Reseña del libro “Resistiendo en Gaza. Historias palestinas”, de Carla Fibla

Santiago González Vallejo, CSCA

Este libro sencillo se forjó tras el asalto israelí de finales de 2008 y comienzos de 2009 y la prohibición israelí de que los periodistas cubrieran el 'lado palestino' de su ataque.

CSCA

Carla Fibla y Fadi N. Skaik
Editorial Península (2010)

Este libro sencillo, hecho a base de entrevistas con personajes variados, de todo el espectro político y humano de Gaza, junto con una aportación básica de datos, es un compromiso de los autores, la periodista española Carla Fibla y el palestino, traductor y militante de la Campaña BDS, Boicot, Desinversiones y Sanciones (a Israel), para con las gentes de Gaza y contra la impotencia que tenemos muchos ante la estrategia israelí de ocupar un territorio, toda Palestina, y deshacerse de sus originarios habitantes. Se forjó el libro tras el asalto israelí de finales de 2008 y comienzos de 2009 y la prohibición israelí de que los periodistas cubrieran el 'lado palestino' de su ataque.

La maquinaria israelí, sea la bélica y la propagandística -incluyendo los apagones informativos-, pretende anular la reclamación palestina de vivir con dignidad en su propia tierra. Su lucha la etiquetan, según les convenga, como terrorista, fundamentalista, pero siempre queriendo borrar su humanidad., convirtiendo a los palestinos y palestinas en abstracciones, donde no vean(y veamos) que son seres humanos. La situación de pobreza, las cañerías reventadas, la falta de recursos y los muertos y heridos no se deben a ningún cataclismo. Es producto de un sistemático plan de usurpación que, para cumplimentarse, tiene el auxilio y la complicidad del resto de la Comunidad Internacional, incluyendo la de los regímenes árabes.

El mérito de Fibla y Skaik y por el que merece la lectura del libro es el simple traslado de desgranar los pensamientos y voces de personas que viven en la Franja de Gaza, darles nombres, caras, de sus muestras de ganas de vivir, sus anhelos de justicia, de pensar que el mundo no puede abandonarles, porque eso es decir que la humanidad ha dejado ser ella para convertirse en peores que fieras. Su seguir reclamando sus derechos, manteniendo su dignidad y una ciudadanía, alejada de la caridad humanitaria que quiere suplantar la responsabilidad política de la tragedia palestina.

En el mejor de los casos suplantando el problema político por una cuestión humanitaria