariados
sin cultura política revolucionaria; subyugándoles con su website
"marxista-leninista" para meterlos en el agujero de ese frente popular; utilizando
el prestigio de Marx, Engels y Lenin para fines políticos que nada tienen
que ver con su pensamiento y acción política consecuente? El odio
visceral por los trotskystas ha cegado al señor Ben Garza. Hasta tal
punto que -como testimonio de su fe militante antitrotskysta- ha publicado en
su "website" el artículo de Lenin fechado el 15 de diciembre de 1910
titulado: "La situación en el partido", sin advertir que lo que
allí se dice, le pone en evidencia a él mismo y a su partido,
haciéndoles aparecer asociados con Trotsky en el común oportunismo
espontaneista. Con la diferencia de que, aquello de Trotsky, fue una desviación
momentánea que supo corregir a tiempo para saldar su trayectoria política
en sentido revolucionario, cosa muy poco probable que ocurra respecto del señor
Ben Garza y definitivamente imposible para formaciones políticas como
el PRD.
En efecto, en 1930 Trotsky reconoció públicamente
los errores oportunistas que cometió entre 1905 y 1914, un gesto ejemplar
de autocrítica revolucionaria que no encuentra parangón entre
los grandes líderes responsables de la conducción del movimiento.
Y desde luego que Stalin, que se ganó a pulso y con toda justicia el
calificativo de "gran organizador de derrotas" jamás tuvo el valor personal
de semejante supeditación del orgullo personal a los intereses de la
revolución:
<< Al aspirar a la unidad
a toda costa, involuntaria e inevitablemente, yo idealizaba las tendencias centristas
del menchevismo. A pesar de las tentativas episódicas que realicé
en tres ocasiones, no llegué, ni podía llegar, a una actuación
común con los mencheviques. Al mismo tiempo, la línea conciliadora
me oponía de un modo tanto más acentuado al bolchevismo, cuanto
que Lenin combatía implacablemente, y no podía dejar de combatir,
dicha línea. Y sobre la plataforma conciliadora, naturalmente, no se
podía crear ninguna fracción.
Respecto de la labor liquidacionista de dividir
artificialmente las fuerzas revolucionarias, Trotsky se defendió diciendo
que cuando fundó aquel grupo en 1914, lo hizo como parte de la misma
táctica conciliadora presidida por un presunto espontaneismo revolucionario
irresistible del proletariado. Trotsky por entonces no había llegado
a comprender que la lucha de clases es flujo y movimiento, pero también
cristaliza ("se forja y se templa") en organizaciones revolucionarias y contrarrevolucionarias.
Así lo reconoció en el mismo pasaje de "La revolución
permanente" :
<< Mi tendencia conciliadora se
desprendía de una especie de fatalismo socialrevolucionario.
Consideraba que la lógica de la lucha de clases obligaría
a ambas fracciones a actuar de acuerdo con el mismo rumbo ante la revolución.
En aquél entonces yo no veía claro todavía el gran
sentido histórico de la política sostenida por Lenin,
de delimitación ideológica y de escisión allí
donde fuera necesaria, a fin de forjar y templar un verdadero partido
revolucionario.>> (Ibíd)
Si es cierto que el señor Ben Garza no
es un farsante y quiere de verdad luchar por el socialismo de Marx, Engels y
Lenin, ahora ya no puede seguir negándose a reconocer que el papel que
intenta desempeñar con el PRD respecto de gente como nosotros, es el
mismo que Trotsky desempeñó entre 1903 y 1914 con los mencheviques
respecto de los bolcheviques. Pero con la diferencia de que Trotsky hizo centrismo
desde la perspectiva ideológica del bolchevismo, mientras que nuestro
interlocutor lo hace para reforzar el polo ideológico y político
reformista. En ese caso se tendrá que dar cuenta y aceptar que ni el
menchevismo del PRD ni su "website" de California son los instrumentos apropiados
para la tarea revolucionaria, sino al contrario.
Pero, permítasenos dudar de que este hombre
reflexione y se aplique la lección aprendida por Trotsky. Lo más
probable es que, en esto, siga siendo un mal trotskysta. Sobre todo si es un
cuadro político rentado por el partido. En ese caso, a partir de ahora
le costará un poco más abrir la boca impunemente en nombre del
marxismo-leninismo, que de esto se trata para los revolucionarios en este período
de la lucha de clases: limpiar el pensamiento de Marx, Engels y Lenin de toda
la escoria reformista que le ha echado encima el stalinismo; crear opinión
entre la intelectualidad honesta con el materialismo histórico por delante,
para impedir que los stalinistas de todos los colores sigan viviendo de las
rentas políticas usurpadas al marxismo-leninismo; obligarles a hablar
y actuar sólo en nombre de su verdadero mentor: Stalin.
GPM, diciembre de 2001