En respuesta a:
23 de mayo de 2016
Viajan solas, con sus hijas e hijos y muchas de ellas embarazadas. Su huida, en la que se exponen al riesgo de sufrir violencia sexual, a las penosas condiciones higiénicas de los campamentos y al silencio institucional europeo, es todavía más peligroso para ellas que para los hombres.
MARTA SÁIZ (...)