Alegaciones presentadas  
   
Avisan del peligro contaminante de una factoría que quiere instalarse en El Robledo  
   
Ecologistas en Acción advierte del impacto ecológico que tendría para la zona  
(La Verdad de Albacete. 17 de Marzo de 2.002)

¿Es compatible un paisaje de aires frescos y saludables, en el que nace un río, enclavado en un gran robledal, con una industria de reciclado de chatarras de aluminio altamente contaminante? La respuesta parece, en principio, que no.

Este es el problema al que se enfrentan los ciudadanos de la antigua aldea de Alcaraz, El Robledo, un municipio situado justo al borde de la carretera nacional que une Levante con Andalucía con el Levante y donde una empresa, Alucofer, S. Al, quiere implantar una factoría de reciclado de chatarras de aluminio, cuyo proyecto está, en estos momentos estudiando la Dirección General de Calidad Ambiental de al Consejería de Agricultura y Medio Ambiente..

De momento, la organización Ecologistas en Acción ha presentado toda una batería de consideraciones generales que desaconsejan el proyecto, al entender que se trata de una industria que produciría «emisiones y vertidos de productos muy tóxicos en una zona de fragilidad ecológica».

Los ecologistas van más allá y llaman la atención sobre una circunstancia llamativa como que este tipo de instalaciones, en los últimos años, «está saliendo de las provincias limítrofes (Murcia, Alicante y Valencia, principalmente) debido a la saturación ambiental que están produciendo, para venirse a esta provincia (Albacete), donde encuentran suelo barato, y muchas facilidades de los alcaldes».

Paisaje frágil

También ponen el acento que la instalación se pretende hacer en una zona rural «muy frágil, tanto desde el punto de vista paisajístico como respecto a la capacidad de diluir contaminantes químicos» y añaden que este tipo de industria «es previsible que frene el desarrollo del turismo rural por el que están trabajando administraciones y empresas de la comarca», en referencia a la futura Vía Verde de la Sierra de Alcaraz, un proyecto milmillonario con el que se pretende poner en valor la elevada calidad ambiental de la zona, convirtiéndola en el referente del turismo ecológico y el desarrollo sostenible de la provincia. No acaban aquí los inconvenientes que la organización ecologista ha detectado en el proyecto presentado por la empresa. Uno de los que más llama la atención, además de que no hace constar el sistema de filtración de gases, ni las características del aire liberado a la atmósfera, y rebaja la incidencia del impacto visual de la instalación,es que las aguas residuales de la industria, que necesita un vertido de 655 litros de agua por minuto irían a la estación depuradora de El Robledo, cuyas dimensiones no son las apropiadas para reciclar tal cantidad de agua contaminada, «por lo que su destino final sería el vertido al medio, corriendo el riesgo de producir una contaminación importante en suelos y aguas subterráneas».

Residuos tóxicos

No menos importante resulta el proceso físico-químico necesario para el funcionamiento de la factoría, que requiere «productos químicos bastante peligrosos» para el que el Ayuntamiento de El Robledo «no dispone de técnicos». lo que supondría «un continuo riesgo para la población, que estaría a una distancia próxima y cuya carretera de acceso pasaría por la puerta de esta factoría». Situación que también se hace extensiva a los usuarios de la carretera Albacete-Alcaraz, ya que «sería la vía de acceso para el suministro de estos productos químicos».

Entre los residuos tóxicos y peligrosos que cita la memoria de los promotores de la industria se cuentan: envases de productos desinfectantes, recipientes de grasas y aceites, minerales para la lubrificación de la maquinaria y lodos de depuradora, aunque los ecologistas añaden al proceso fabril: escorias salinas, espumas y gases inflamables y residuos del tratamiento de gases y del agua de refrigeración.

Pérez Pena: «Será un mazazo para la zona»

«La sierra de Albacete se industrializa con proyectos contaminantes, ávidos de recursos, como es el agua», dice el portavoz de EA, quien afirma que se ha elegido la zona de El Robledo porque «se buscan santuarios alejados del control administrativo para ocultar problemas ambientales». Pérez Pena señala que la zona se está convirtiendo en un lugar de proyectos polémicos que encuentran colaboración en el alcalde de la localidad», en referencia a la planta embotelladora de agua mineral de la Laguna del Arquillo y recuerda que «en Albacete hay polígonos preparados y acondicionados para acoger a este tipo de empresas que necesitan agua y energía que no tiene la zona» y que será «un mazazo para la zona».

González Cabrera: «No es la mejor ubicación para el turismo rural»

El presidente de la Fundación Sierra de Alcaraz y Campos de Montiel (Sacam) explica que «es lícito que un ayuntamiento intente promover el empleo en su municipio, pero este debe reunir unas características compatibles con el entorno y no perece que la ubicación sea lo más compatible con el turismo rural». «Personalmente no me hace gracia el proyecto, pueden buscarse otro tipo de recursos. Oficialmente, como Fundación no tenemos comunicación del proyecto, sólo una información verbal trasmitida por el alcalde (David Cuerda)».

Manuel González: «El proyecto está en fase de evaluación»

El delegado de Agricultura en Albacete, Manuel González, señaló a LA VERDAD que el proyecto está «en proceso de evaluación ambiental» y que el supuesto desastre ecológico, si se llega a realizar «se corregiría tomando las medidas adecuadas contempladas en la Ley sobre Evaluación del Impacto Ambiental». González añade que la Administración regional es «la mayor interesada en vigilar un posible desastre ecológico» y se preocupa porque «se cumplan todas las condiciones que permitan preservar el medio ambiente natural».

 
La factoría de Robledo ocuparía 300.000 metros cuadrados  
   
El proyecto de implantación, que requiere elevados consumos de agua y energía, comenzaría en 2003 y acabaría en 2011 La ubicación se fija en el cruce de Viveros  
(La Verdad de Albacete. 20 de Marzo de 2.002)

No es sólo una planta de reciclado de chatarras de aluminio. El proyecto que Alucofer S. A. pretende instalar en El Robledo (287 habitantes), en el cruce de la carretera Nacional a Jaén N-322 con la carretera de Viveros CM-320 es una factoría en la que además del reciclado anterior se obtendría «banda de aluminio barnizado, perfilado, corte a medida y perfiles para fabricar productos arquitecturales».

La instalación, de obtener el visto bueno del estudio de impacto ambiental, que actualmente está realizando el Servicio de Calidad Ambiental de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, comenzaría sus actividades en enero de 2003 con la líneas de chatarra de aluminio; en junio de 2004 se abriría una planta de extrusionado, lacado y anodizado de perfiles de aluminio; en enero de 2007, la línea de laminado en frío; dos años después, en enero de 2009, la línea de barnizado a dos caras de banda de aluminio y en enero de 2011, la línea de colada vertical y laminado en caliente.

A todas estas instalaciones, habría que añadir las correspondientes oficinas, alumbrado exterior, etcétera. Las necesidades de consumo de agua de la maquinaria a instalar pasarían de los 30 litros por minuto previstos en enero de 2003 a los 655 litros por minuto una vez finalizada toda la obra, en enero de 2011. Estos caudales, según recoge la memora de la actividad «serán suministrados por la red de agua municipal, tal y como ha indicado el Ayuntamiento de El Robledo». El consistorio «garantiza el suministro de agua potable desde su red municipal de abastecimiento de agua potable, que para las fecha de puesta en marcha de la primera fase de implantación de la factoría, se encontrará accesible en el linde de los terrenos de Alucofer».

Nuevo alcantarillado

Además, sería necesario construir una nueva red de alcantarillado «separativa», de modo que «por un lado se recogerán y conducirán las aguas pluviales, y por otro se recogerán y conducirán las aguas procedentes de proceso, servicios y depuradoras de la factoría (aguas susceptibles de depuración en depuradora municipal)».

El consumo de energía también se incrementaría considerablemente, desde los 350 kilovatios iniciales a 12.250, una vez culminadas toda las fases.

Estas necesidades energéticas harían necesario, a partir del 2005, un desarrollo eléctrico de la zona que «no puede ser asegurado ni por parte de la compañía suministradora, ni por parte de la administración pública, si bien se encuentra prevista la ejecución de líneas de alta tensión en la zona (...), en el contexto de la creación y desarrollo de parques eólicos». La propia empresa, en caso de no producirse el desarrollo eléctrico necesario, se compromete a «la construcción de una línea de alta tensión que uniera la subestación del Bonillo con la empresa en cuestión».

En este apartado, el ayuntamiento reconoce que sólo puede ofrecer 250 kilovatios «de disponibilidad inmediata» y hasta 1.000 en 2003. Fecha a partir de la cual «para cualquier potencia superior que se requiera es preciso utilizar infraestructuras eléctricas, no pudiéndose atender con las actuales».

Otro de los aspectos llamativos de este proyecto, recogidos en la memoria es que, para ubicar la actividad industrial, «se tiene que producir la agrupación de varias parcelas, propiedad de la empresa. Estas parcelas se encuentran calificadas actualmente por el Ayuntamiento de El Robledo como «no urbanizable», aunque «se encuentra en proceso de redacción el nuevo Plan General donde la zona que nos afecta se califica como urbanizable industrial».

Las parcelas a agrupar, ubicadas en los parajes Cerro de Paterna y El Peñalite, suman en total una superficie de 337.145 metros cuadrados. De los que las edificaciones y las ampliaciones prevén ocupar 134.783 metros cuadrados.

Esta superficie, mayor que el propio pueblo se encuentra a 1.500 metros de distancia del núcleo urbano. La elección de la zona, « en la que un sector que podría encontrarse al alza, sería el sector turístico» tampoco parece casual y el proyecto señala que «los carácteres generales de la región (orografía, humedad, dirección, frecuencia e intensidad de los vientos)» indican que presenta una «capacidad de dispersión de contaminantes alta».

FASE DE IMPLANTACIÓN Enero de 2003: Líneas de reciclaje de chatarra de aluminio. Consumo de agua: 30 l/min. Consumo de energía: 350 KVA. Junio de 2004: Planta de extrusionado, lacado y anodizado de perfiles de aluminio. Consumo de agua:480 l/min. Consumo de energía: 1.850 KVA. Enero de 2007: Línea de laminado en frío. Consumo de agua: 510 l/min. Consumo de energía: 5.850 KVA. Enero de 2009: Línea de barnizado a dos caras de banda de aluminio. Consumo de agua: 610 l/min. Consumo de energía: 6.850 KVA. Enero de 2011: Línea de colada vertical y laminado en caliente. 650 l/min. Consumo de energía: 11.850 KVA. Oficinas, comedor, alumbrado exterior, etcétera: Consumo de agua: 655 l/min. Consumo de energía: 12.250 KVA.

 
David Cuerda (alcalde de Robledo): No renuncio a crear riqueza, trabajo y progreso  
(La Verdad de Albacete. 20 de Marzo de 2.002)

En relación al artículo sobre la futura instalación de una factoría de reciclado de aluminio en el término municipal de Robledo, agradecer en primer lugar el interés demostrado por Ecologistas en Acción, y en particular por uno de sus más destacados miembros, el Sr. Pérez Pena. Dicho grupo ecologista, dentro de la batería de consideraciones generales en contra del proyecto, acusa a los alcaldes albaceteños de ofrecer posibilidades baratas y facilidades a este tipo de instalaciones, demonizadas por su mala prensa contra el medio ambiente. Invito al Sr. Pérez Pena a dejar sus discursos de ecologista de salón y que venga a uno de nuestros pueblos de las estribaciones de la Sierra a vivir con los medios con los que cuenta. Es maravilloso veranear y disfrutar de sus montes y su paisaje, pero los vecinos no comen del paisaje.

Nuestros pueblos padecen una despoblación progresiva; los recursos con los que cuentan –agricultura, ganadería, turismo rural– no dan suficiente, entre otrascosas por el clima y la orografía en una economía competitiva. Humildemente, lo que intentamos algunos alcaldes es encauzar proyectos viables y sostenibles con el medio ambiente, que incorporen posibilidad de desarrollo, respetando siempre el medio, con todas las garantías técnicas y medidas protectoras y correctoras oportunas, de modo que se trate de un desarrollo sostenible para evitar en lo posible que nuestras gentes se marchen. Sorprende que si esa industria se instalase en Albacete, Villarrobledo o Chinchilla sería menos agresiva para el medio ambiente; la gente de nuestra comarca, al parecer, no tiene otra opción que el disfrute de su campo, las factorías son para lugares de paisaje menos frágil. Gracias al Sr. Pérez Pena, nuestro medio es más defendible que el de otros, como cuando se llevan el agua del Júcar desecando su cauce, el túnel del Talave o el gasoducto de la Sierra de Alcaraz.

Según E. A., el hecho de estar alejados de los centros políticos de decisión nos hace más vulnerables a la zanahoria del rico industrial que viene a pervertirnos, convirtiéndonos en un santuario alejado del control administrativo. Ni esto es Marbella ni somos la mafia rusa. Lor proyectos que señala como mazazos a la zona han pasado y pasan rigurosos controles técnicos y administrativos que avalan la posibilidad de su ejecución con todas las medidas necesarias, que soy el primero en exigir para no dañar a nuestro patrimonio ambiental.

Y E. A. lo sabe, por lo que no se explica que mienta ante un documento que conocen desde hace más de quince días, el estudio de impacto ambiental. Claramente se detalla que las aguas procedentes de la depuradora físico química de la factoría, después de depuradas, se canalizarán al alcantarillado de aguas residuales del municipio y finalmente a la depuradora municipal. Ni se vierten directamente a la depuradora, ni al medio. Se comete una irresponsabilidad técnica de los ecologistas, contra un proyecto que reportaría más de doscientos puestos de trabajo para la zona y que la situaría como un centro de auge en el tejido económico de la provincia.

En cuanto a la vía verde de la Sierra de Alcaraz, el Ayuntamiento de Robledo, dentro de sus pocos medios, ha sido pionero en la propuesta. La ha apoyado y la avala con la puesta a disposición de los recursos con los que cuenta: albergue municipal en la antigua estación, con viviendas rurales, zonas verdes y en breve aula de la naturaleza y proyecto de Promociones Turísticas el Júcar de rehabilitación de la estación de Villaverde, en nuestro término, declarar paisaje protegido la laguna de Villaverde y zona protegida del Sabinar, declarar monumento natural la laguna del Arquillo y las rutas del Agua y de los Molinos.

Resalto que Robledo tiene altas aspiracioines en la defensa de su medio ambiente, an las que invitamos a participar a todos, especialmente a los ecologistas a que hagan una defensa seria de nuestros paisajes y recursos. Rogamos que se abstengan aquellos que quieran condenarnos a la marginación, la pobreza la limosna de las subvenciones y las prestaciones por jubilación y desempleo. Apoyamos proyectos que impliquen vida para la comarca y alguno tiene que ser el primero en envergadura. Como alcalde no puedo renunciar a crear riqueza, trabajo y progreso. Lo que más duele es que compañeros de partido y de responsabilidades se permitan la ligereza de opinar sobre un proyecto que ni conocen ni se han preocupado de conocer a pesar de mi disponibilidad. Máxime cuando los beneficios inciden sobre varios municipios de la Fundación Sacam, y que ésta debería apoyar por sus repercusiones para el empleo, la economía de las familias y el desarrollo. La calidad de vida se obtiene por muchos medios, no únicamente con ser el destino vacacional de la provincia.

Estamos abiertos a buenas ideas y admitimos consejos. Deben entender que nos fastidie recibir lecciones de medio ambiente de aquellos que sólo van al campo a merendar, cuando nuestras gentes son las que han mantenido y mantienen el medio rural intacto y protegido. No les paguemos con la condena a la emigración. Todos amamos nuestra tierra, nuestrois pueblos, y preferimos vivir en ellos a tener que marcharnos por falta de trabajo. Hoy por hoy, en pueblos como Robledo la fauna más desprotegida, ecológicamente hablando, es la de nuestros hombres y mujeres, que deben duscarse la vida en otras tierras mejor tratadas económicamente; aunque, eso sí, con un entorno menos frágil, o bien disfrutar de un bello entorno, pero de poca calidad de vida y de recursos.

 
Réplica de Ecologistas en Acción: Riqueza, trabajo y progreso, pero no a cualquier precio  
(Extracto de esta carta publicado en La Verdad de Albacete el 2 de Abril de 2.002)

En la carta que con fecha 20-3-02 nos dedicó David Cuerda -Alcalde de Robledo-, dolido por nuestras reticencias a la instalación en su término municipal de una factoría de reciclado de aluminio, encontramos mezcladas en alta densidad respetables opiniones junto a otras cuantas incorrecciones, falsedades y ocultaciones, que por respeto a los lectores no podemos dejar sin replicar.

Quiero en primer lugar defender la legitimidad de nuestros argumentos contrarios, ya que el proyecto se encuentra en el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental, que se trata de un trámite público en el que puede y debe participar todo aquel colectivo, institución o particular que vea objeciones ambientales a un proyecto. Por nuestras manos pasan muchos proyectos, presentando alegaciones solo a la parte de ellos que pensamos puede perjudicar al medio ambiente de nuestra provincia. Ha costado muchos años conseguir que la sociedad sea partícipe en la tramitación ambiental de unos proyectos que a todos nos afectan, y no vamos a renunciar ahora a ello.

Piensa D. David que al vivir nosotros en Albacete no podemos comprender la necesidad de trabajo de los habitantes de pequeños pueblos serranos, pero equivoca los términos. No solo entendemos esa necesidad, sino que reclamamos a las administraciones que ayuden al desarrollo de los pequeños pueblos porque, además de ser de justicia social, desde el punto de vista ecológico son mucho más sostenibles que las grandes aglomeraciones, pero la cuestión no es esa. La cuestión es que esa factoría no es una fábrica de magdalenas o de camisetas, sino de aluminio, cuyo proceso es altamente insostenible, debido a su tremendo consumo energético y de agua, así como contaminante atmosférico y del agua, y por ahí van nuestras objeciones, en las que luego entraré con un poco más de detalle.

Lo que nuestra asociación no puede admitir es que el legítimo derecho a que unos particulares ganen dinero sea a costa de causar graves daños a la salud de las personas o la naturaleza, y que luego se tenga que pagar con dinero público la reparación de parte de esos daños. El ejemplo más reciente y más grave fue el de la mina de Bolidén en Aznalcóllar; durante años ha dado trabajo a una comarca con la ayuda de jugosas subvenciones públicas, pero todos conocemos el final: desastre ambiental, ruina para los que vivían alrededor del río, reparación de parte de los daños con el dinero de todos, para acabar al final con el cierre de la mina y un pueblo hundido.

Lamentablemente, cuando a las empresas peligrosas o contaminantes se les ponen muchas exigencias ambientales se desplazan a zonas desfavorecidas, donde su necesidad de ganarse la vida les hace aceptarlo todo. Ha ocurrido con las instalaciones nucleares y está ocurriendo en nuestra provincia, por ejemplo con las granjas de cerdos que sus amigos de "El Pozo" traen desde Murcia. Y empresas que alemanes o suecos no podrían instalar en sus países con legislaciones muy protectoras del medio ambiente, las llevan a Marruecos o Asia. Esta es la realidad, aunque ud. no lo quiera reconocer.

D. David ve a Ecologistas en Acción como desconocedores de lo que no sea la capital, pero ha de saber que nuestra asociación no es solo el Sr. Pérez Pena (en quien personaliza su carta), también la forman socios y colaboradores de toda la provincia, incluido Robledo, que nos tienen al tanto de lo que ocurre y por los que conocemos de su pertinaz empeño en saltarse las leyes.

Usted presume en su carta de encauzar "proyectos viables y sostenibles con el medio ambiente", pero la realidad no es esa. Hay que recordar a los lectores que D. David ha sido el adalid de la instalación junto a la laguna de Ojos de Villaverde (zona protegida) de una embotelladora de un agua que se extrae junto a la laguna del Arquillo (Monumento Natural), y que fue denunciada por nosotros por estar realizando las obras careciendo de Licencia de obras, Evaluación de Impacto Ambiental y Recalificación del terreno, entre otras. Y en lugar de paralizar esa obra, el alcalde les hacía visitas para ver lo rápido que avanzaban, y solo cejó en su actitud cuando nuestro abogado le remitió una carta explicándole que de persistir lo denunciaríamos por prevaricación.

Finalmente una empresa tan poderosa como "El Pozo" consiguió solventar todos los trámites y obtuvo los permisos. De momento, estando en periodo de pruebas, ya ha disminuido apreciablemente el nivel de la laguna. El tiempo dirá si realmente es una instalación sostenible. Lo que todavía no ha explicado a sus vecinos de Los Chospes es por qué no se instaló allí la embotelladora, junto al pueblo, como pretendía la empresa, y por qué insistió en que se pusiera junto a la laguna Ojos de Villaverde ofreciendo los terrenos gratis, aunque luego los tuvieron que pagar. Se le olvidó decir en su carta que el secretario de su ayuntamiento le ha advertido en varias ocasiones de las ilegalidades que quiere cometer, y por realizar ese funcionario bien su trabajo ud. va diciendo que lo persigue. Como verá, aun viviendo en Albacete, nos informamos bien antes de hablar.

Los hechos que he ido conociendo de usted con el asunto de la embotelladora me han hecho pensar que le hubiera gustado ser un alcalde de antes de la democracia; un emprendedor como usted no se vería frenado por papeles o leyes, y a estos ecologistas tan pesados, los podría callar con un buen cachete como se hacía antes con los niños, a falta de argumentos. La única vez que nos hemos visto, me confirmó aún más esta idea. Fue en una reunión en la Diputación, donde asistimos para apoyar la reconversión de la plataforma del Baeza-Utiel en Vía Verde (como verá, sí estamos por el desarrollo de esa comarca, pero de una forma no agresiva). Cuando nos explicaron los trámites necesarios hasta poder comenzar las obras, intervino D. David para decir que había que empezar cuanto antes aunque no estuvieran los papeles, y que él mismo cuando tuvo en su pueblo las máquinas de la Diputación, las mandó a arreglar el camino del Baeza-Utiel (que es propiedad de Fomento) para que pudieran pasar los coches.

Nos duele ver como los políticos y empresarios usan la palabra sostenible como comodín para apoyar sus proyectos. Hemos oído que es sostenible el AVE, la energía nuclear, Terra Mítica o el trasvase del Ebro. De tanto usarlo para todo habéis logrado que no signifique nada.

Dice usted que los vecinos no comen del paisaje. ¡Qué falsedad tan grande! ¿Cuántas familias en Albacete viven con bares, tiendas u hoteles gracias a los que acuden a sitios de belleza natural?. Por eso no le extrañe que gente de su comarca vea con desagrado una instalación que disminuye su potencial turístico. Pero no es esa la única pega de esta instalación, es importante el riesgo para la salud humana y de la naturaleza. Todos los vecinos deben saber que el proceso de reciclaje de chatarras de aluminio empieza por eliminar la pintura que lleve, por medio de productos químicos como ácido clorhídrico, que van a ser transportados por la carretera de Jaén con peligro para los usuarios, y que producirá unos gases que serán filtrados en la factoría, si bien todos sabemos que estos procesos nunca son perfectos. Igualmente se necesita gran cantidad de agua para lavar y enfriar la producción, que será depurada en la factoría, para después pasar a la depuradora municipal. Nos acusa el alcalde de mentir, afirmando que el agua se va a verter directamente al medio, pero invitamos al Sr. Cuerda y a los lectores que lean en nuestra página web www.nodo50.org/ecologistasclm/ab la totalidad de las alegaciones y verán como lo que afirmamos es que dado que la depuradora municipal es de pequeño tamaño, es posible que no tuviera capacidad de tratar tal cantidad, con lo que una parte se tendría que verter sin pasar por esa depuradora. Pero, aún suponiendo que se pudiera tratar toda ella, el mayor peligro es que un agua procedente de un proceso industrial, aún pasada por su depuradora, contiene sustancias tóxicas capaces de cargarse la biopelícula que hace funcionar la depuradora municipal, con lo cual no depuraría ni la de origen urbano.

Se me quedan varias cosas que rebatirle, pero que por no alargar este texto dejo para una posible segunda parte. Y ya que dice que admite consejos, ahí va uno: no se crea todas las maravillas que le pintan las empresas. Pregunte a los vecinos de Manises, que tienen una factoría como esta, si están a gusto con ella, y por último, si quiere hablar de sostenibilidad: lea más.

Fernando Sánchez Rodríguez
Portavoz de Ecologistas en Acción

 
Alegaciones presentadas
 
Más Noticias de este Año

Página Principal Albacete

Página Principal Castilla-La Mancha