Pero el aguilucho "salió rana" (28 de Mayo)
 
Nace en Castilla-La Mancha la primera cría de Águila Imperial en cautividad  
(La Verdad Albacete. 16 de Mayo de 2.000)

Un aguilucho llamado Jareño

Un Centro de Estudios sobre Rapaces Ibéricas de Castilla-La Mancha ha conseguido, gracias a una novedosa técnica de reproducción asistida, el alumbramiento del primer águila imperial ibérica en cautividad, una de las especies más amenazadas y de la que sólo quedan 110 parejas en todo el mundo, la mayoría de ellas en Castilla-La Mancha. Así lo anunció ayer el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, quien resaltó la importancia del nacimiento del pollo de aguila imperial, el pasado 1 de mayo.

El Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara (Toledo) ha conseguido, por primera vez en la historia, la reproducción en cautividad del águila imperial, gracias a una novedosa técnica que ha culminado con el nacimiento de un ejemplar, al que se ha bautizado como Jareño.

Fue el pasado 1 de mayo cuando, tras siete años de investigación, se produjo el nacimiento del pequeño Jareño, que constituye un importante avance científico al abrir una vía para la supervivencia del águila imperial ibérica (aquila adalberti), catalogada en peligro de extinción y una de las siete rapaces más amenazadas del mundo.

El primer nacimiento en cautividad de un águila imperial se ha logrado a partir de una novedosa técnica de reproducción asistida donde se ha empleado el semen de varios ejemplares que, tras un tratamiento especial, se inoculó en la parte más alta del aparato reproductor de una hembra, a fin de salvar las dificultades del transporte de esperma.

Otra de las novedades del proceso es que, una vez fecundado, el huevo ha sido incubado en el nidal de un águila real, para prevenir el posible rechazo de la joven e inexperta madre de Jareño, que en la actualidad es alimentado por su madre adoptiva, bajo la vigilancia del equipo veterinario del Centro de Sevilleja de la Jara.

En este proyecto, dirigido por los investigadores Juan Manuel Blanco Portillo y Úrsula Höfle y enmarcado en el programa de investigación para la preservación de esta especie que desarrolla la Junta de Castilla-La Mancha desde 1993, se han empleado ejemplares de águila imperial que ingresaron en este centro de recuperación de rapaces con lesiones severas y que posteriormente no pudieron ser liberados en el medio natural.

La dificultad de la reproducción natural de las águilas imperiales en cautividad reside en que estos ejemplares desarrollan una situación de estrés que provoca la falta de acoplamiento de las parejas y una drástica disminución en la calidad del semen de los machos, por lo que hasta ahora no se habían cosechado éxitos en este campo.

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, se encargó ayer personalmente de presentar a los medios de comunicación el resultado de este proyecto, del que subrayó su «extraordinaria trascendencia científica», porque con este éxito «se abren las puertas a la esperanza» al poder garantizar la supervivencia de la especie.

Juan Manuel Blanco Portillo, uno de los responsables del proyecto, explicó que la técnica de reproducción utilizada para el águila imperial se ha empleado también en ejemplares de águila real o el halcón peregrino, por lo que se puede aplicar a otras especies amenazadas y añadió que el águila imperial inseminada ha puesto dos huevos más aunque los pollos aún no han nacido. Aunque el objetivo es que Jareño pueda vivir finalmente en libertad, como todas las aves que son tratadas y recuperadas en el centro de Sevilleja de la Jara, es difícil estimar en qué plazo será posible, ya que el animal necesita pasar por un periodo de aprendizaje y de adaptación al medio, según Juan Manuel Blanco.

Por su parte, el presidente José Bono comentó que el mismo día que nació la cría de Sevilleja de la Jara, llegó al Centro de Recuperación un águila imperial herida por siete perdigones y lamentó que aún existan quienes actúan con condescendencia contra aquellos que «tienen la escopeta para tirar contra todo lo que vuela».

Bono se refirió a la sentencia del Tribunal Supremo que absolvió a Jaime Botín por la muerte de un águila imperial que cayó en un cepo de una finca ubicada en la región, suceso por el que el Gobierno regional le impuso inicialmente una multa de once millones de pesetas, luego anulada.

Bono dijo no estar «nada satisfecho» con el resultado de este proceso judicial y aseguró que el Ejecutivo de Castilla-La Mancha «seguirá siendo pertinaz en la aplicación de la ley para asegurar el respeto al medio ambiente y la conservación de los animales».

Al final de su comparecencia, el presidente de Castilla-La Mancha no quiso restar el más mínimo protagonismo a Jareño y eludió responder a las preguntas que le formularon los periodistas sobre su candidatura a la Secretaría General del PSOE.

Sí pidió a los medios de comunicación la divulgación del avance científico conseguido en Sevilleja de la Jara, y se mostró convencido de que, aunque Jareño no sea un «candidato más del PSOE (...) para el común de los ciudadanos esta noticia será seguida con más interés y sana curiosidad» que la situación del Partido Socialista.

Satisfacción cautelosa de las principales organizaciones ecologistas

Las organizaciones Ecologistas en Acción, Sociedad Española de Ornitología (SEO/Bird Life) y WWF/Adena se mostraron ayer satisfechas con el éxito de la cría en cautividad del águila imperial ya que en la actualidad quedan sólamente 131 parejas, lo que ya es «una cifra peligrosa».

No obstante, el portavoz de WWF/Adena, Miguel Angel Valladares, declaró que a pesar de esta buena noticia, es mejor apostar por la recuperación natural de la especie y especialmente de la eliminación de los factores que suponen una grave amenaza para los animales, ya que sino la reintroducción de los ejemplares en su entorno natural tendría grandes posibilidades de fracasar.

Valladares señaló que el primer paso es reducir los impactos en las áreas naturales del águila imperial como evitar los incendios y repoblarlas con conejos.

En este sentido, el portavoz de Ecologistas en Acción, Miguel Angel Hernández, apuntó que esta es una pequeña garantía para que prosiga la especie y un paso más en la estrategia de conservación, pero «el futuro de la especie está en el campo y no en los laboratorios».

Amenazas

El águila imperial está muy amenazada por las alteraciones del hábitat, el ataque directo, los envenenamientos, por lo que primero hay que actuar en su hábitat y zonas de cría naturales y después desarrollar programas de cría en cautividad. Hernández añadió que «es mejor que hubiera nacido en el plan de recuperación del aguila imperial, que todavía no ha aprobado el Gobierno de Castilla-La Mancha».

El director de Conservación de la SEO, Juan Criado, indicó que es «una muy buena noticia, después de 10 años de trabajos, pero no es la varita mágica ni la solución definitiva, ya que habrá que esperar a la suelta y a los resultados de su reintroducción».

La principal amenaza de este ave, según Criado, es el consumo de cebos envenenados, por lo que antes de dejar en libertad a los polluelos habrá que eliminar el veneno. Además, para que el programa de cría en cautivdad tenga éxito se necesita por lo menos el nacimiento de 10 pollos al año, apuntó.

Otras especies, cuya introducción es urgente en programas de cría en cautividad, por el descenso en el número de ejemplares son la foca monje, águila perdicera, águila pescadora, arao común, pinzón azul de Gran Canaria y oso pardo.

Actualmente, el 25 por ciento de los vertebrados que habitan en España tienen algún grado de amenaza, según datos de WWF/Adena.

Un centro regional pionero en España

El Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas de Sevilleja de la Jara (Toledo) es un centro de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, especializado en la recuperación de rapaces y que desarrolla una importante labor en la conservación de estas aves. El CERI es el centro de recuperación de fauna amenazada más antiguo de España y se creó para atender y rehabilitar a los ejemplares de fauna silvestre, especialmente rapaces, que aparecían heridos o enfermos en nuestros campos. Aunque está especializado en rapaces, también se atienden otras especies de animales silvestres. En este centro se llevan a cabo cinco programas importantes encaminados a la conservación y recuperación de nuestras poblaciones de aves rapaces, muchas de las cuales encuentran amenazada su supervivencia, entre las que destacan el águila imperial y el águila perdicera, especies en las que el CERI se encuentra especializado. Estos programas son: Educación ambiental, rehabilitación de ejemplares heridos o enfermos, rehabilitación, reintroducción en el medio natural, investigación y cría en cautividad. La recuperación de las poblaciones de nuestras rapaces es tarea de todos, ya que las principales causas de mortalidad se deben a acciones humanas. Por este motivo se dotó al CERI de un Centro de Interpretación, desde el que se desarrollan programas, tanto para el público escolar en sus diferentes niveles como para el público en general, cuya finalidad es concienciar sobre la problemática de las rapaces y la necesidad de su conservación. En el CERI se curan y rehabilitan las rapaces y otras especies silvestres que son recogidas por la Guardería Forestal o el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, con la finalidad de que puedan volver a la naturaleza en perfecto estado.

 

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