Entre Vietnam e Iraq: el terrorismo
capitalista en la globalización
Adel Samara*
Kanaan
on line
/ CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 4 de abril de 2005
Traducido del árabe por Alberto Aranda
"La
situación es diferente en Iraq y Vietnam. Mientras que
Corea del Norte y China eran refugios reforzados para la revolución
vietnamita, los países árabes que rodean Iraq pertenecen
al círculo de regímenes enemigos, encabezado por
el gran enemigo anglosajón. Ésto pone a la resistencia
iraquí en una situación difícil que hace
que no se pueda comparar con la resistencia vietnamita dada la
enorme hostilidad de la posición árabe oficial;
pero este desamparo da a la resistencia iraquí muchos
más puntos y hace que no se pueda comparar a la resistencia
vietnamita"
Es licito que comparemos los
hechos de un periodo histórico con otros, siempre que
nuestro objetivo sea el de extraer un resultado, y no una comparación
partidista, porque cada periodo tiene sus circunstancias sociales,
coyunturales, económicas y políticas; resumiendo,
históricas. El objetivo fundamental de la comparación
es el desarrollo y crítica de los hechos del momento actual
con otro pasado, la evaluación.
Puede ser que la primera diferencia
entre las resistencias iraquí y vietnamita sea la situación
del capitalismo mundial en sus respectivos momentos. La importancia
objetiva de este análisis histórico no disminuye,
por mucho que se oculten la mayor parte de las cuestiones acerca
del papel del sistema capitalista mundial y su gravedad. ¿Por
cuánto tiempo conducirán su historia al margen
de la verdadera realidad histórica y seguirán entrometiéndose
con su presencia como si fuera algo natural?
La resistencia vietnamita transcurre
durante un periodo en que la brutalidad del capitalismo imperialista
se centra en neutralizar a los soviéticos, que en su relación
con las luchas internacionales desarrollaba el papel de obstaculizar
las ruedas del carro imperialista, con lo cual protegía
a numerosos países -dentro de su perímetro- de
aquel nuevo arrebato imperialista y apoyaba a muchos de ellos
en su esfuerzo de librarse del mismo. Sin embargo la resistencia
iraquí se genera a causa de la salvaje incursión
del capitalismo en la era de la globalización, incursión
que tiene el objetivo de deshacerse de cualquier traba, y que
se solidifica en la decisión de la élite capitalista
gobernante norteamericana de ocupar Iraq en solitario. La globalización
se erige sobre los escombros de la Unión Soviética
y su esfera, y sobre la repartición del mundo entre los
depredadores imperialistas ( el león americano y algunos
de sus hijos, las viejas potencias imperialistas europeas) de
esta esfera soviética. Y queda claro: para esta nueva
era imperialista el capitalismo de los EE.UU. ha estado concentrando
sus terribles fuerzas militares y civiles durante el siglo pasado,
con el objetivo de lanzarse sobre el patrimonio del mundo entero.
Además se han ido reuniendo apabullantes sumas de pensamiento
capitalista, religioso y de derechas para formar la incubadora
ideológica de esta brutalidad.
Esto significa, en relación
a la resistencia iraquí, que ésta nace en un clima
huérfano en el sentido más literal, en ausencia
de un eje internacional que rivalice (o que en el peor de los
casos dijera al menos algo en contra) con el eje capitalista
global. Pero esto no excluye una verdad importante. La resistencia
tiene su presencia en la esfera mundial y sin embargo es ignorada,
y pide una señal de ánimo. Ésta se encuentra
en la resistencia ofrecida en muchas partes del mundo, especialmente
en América latina. Pero lo que diferencia a Iraq y a Vietnam
en este asunto es la ausencia de alguien que al menos obstaculice
la agresión capitalista y se enfrente a ella.
La cooperación
de los países árabes con la ocupación
De cualquier modo la situación
territorial es diferente en Iraq y Vietnam. Mientras que Corea
del Norte y China eran refugios reforzados para la revolución
vietnamita, los países árabes que rodean Iraq pertenecen
al círculo de regímenes enemigos, encabezado por
el gran enemigo anglosajón y seguido de sus servicios
secretos, sus corredores, sus riquezas, su ejército, sus
espectáculos, desfiles militares... Estos regímenes
cooperaron en la mayoría de los ataques contra Iraq sin
llegar a penetrarlo, y acostumbran a ser ejércitos marioneta
del enemigo iraquí. Esto pone a la resistencia iraquí
en una situación difícil que hace que no se pueda
comparar con la resistencia vietnamita dada la enorme hostilidad
de la posición árabe oficial; pero este desamparo
da a la resistencia iraquí muchos más puntos y
hace que no se pueda comparar a la resistencia vietnamita.
La verdad de esta hostilidad
oficial árabe dirigida contra la resistencia iraquí
se explica por una extrema susceptibilidad. Mientras el pueblo
árabe en su totalidad se posiciona a favor de la resistencia
iraquí, los regímenes temen movimientos parecidos
en sus propias calles, contra ellos mismos. De aquí que
la participación de estos regímenes en la agresión
a Iraq sea el cumplimiento de un papel de marioneta útil
que sin embargo pone en peligro la propia existencia y paz de
estos.
El capitalismo global, a fin
de multiplicar las oportunidades de supervivencia de estos regímenes,
los presenta como una "exportación de la democracia"
para crear una unión entre estos estados regionalistas
y títeres, una unión que sustituya la unidad del
nacionalismo árabe que continúa con su objetivo
de detener, durante la tercera etapa capitalista, cualquier colonialismo,
imperialismo o globalización. En otras palabras, lo que
desea el sistema capitalista es prohibir la creación de
una unidad árabe. E incluso hoy en día esta prohibida
la aparición de una plataforma informativa árabe
o un discurso árabe.
El enemigo de la resistencia
de ambos países es el mismo, los Estados Unidos de América.
Y aunque hereda el imperialismo capitalista europeo (inglés
en Iraq y francés en Vietnam) es a los EEUU a quienes
les explota la resistencia en la cara. Este asunto debería
hacer pensar a los pueblos del mundo sobre el peligro de este
sistema criminal, con toda la cautela posible, con un latido
comprometido, y con la reflexión de que este bárbaro
ataque es un ataque contra toda la humanidad. Es importante señalar
que ambas resistencias pertenecen a países que están
en la periferia del sistema enfrentados a una potencia, o más
bien a la Potencia, por lo que se confirma una verdad internacional:
La potencia dominante agredirá a los países menos
poderosos en cualquier periodo y circunstancia. Y esto exige
solidaridad popular a nivel mundial por la salvaguarda de la
humanidad.
Hay algo distinto entre los
dos países y es que medio Vietnam estaba emancipado del
colonialismo francés, y presentó oposición
a la agresión imperialista, igual que lo hizo media Corea,
la del Norte. Mientras que Iraq es una parte de la nación
árabe pero su ocupación ocurrió después
de la inclinación de todos los regímenes árabes
a favor de la ocupación americana, a pesar de que varios
de ellos aspiran a ser estados independientes. Esta situación
es el colmo del desamparo para el trabajo revolucionario.
En lo referente al territorio
también existen diferencias entre los dos países.
Mientras en Vietnam cuentan con la ventaja de un territorio cubierto
de bosques que lo convierte en ideal para la lucha de guerrillas,
el corte del terreno iraquí que ocupa la resistencia es
tierra llana, sin oportunidades para esconderse, bajo elevadas
temperaturas. En lo que se refiere a las zonas montañosas,
los senderos escarpados y el hielo se encuentran en manos de
gobiernos autónomos locales contrarios al nacionalismo
árabe hasta el punto de convertirse en una herramienta
del enemigo ocupante y del ente sionista soñando con la
creación de un Israel kurdo en el Norte de Iraq.
Pero los acuerdos interiores
contra la revolución no se limitan a las zonas de nacionalismo
kurdo, también el sur de Iraq esta tomado por el sectarismo
religioso y quien guía este sectarismo (capitalista, religioso
y cultural) en las sombras, son por supuesto los tanques ocupantes
de ingleses y estadounidenses y no parece que esto vaya a cambiar
a corto plazo.
No se debe, ya que hay un amplio
sector popular contrario a la revolución o más
bien una contrarrevolución, escatimar medios ni reformas.
Por que la verdad es que esta división se encuentra raramente
en la historia de la resistencia contra la colonización,
y es más bien un fenómeno que ocurre a partir de
la globalización, y está relacionado con el hundimiento
de la revolución mundial y más tarde la globalización
de la resistencia local o de su equivalente internacional en
lugar de su internacionalización.
Por tanto es inexorable la
disolución del antagonismo burgués entre los dos
pueblos, el árabe y el kurdo en Iraq ya que las clases
populares de ambos pueblos no practican la represión y
la explotación contra los otros, sino que se arriesgarían
incluso a dar un paso hacia la igualdad, pero la influencia sectaria
del estamento shií sobre los árabes de Iraq, es
una defecto del que tampoco se libran los sunníes de Iraq;
es un asunto que no esta en el campo de su tolerancia.
Y estas características son las que confirman la importancia
de la resistencia en Iraq, ya que ésta aúna intelectuales,
islamistas e izquierdistas impulsando el progreso de las relaciones
y construcciones nacionalistas e islamistas. La resistencias
no se consolidará hasta triunfar sobre estas construcciones
y relaciones.
Los posicionamientos
ideológicos de la resistencia
Y esto nos lleva hacia los
posicionamientos ideológicos de la resistencia. Mientras
que en Vietnam el frente nacional esta dirigido desde antes por
el partido comunista que formaba su columna vertebral, la resistencia
iraquí es una unión entre nacionalistas e islamistas
con una cierta inclinación hacia la izquierda. Sin embargo,
el Partido Comunista de Iraq se ha convertido en un movimiento
aparentemente de izquierdas pero en esencia chií y conectado
al imperialismo. Nuestro deber es acabar con esto último
a la espera de la formación de un autentico frente político
nacional Iraquí capaz de aunar toda esta fuerza.
Para la CIA ambas resistencias
son la misma dentro de su clasificación. Podemos poner
como ejemplo a Samuel Hungtinton y hasta a Bernard Lewis. Dentro
del proselitismo de esta nueva ola de agresividad capitalista,
la afirmación de Hungtinton de que el occidente capitalista
ha de llevar a cabo una guerra de culturas o civilizaciones contra
los musulmanes (y entre ellos Iraq) y contra los asiáticos
(entre ellos Vietnam), puede considerarse una agresión
contra la humanidad. Podríamos creer que el fondo o la
motivación fuera la guerra religiosa, ¡pero no hay
aquí nada que una al Islam y al Budismo, excepto lo que
une al Islam con el Cristianismo que es la amplitud de su ámbito!
Esto asegura la semejanza entre los dos países, que es
que ambos son objetivos del imperialismo capitalista que teme
y mucho la apariencia de los discursos.
En cuanto a la división
de clases a nivel mundial ambas resistencias son a su vez diferentes.
Y esto nos deja claro la diferencia principal entre el periodo
de la globalización y el del imperialismo. Ya que mientras
lo popular se sitúa en los países del centro capitalista
durante el periodo capitalista colonial y capitalista imperial
, como soporte de las clases burguesas dominantes y agresivas,
que se concentran en rechazar a los partidos comunistas revolucionarios
verdaderos aquí y allá, actualmente se da un evidente
desarrollo en estos mismos países a nivel mundial. Y la
esencia de este desarrollo es el principio de la división
del mundo entre lo popular y lo oficial, pero que una autoridad
que promueve una sociedad de ciudadanos del mundo, mientras que
no se libera de la idea de ser de aquí o de allí,
es algo que sigue girando sobre los fundamentos del nacionalismo.
Así la cuestión
de la sociedad civil se mueve entre la difamación de un
lado y una peligrosa deformidad moral por el otro. Estas deformidades
se solidifican en la debilidad de estas sociedades enclavadas
entre la realización de su propia civilización
y el salvaje papel de agresor colonialista de sus regímenes
para con los países menos poderosos. Y la impresión
última que produce el levantamiento de estos regímenes
en defensa de un status represivo, injusto y me atrevería
a decir casi brutal, aplicado a los países menos desarrollados
es una defensa del conducto por el cual los países capitalistas
extraen las riquezas de estos hacia sí mismos, este conducto
es la relación secreta entre unos y otros.
Oposición
anticapitalista y anti-EEUU
Otra vez, el ataque contra
Iraq es rechazado por amplios sectores populares en el mundo
capitalista y por los que se oponen a la guerra. En esencia esta
oposición es una oposición contra el capitalismo
y concretamente contra los EEUU. Y ciertamente se dio en su momento
un gran incremento a nivel mundial de la simpatía popular
hacia Vietnam, y en el caso de Iraq se llegó a niveles
sorprendentes, cuando se salió a las calles para defenderlo
contra la guerra. Con todo, este movimiento perdió continuidad
y aunque demostró su honradez, quedó patente su
incapacidad para evitar la agresión y conseguir la marcha
atrás de la invasión de Iraq y Afganistán,
bien que quedó demostrada la cordialidad de la "democracia"
y de lo que llaman sociedad civil.
Parece pues que la verdadera
división a nivel mundial sigue su cauce. Cualquier giro
o polarización popular tiene su contrapeso oficial y cualquier
polarización oficial tiene su contrapeso popular como
la humanidad tiene su contrapeso en el capital. Ésta es
la verdadera cara de la revolución mundial.
La continuidad de la intimidación
terrorista capitalista es la última de las semejanzas
entre las dos resistencias. Los sacrificios e inmolaciones de
los vietnamitas tenían como objetivo intimidar al enemigo
norteamericano haciéndole temblar en el campo de batalla,
y esto mismo es lo que sucede en Iraq. Igualmente se dan un gran
número de bajas por causas psicológicas entre los
soldados americanos, además de negativas a ir a Iraq y
solicitudes de asilo. El miedo a la muerte y a los hijos de la
muerte provoca una gran tensión en la ciudadanía
que acabó presionando a los capitalistas, pidiendo la
retirada en Vietnam en su momento, y ahora en Iraq.
El capitalismo no retrocederá
por esto. Al contrario, EEUU guía a Europa cuando ésta
recluta voluntarios para volver a la conquista de la nación
árabe. Ellos ordenarán a Siria la retirada del
Líbano y pedirán que la ocupación de Iraq
sea considerada como algo normal, realista, como un viejo asunto
a solucionar, como lo de Palestina. ¡Es que puede haber
una insolencia mayor! Seguro que George Bush como representante
de las viejas potencias imperialistas europeas seduce a éstas
para saquear el mundo árabe, diciéndoles: El mundo
árabe es nuestra finca, sus gobiernos un fruto descompuesto
para sus países, pero maduro para nuestro provecho. Ellos
nos cambiarán sus tronos por oro, diversión y lujo
¡Vamos juntos a saquearles y ocuparlos!
Los gobiernos de Occidente
se lanzan, y entre ellos cabe destacar a la rapaz Bélgica,
a participar en el desangramiento de nuestra patria. Sin embargo,
huirían espantados ante una comunidad unida. No se cómo
se podría conseguir, pero muchas naciones no se atreverían
a llevar a cabo este terrorismo capitalista con una resistencia
fuerte en todas las regiones de Iraq.
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