Productividad, tasa de explotación y tasa de ganancia

 

         La incidencia decisiva del aumento histórico creciente de la composición orgánica del capital sobre la tasa de explotación y la Tasa General de Ganancia, se revela con solo imaginar que el capital social global de un país opere, por ejemplo, con la siguiente estructura productiva:

80Cc + 20Cv + 20pl  = 120        

 

En tales condiciones y suponiendo que tras un número (n) de rotaciones, la productividad del trabajo social se duplica, el salario se deprecia a la mitad aunque sin pérdida de su poder adquisitivo (porque eso supone que los productos fabricados por cada asalariado se deprecian en la misma proporción). Pero el plusvalor se incrementa de 20 a 30 unidades monetarias que el capitalista se embolsa, determinando que el salario descienda de 20 a 10, o sea, que la Tasa de explotación que originariamente era del 100% respecto del salario, aumentó un 300% = 30Pv/10Cv. En cuanto a la Composición Orgánica del Capital, aumentó de 4 a 16 partes de capital  constante por cada parte de capital variable = 160Cc/10Cv. Y el capital en funciones se incrementó un 67% pasando de 120 a 200. En cuanto al número de asalariados empleados, disminuyó a la mitad pasando de 20 a 10. Por tanto, el incremento absoluto del plusvalor descendió del 100% al 50%, pasando de 20 a 30 unidades monetarias. Finalmente, la Tasa de Ganancia: Pl/(Cc+Cv), también descendió del 20% al 17,65%, resultante de la siguiente estructura: 160Cc  + 10Cv  + 30pl  = 200

 

 

         Si ahora suponemos que después de un determinado número de rotaciones sucesivas, la productividad del trabajo se vuelve a duplicar, la Composición Orgánica del Capital aumenta de 16 a 64 partes de capital constante por cada parte de capital variable. El salario disminuye de 10 a 5 y la Tasa de explotación pasa a ser del 700%. Pero el plusvalor se incrementa en sólo 16,66% pasando de 30 a 35 unidades monetarias. Es decir, bajó un 33,4%. Y la Tasa de Ganancia también disminuye del 17,65 al 10,77% según la nueva estructura:    

320 Cc  + 5 Cv + 35 pl  = 360 

 

         En este sencillo ejemplo se demuestra que, pasando de operar en origen con una Composición Orgánica del Capital = 80Cc/20Cv = 4 (donde cada asalariado pone en movimiento 4 máquinas), a otra = 320Cc/5Cv= 64 (donde cada asalariado atiende a 64 máquinas), el capital en funciones necesario para tal fin predeterminado, debió más que tripicarse, pasando de 100 a 360. La tasa de plusvalor que era en origen del 100%, pasó a ser del 700%. Pero según la productividad técnica del trabajo permitió transformar salario en plusvalor ya capitalizado, tanto el incremento del plusvalor que quedó por capitalizar, como la Tasa de Ganancia, disminuyeron cada vez más, acercando así el horizonte del sistema a su derrumbe, solo contrarrestado periódicamente por las crisis, cada vez más recurrentes, dolorosas para la mayoría de la población y difíciles de superar.

 

         Como todo el mundo sabe, los intelectuales orgánicos de la burguesía que integran la derecha política institucionalizada, han venido proclamando que la productividad bajo el capitalismo, es el “non plus ultra” del progreso social en la historia de la humanidad. ¿En qué se queda semejante timo a la luz de los hechos tangibles? En que ni siquiera puede serlo para la propia burguesía.

 

      En efecto, por un lado, dado el límite absoluto de cada jornada laboral media —que por naturaleza no puede exceder las
24 hs. de cada día—, a medida que la fuerza productiva del trabajo Mp/Ft aumenta y, con ella, su correspondiente Composición
Orgánica Cc/Cv, tal como la propia relación lo indica el empleo de asalariados también aumenta, pero cada vez menos y a un ritmo
crecientemente menor respecto del crecimiento vegetativo de la población obrera explotable. Porque según aumenta la parte de ca-
da jornada laboral en que el salario se convierte en plusvalor ya capitalizado, el tiempo restante susceptible de convertirse en plusva-
lor disminuye y cada vez más según progresa la productividad. 
 
     Por otro lado, el aumento en la composición orgánica del capital (C.O.C.), no solo como hemos visto tiende a deprimir la tasa
de ganancia. Al mismo tiempo y contradictoriamente, determina que el capital acumulado, cada vez mayor, llegue a ser insuficiente 
para emplear a los asalariados disponibles. Supongamos un capital que opera con una Composición Orgánica del Capital del 1.000 
en Capital constante (Cc) y 500 en Capital variable (Cv), a una tasa de explotación del 100% rinde un pulsvalor de 500€. En tal caso,
para emplear a esos 500 obreros se necesitan 2.000 Euros según la siguiente estructura productiva: 1.000Cc + 500Cv + 500Pl  = 2.000.
 
            Si sobre esta base suponemos que la Composición Orgánica del Capital (C.O.C.) aumenta hasta llegar a ser de 90 partes en 
Capital Constante (Cc) y 10 partes en Capital variable (Cv), en tal caso para emplear a 1.000 obreros se necesitan 10.000 Euros: 
9.000 en Capital constante (Cc) + 1.000 en Capital variable (Cv). Dada nueva esta dinámica de la acumulación, llega un momento 
del proceso, en que el capital acumulado resulta ser necesariamente insuficiente para emplear a los asalariados disponibles, dejan-
do a buena parte de ellos en el paro forzoso. Porque la creciente productividad del trabajo que permite incrementar el plusvalor a ex-
pensas del salario, en nuestro ejemplo llegaría a convertir gran parte de las 4 horas restantes de trabajo (correspondientes a salarios)
en trabajo excedente bajo la forma de plusvalor, lo cual dejaría inactivos a trabajadores asalariados disponibles por el equivalente al 
plusvalor ya capitalizado sustraído a los salarios, de tal modo que la masa de empleados no dejaría de aumentar aunque fatalmente
cada vez menos.

           Así las cosas, según la creciente productividad del trabajo va incrementando la Tasa de plusvalor a expensas del salario, au-
menta proporcionalmente el ejército de parados. De este modo, el plusvalor no deja de aumentar, pero ese aumento lógicamente mer-
ma cada vez más, según disminuye el salario que todavía queda por ser convertido en plusvalor capitalizado, del cual una parte cada
vez mayor se invierte en capital constante (maquinaria) en detrimento de los salarios. De este modo, aun cuando los burgueses pudie-
ran reinvertir toda su ganancia sacrificando su fondo de consumo personal y el de su familia en aras de producir plusvalor, aun así
estarían muy lejos de poder reponer en su momento el desgaste de su capital fijo (maquinaria) en conepto de amortización, en tal mag-
nitud incrementado. Tal es lo que Martx ha probado que sucede en plena fase expansiva de cada ciclo de los negocios.

            Pero las consecuencias económicas que el progreso incesante de la fuerza productiva del trabajo acarrean al sistema capitalista, no acaban aquí. Porque tal progreso exige un creciente aumento del acervo en capital constante (Cc) invertido, el cual debe ser rápidamente amortizado para protegerlo de toda desvalorización prematura por "obsolescencia técnica” —también llamada moral—, antes de su desgaste por uso; de ahí la propensión capitalista a extender en todo lo posible la jornada colectiva de labor diaria, ha- ciendo del capital lo que Marx llamó un movimiento perpetuo:

<<Apropiarse de trabajo (ajeno) durante las 24 horas del día (en las fases de expansión, mediante turnos diarios de xHs.) es, por consiguiente, la tendencia inmanente de la producción capitalista>> (Op. Cit: Libro I Cap. VIII punto 4. Lo entre paréntesis es nuestro)

 
           

         Un fenómeno que propende a disminuir todavía más aceleradamente la parte de la jornada de labor (correspondiente a los salarios) todavía por capitalizar, para ser convertida en trabajo productor de plusvalor capitalizado, lo cual acelera la tendencia a la baja de la Tasa General de Ganancia. Este descenso de la Tasa de Ganancia revela, por un lado, que hay demasiado capital, tanto respecto de la masa de población explotada como del plusvalor obtenido. Pero, por otro lado, también explica que el capital es demasiado pequeño, es decir, insuficiente para emplear a la masa de población explotable sin empleo. ¿Por qué? Pues, porque el plusvalor aumenta menos de lo que cuesta producirlo hasta que deja de ser un negocio. Esto es todo en cuanto a la contradicción entre la productividad del trabajo y las relaciones de producción capitalistas al interior del aparato productivo de la sociedad.

 

         Dicha contradicción entre la productividad del trabajo y la relación de producción capitalista entre patronos y asalariados, se pone de manifiesto en que desencadena las crisis de superproducción de capital, por el hecho de que el creciente menor número de obreros empleados respecto del mayor volumen de capital constante que deben poner en movimiento, ralentizan y menguan el aumento del plusvalor, al tiempo que aceleran el aumento de lo que —en términos de capital constante y variable— cuesta producirlo. Por tanto, no “es la economía, estúpido” según les viene bien interpretar a popes como el señor Bill Clinton y sus inefables admiradores, los lisencéfalos y patéticos “Kakkmaddafakka. Que así les va esa vaina a millones de disipados como ellos, comprando tales baratijas ideológicas con lo que está cayendo para evadirse de la realidad. ¡¡Es la Tasa de Ganancia, señores!!  

      

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