En respuesta a:
12 de noviembre de 2015
El País 05-11-2015
Jesús estaría contento. Cada vez nos amamos más los unos a los otros. Por lo menos, nos damos más besos que nunca. Nos comemos a ósculos. Sobre todo entre desconocidos. Así, porque sí. Por puro amor al prójimo. Puede una pasarse semanas no ya sin besar, sino sin intercambiar palabra (...)