Xarxa Feminista PV

La Prostitución. Ofelia Vila

Domingo 3 de julio de 2005

Hay muchos aspectos sociales que nunca hemos abordado abiertamente, sobre todo aquellos aspectos que socialmente han sido considerados propios de mujeres, tanto en el ámbito de lo privado como de lo público. Esta postura cabe dentro de la lógica de una sociedad netamente androcéntrica en la que las mujeres hemos ido ganando espacios formales, pero nos quedan muchos espacios materiales por conquistar.

El ejercicio de la prostitución es uno de estos tantos temas que no hemos abordado abiertamente. Es una actividad, mayoritariamente practicada por mujeres, tan antigua como el mundo y en la que caben todo tipo de consideraciones con un claro tinte moral. Consideraciones perfectamente lógicas que son producto de largos siglos de influencia de una cultura judeo cristiana, y de una estructura social dominada por los hombres.

Muchos de nosotros y nosotras, vivimos de la utopía, y queremos continuar viviendo en ella, eso nos da fuerzas para incidir en la conquista de una sociedad más participativa, más igualitaria y sobre todo mucho más tolerante. Y por mucho que cueste, esa utopía se puede convertir en realidad. Acabamos de asistir a un evidente ejemplo: la Ley de matrimonios civiles, aprobada el día 30 de Junio por el Congreso de los Diputados. Esta Ley supone una conquista social porque amplia los derechos a un sector de la sociedad que se veía privado de ellos, precisamente por esa intolerancia, de carácter moral que se ha mostrado estos últimos días con toda virulencia.

La realidad también se impone en el tema que es objeto de este artículo: ahora mismo hay un numero escandaloso de mujeres que practican la prostitución. Los informes más cualificados, todos ellos de carácter estimativo, hablan de 600.000 mujeres que trabajan en la industria del sexo. Mujeres que carecen de todo derecho y que, la mayor parte de ellas, realizan esta actividad en condiciones esclavistas, sometidas a todo tipo de abusos y engrosando la economía sumergida en la que todo vale.

Muchos y profundos estudios se han realizado acerca de las causas de la práctica de la actividad de la prostitución, pero no voy a entrar en ellos. Me voy a fijar en esa realidad dura que viven las mujeres y en esta doble moral de la sociedad que las margina y denigra por realizar una actividad tan antigua como la vida misma. Esta actividad y otras, también realizadas mayoritariamente por mujeres, hay que encararlas y desde CCOO estamos dispuestos y dispuestas a hacerlo. Y con la misma fuerza lucharemos contra todo tipo de tráfico de mujeres y sobre todo contra las mafias que lo organizan.

Muchas ampollas se abren en las discusiones que se realizan acerca de la prostitución. Pero flaco favor le haríamos a las mujeres que la practican, si no fuéramos capaces de llegar a unos puntos de entendimiento, con independencia de la postura que se mantenga. Todas queremos una sociedad mejor en la que no exista explotación de los sectores socialmente más débiles, pero también todas sabemos que la realidad se impone, aunque permanezca la utopía, y esta realidad hay que mejorarla. Una manera de hacerlo, es salir de ese “impas”de las discusiones viscerales y procurar superar una situación en la que nos encontramos, y darles a estas mujeres un marco normativo que regule sus derechos y deberes. Las prostitutas tienen que tener también la categoría de ciudadanas y poder tener acceso a aquellos beneficios laborales que la mayor parte de la población trabajadora tiene y... somos las Organizaciones Sindicales las que tenemos que trabajar en la defensa de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, eso sí, arropadas por los sectores sociales que tienen el mismo empeño que nosotros y nosotras. Tenemos la obligación de contribuir a superar aquellos tiempos nefastos en los que a las mujeres que practicaban la prostitución, se las quemaba en la hoguera.

Ofelia Vila Hernández Secretaria de la Dona de la CS de CCOOPV

Comentar este artículo

SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0