En respuesta a:
17 de febrero de 2011
EL PAÍS - Última - 15-02-2011
Este artículo es demasiado pequeño para que quepa en él mi entusiasmo por la caída de Mubarak. Y la esperanza de que el viento de fuego democratizador siga tirando las fichas del dominó del mundo árabe y, después, las de los países subsaharianos ("el miedo ha cambiado de (...)