Conclusiones del III Congreso Ibérico sobre Gestión y Planificación del agua. Sevilla (Noviembre)

 

CONCLUSIONES DE LA CONFERENCIA MUNDIAL DE ONG Y COMUNIDADES LOCALES SOBRE HUMEDALES  
   
Valencia, 15 y 16 de noviembre de 2002  
(Ecologistas en Acción)

Con motivo de la celebración de la 8ª Conferencia de las Partes Contratantes de la Convención de Ramsar, se ha celebrado los días 15 y 16 de noviembre en el Palacio de Congresos de Valencia, la Conferencia Mundial de ONGs y Comunidades Locales sobre Humedales, con la participación de un centenar de representantes de organizaciones ecologistas, comunidades locales y pueblos indígenas de 30 países de Oceanía, Asía, Europa, América y Africa.

La Conferencia Mundial de ONGs y Comunidades Locales sobre Humedales denuncia que de forma generalizada las Partes Contratantes incumplen la Convención de Ramsar y la mayoría de las Recomendaciones y Resoluciones adoptadas en las Conferencias Ramsar, como lo demuestra el preocupante estado de conservación de buena parte de los humedales del mundo, incluidos muchos humedales reconocidos de importancia internacional.

Por ello, resulta prioritario establecer mecanismos eficaces para hacer cumplir a las Partes Contratantes los compromisos y decisiones adoptados por la Convención de Ramsar, poniendo especial atención en el control de las actividades insostenibles que, utilizan y vierten al entorno, compuestos químicos y orgánicos contaminantes, persistentes y bioacumulables.

La Conferencia muestra su inquietud ante la política desarrollada por buena parte de los países contratantes de la construcción de grandes embalses y trasvases entre cuencas, siendo esta una de las actuaciones humanas que mayor impacto ha producido sobre la biodiversidad, sobre las comunidades humanas que habitan las zonas afectadas, y sobre su patrimonio natural. La construcción de grandes embalses es una de las principales causas de desplazamientos forzosos de poblaciones, así como de la destrucción de su patrimonio cultural.

Consideramos esencial que la Convención Ramsar cumpla los mecanismos establecidos en la Resolución VII.8, asegurando la conservación de los conocimientos autóctonos de las comunidades locales y pueblos indígenas ligados a los humedales, y el mantenimiento de su patrimonio cultural.

La Convención Ramsar debe formular un plan que permita a las comunidades locales de usuarios ancestrales, y pueblos indígenas, monitorear y manejar los recursos de sus humedales de forma efectiva. Para ello, es necesario que las Partes Contratantes reconozcan e impliquen a las organizaciones no gubernamentales, las comunidades locales y los pueblos indígenas, a fin de asegurar la sostenibilidad a largo plazo y la protección de los humedales.

Consideramos que es necesario un esfuerzo por parte de la Convención de Ramsar para incitar a las Partes Contratantes a educar sobre el consumo del agua, a todos los niveles.

La Conferencia lamenta el incumplimiento de las Resoluciones VI.23 y VII.18, así como del, Objetivo 2.2 del Plan Estratégico 1997-2002 sobre uso racional del agua y los humedales, en los cuales se incluyen los lineamientos para integrar la conservación y el uso racional de los humedales en el manejo de las cuencas hidrográficas. Como lo demuestra la existencia de los proyectos del Plan Hidrológico Nacional en España, o las presas de Narmada en India.

La Conferencia considera que las Partes Contratantes deberían incrementar su aportación al Fondo de Pequeñas Subvenciones (FPS) y al Programa Humedales para el Futuro, potenciando el desarrollo eco-regional de estrategias de gestión de humedales con enfoque nacional y transnacional.

Resulta esencial que los pueblos indígenas y las Comunidades Locales, como sujetos con derechos fundamentales colectivos, deben disponer de mecanismos de acceso directo a la gestión y uso responsable y sostenible de los humedales, no pudiendo ser excluidos en la toma de decisiones y la administración de sus territorios.

La Conferencia denuncia el incumplimiento de las Resoluciones de la COP7 de San José (Costa Rica) y especialmente la Resolución VII-21, párrafo 15 que especifica claramente que la Convención Ramsar se opone al desarrollo insostenible en los humedales, incluyendo los Sitios Ramsar. Por otro lado, la Resolución VII.8, sobre Comunidades Locales y Pueblos Indígenas, reconoce el papel fundamental de estas comunidades, y pide a las Partes Contratantes que apliquen las directrices para permitir su participación en los procesos de toma de decisiones sobre los humedales.

Durante la COP-7 en Costa Rica, estas resoluciones fueron aprobadas por los delegados presentes, por lo que deben ser aplicadas por la Convención y las Partes Contratantes, y no ignoradas. Incomprensiblemente, hemos visto en los últimos tres años, que las acciones que se han tomado son insuficientes, incumpliendo las propias resoluciones. Pensamos que las Partes Contratantes han fallado en poner en práctica sus propias resoluciones. Esto ha llevado a la pérdida de seguridad y falta de confianza en el Proceso y en la gestión de las Partes Contratantes.

Estas comunidades locales de base, y poblaciones indígenas, que dependen de la salud de los ecosistemas de los humedales cercanos, y que confían en ellos para sus vidas y sus sustentos, están frustradas por el hecho de que las resoluciones que se aprobaron sean simplemente ignoradas.

Hay muchos ejemplos de actividades insostenibles que se llevan a cabo dentro de Sitios Ramsar. La Conferencia ha analizado algunos ejemplos insostenibles de acuicultura intensiva, como por ejemplo en el Golfo de Fonseca (Honduras), donde las granjas ilegales de camarón se encuentran 100 has dentro de un Sitio Ramsar, y se ha hecho muy poco para detener esta intrusión. Es el mismo caso que los Sitios Ramsar en China, como Dongxaigang (Hainan Island) y At Zhanjiang (Provincia de Gudngdong), que tienen el área más grande de manglares en China. Las granjas destructivas de camarón amenazan a otros humedales de importancia internacional como el de Sundarban en India y Bangladesh, o el de Cayapas-Mataje en Ecuador, que han sido severamente degradados por las granjas de camarón y otros desarrollos insostenibles.

La instalación de granjas de camarón ha ganado terreno a las áreas productivas de agricultura, amenazando con destruir los cultivos básicos tradicionales de Tailandia, Ecuador, India y otros países. Estas nuevas tendencias amenazan la estabilidad de la producción alimentaria de los países en vías de desarrollo, para la exportación de artículos alimenticios de lujo destinados a los países ricos. Estos proyectos están financiados por el Banco Mundial y otras Instituciones Financieras Internacionales.

Además, queremos denunciar el grave impacto ambiental generado sobre los humedales por la pesca industrial, especialmente la que extrae recursos marinos para la fabricación de piensos en América Latina. Del mismo modo, denunciamos los impactos generados por la extracción de petróleo o gas en los humedales, como por ejemplo el caso de la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla y Laguna de Términos, en el sur de México.

Los proyectos relacionados con la agricultura y otros sectores como la Presa Narmada, en India, o los Pantanos bajos de Saemangeum en Corea del Sur, siguen afectando seriamente a los humedales, y a las comunidades locales y poblaciones indígenas que dependen de ellos.

Otros proyectos industriales o agrícolas, que incluirían la desecación y relleno de humedales de importancia internacional como las praderas submarinas o ecosistemas intermareales presentes en la Bahía de Isahaya y Awase en Japón, o el Humedal Saemangeum en Corea del Sur, siguen en marcha, pese al reconocimiento existente de sus valores económicos, sociales y ambientales.

Por todo ello, la Conferencia Mundial de ONGs y Comunidades Locales sobre Humedales concluye lo siguiente:

1ª. Instamos a la Convención Ramsar a que desarrolle mecanismos para poder presionar a las Partes Contratantes para el cumplimiento de sus propias Resoluciones.

2ª. Exigimos a las Partes Contratantes de la Convención de Ramsar la identificación, catalogación y divulgación de los usos, relaciones y aprovechamientos tradicionales procedentes o relacionados con los humedales y que condicionan el estilo de vida de las poblaciones locales y, en ocasiones, la propia supervivencia de los humedales.

3ª. Instamos a las Partes Contratantes a la potenciación de programas continuos de educación y comunicación públicos, dirigidos a todos los sectores sociales implicados en la conservación de los humedales, sobre las funciones y valores de los humedales y la necesidad de su uso sostenible.

4ª. Exigimos que todas las partes contratantes pongan en marcha los Comités Ramsar, con la participación de ONGs y comunidades locales, tal como estableció la propia Convención. Es imprescindible la apertura de espacios de participación de las ONGs y comunidades locales para la gestión de los humedales y el diseño y ejecución de las políticas públicas que afecten a los mismos.

5ª. Proponemos, que en el plazo de cinco años, las Partes Contratantes de la Convención, identifiquen todos los humedales existentes en los países firmantes, así como los factores que garantizan su conservación.

6ª. Instamos a las Partes Contratantes a la designación como humedales de importancia internacional de todos los humedales que reúnen las características técnicas para ello establecidos por la Convención. Especialmente la Conferencia ha mostrado su apoyo para la designación de: los humedales de Villa María, ubicados en Chimbote (Perú), por la alta biodiversidad que alberga como un importante ecosistema en la zona costera peruana; el Lago de Chapala y su cuenca, en México; y el Área de Protección de Flora y Fauna, Laguna de Términos, en el estado de Campeche, sur de México.

7ª. Exigimos a las Partes Contratantes de la Convención Ramsar, que procedan, en un plazo máximo de cinco años, a la identificación de todos los humedales desaparecidos o en vías de desaparición, determinando asimismo las causas de su destrucción. Exigir asimismo a las Partes Contratantes de la Convención Ramsar que dispongan de los mecanismos técnicos, económicos y humanos necesarios para su recuperación.

8ª. Exigimos a las Partes Contratantes de la Convención Ramsar la aprobación y cumplimiento de medidas legales que garanticen la conservación de todos los tipos de humedales presentes en los países, y que eviten su transformación directa para el establecimiento de tierras agrarias, para actividades urbanas, industriales o de otro tipo, o que modifique indirectamente los factores que determinan la existencia o el estatus de conservación adecuado de los mismos.

9ª. Urgimos a que la COP-8 reconozca y respete la importancia de los conocimientos, valores, y tecnologías domesticas de las comunidades locales y pueblos indígenas, así como sus esfuerzos para mantener un aprovechamiento sostenible de los humedales para la obtención de alimentos y otros recursos. Este tipo de aprovechamiento evita los impactos negativos de la industrialización convencional de la producción alimenticia, y está en plena sintonía con el medio ambiente.

10ª. Urgimos a la COP-8 a que haga cumplir el contenido de la Resolución VII.8, relativa al papel de las comunidades locales y los pueblos indígenas.

11ª. Instamos a las Partes Contratantes de la Convención Ramsar al abandono definitivo de la construcción de grandes embalses y trasvases entre cuencas, tales como los incluidos en el Plan Hidrológico Español.

12ª. Exigimos a las Partes Contratantes de Ramsar, el establecimiento de un garante legal que impida que se lleven a cabo obras hidráulicas que afecten de forma directa o indirecta a la preservación de los humedales.

13ª. Reclamamos la creación en todas las Partes Contratantes de una Evaluación de Impacto Ambiental vinculante y específica para los humedales. Esta Evaluación de Impacto Ambiental debe realizarse de forma obligatoria a todos los proyectos y planes que puedan afectar directamente o indirectamente a la conservación de los humedales.

14ª. Urgimos a la Convención de Ramsar para que solicite a la ONU el desarrollo de directrices para reducir la corrupción existente en determinados países, que facilita la destrucción de los recursos naturales por parte de las compañías nacionales y transnacionales.

15ª. Solicitamos que las Partes Contratantes faciliten los recursos técnicos y financieros para el desarrollo eco-regional de estrategias de gestión de humedales con enfoque nacional y transnacional a través del Fondo de Pequeñas Subvenciones.

16ª. Instamos a las Partes Contratantes de la Convención Ramsar que garanticen desde el sector público el abastecimiento, de forma racional y sostenible, de agua potable a toda su población, al entender que la disponibilidad de este recurso es un derecho fundamental de todo ser humano. Las Partes Contratantes, además, deberán impedir en todo momento la privatización, tanto del recurso hídrico y sus elementos ambientales asociados, como del servicio de abastecimiento de agua potable.

17ª. Instamos a las Partes Contratantes de la Convención Ramsar que promuevan la creación de una Agencia Internacional del Agua bajo el auspicio de Naciones Unidas, que entre sus competencias esté la de funcionar a modo de Tribunal Internacional, con la finalidad de solventar los conflictos que existen en el mundo relacionados con la disponibilidad y gestión del agua, tanto entre diferentes pueblos y estados, como en el interior de los mismos. También debería controlar aquellos proyectos hidráulicos que cuenten con la financiación del Banco Mundial y otras Instituciones Financieras Internacionales, impidiendo que estas entidades financien aquellos que produzcan una incidencia importante sobre el medio ambiente o las comunidades locales.

18ª. Urgimos a la 8ª Conferencia de las Partes de la Convención Ramsar para que implemente inmediatamente el párrafo 15 de la Resolución VII.21 emanada de la COP-7, para detener la acuacultura insostenible de camarón.

19ª. Del mismo modo instamos a la COP-8 para que establezca garantías legales que impidan la sobreexplotación pesquera que afecta a los humedales, y que también pone en peligro la seguridad alimentaria de las comunidades locales y pueblos indígenas.

20ª. Urgimos que la Convención Ramsar demande al Banco Mundial y otras Instituciones Financieras Internacionales que dejen de promover y subvencionar proyectos de acuicultura de camarón y otras actividades industriales en los humedales, así como descargas de desechos sobre los mismos.

21ª. Denunciamos, el hostigamiento a que son sometidos los miembros de numerosas ONGs, comunidades locales y pueblos indígenas, en forma de campañas de difamación, amenazas, e incluso asesinatos por defender los humedales y sus derechos fundamentales.

Por otra parte, la Conferencia Mundial de ONGs y comunidades locales sobre humedales ha analizado la problemática y amenazas existentes en todo el mundo sobre diversos humedales:

- Manifestamos nuestra oposición a los grandes proyectos de represas hidroeléctricas que se están construyendo en los departamentos de Carolina del norte y Morasanz de El Salvador, los cuales destruirán los humedales y la cultura natural de los pueblos, amenazando físicamente a los habitantes de dichas zonas que se oponen a su construcción.

- La Conferencia Mundial de ONGs y comunidades locales sobre humedales, hace un llamamiento a las autoridades responsables de la administración de cuencas y humedales de México para que de inmediato honre su firma en la Convención de RAMSAR, y tome las medidas necesarias para recuperar el Lago de Chapala, garantizando su volumen natural y la calidad de sus aguas, para estabilizar sus ecosistemas y su uso sostenible.

- La Conferencia se ha pronunciado contra la ejecución del proyecto hidroeléctrico Boruca, pues afectaría el humedal de importancia internacional Terraba - Sierpe, con graves consecuencias para su ecosistema y para el territorio indígena de Curré, en Costa Rica. Además considera que la COP-8 también debería mostrar su oposición a dicho proyecto.

- Solicitamos al Grupo de Examen Científico Técnico que acuerde enviar una Misión al humedal de importancia internacional Cayos Miskitas, en Nicaragua, para evaluar las concesiones para la explotación de hidrocarburos en la zona.

- Consideramos que la COP8 debería reconocer que los pantanos bajos y zonas intermareales son extremadamente importantes en términos de biodiversidad, y por la forma de vida de las personas, la productividad de las pesquerías y las interconexiones bioregionales como las de Korea, Japón y China. La Convención debe demandar a las Partes Contratantes la retirada inmediata de este tipo de proyectos.

- Solicitamos a la Convención Ramsar que nombre una comisión técnica de expertos para analizar las denuncias presentadas por las ONGs y comunidades locales, evaluando las agresiones ambientales a los humedales, conjuntamente con los denunciantes.

 
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