Xarxa Feminista PV

LA Rebelión DE LOS CUERPOS. Mujeres Preokupando

Lunes 18 de abril de 2005

LA Rebelión DE LOS CUERPOS

Porque la represión ejercida hacia nosotras se realiza a todos los niveles, nuestra respuesta debe ser holística y nuestro posicionamiento íntegro y firme.

El Patriarcado nos divide las entrañas provocando la escisión entre pensamiento y emoción logrando así que nos alejemos forzosamente de nosotras mismas. Esta forma de vida impuesta ha conseguido una descomposición mente-cuerpo que organiza el control hacia las mujeres transformando la represión (externa) en opresión (interna). Nos han eclipsado esa sensación de libertad producto de la armonía entre la razón y el deseo, esa parte trascendental que ignoramos e incluso despreciamos.

El Poder sabe lo difícil que es "dominar” las entrañas, la pasión, los deseos; pues le ha costado milenios llegar a este grado de robotización. Primero, exterminando físicamente la vida de la manera más atroz; luego, una vez se establece el terror, la desesperación por sobrevivir, se moldea la razón utilizando el miedo con normas que castigan y torturan. Hasta lograr que se perciba como natural el estado de sumisión y necesarias también herramientas como la humillación, el dominio y la autoridad.

Contra esa separación provocada por la ordenación de los sentimientos y la organización del pensamiento: ¡Recuperemos el vínculo! ¡Re-encontrémonos! Y sintamos la vida dentro de nosotras, como un círculo donde nada es permanente sino que todo se transforma. Otorgamos más importancia al ejercicio mental (el Pensamiento: campo socialmente vinculado a los hombres) que al ejercicio físico (la Acción, que en la práctica cotidiana está desvinculada de la reflexión y queda en simples hechos, en ligereza sin consciencia ni coherencia).

¿Y si empezamos a jugar? En un mundo adultista, la creatividad nos libera del Autoritarismo con el que nos han creado. ¡Démonos la vuelta, que el mundo nos ha hecho al revés! ¿Y si utilizamos el deporte como una herramienta más? ¿ Y si nos volvemos círculo en contra de la rectitud lineal, de la alienación física?

POR EJEMPLO: J Si entrenamos (= hacer ejercicio con el propósito de ponernos a prueba a nosotras mismas) y nos agota y pensamos que no somos capaces de aguantar, de resistir el esfuerzo... y viene otro pensamiento: el SÍ PUEDO, que nos ayuda a seguir, a conseguir nuestro propósito, a sentir nuestros pensamientos. Cuando entrenamos ensanchamos nuestra capacidad y aprendemos por el lenguaje del cuerpo. Por el sentido del (con-)tacto percibimos la realidad más intensamente y sin filtros; siendo este el sentido más rápido, el que roza la intuición. Entonces nos convertimos en capaces (en “SÍ PUEDO”) Y nos desarrollamos al quitarnos fantasmas, prejuicios, miedos... De la misma manera que, cuando transgredimos las normas que nos reprimen, nos deshacemos del policía interno que nos esposa con sus mensajes autodestructivos. Porque con el tiempo, las envolturas fasciales de los músculos adquieren la cualidad dura y poco elástica de los huesos. La rigidez se extiende por toda la red fascial, el cuerpo se encierra y las articulaciones pierden libertad y facilidad de movimiento. Las relaciones de nuestro cuerpo con la gravedad se reflejan en nuestros estados de ánimo ya que las emociones están íntimamente ligadas al tono muscular³.

Al principio, cuando desarrollamos un deporte, siempre nos da la sensación de que nos cuesta mucho porque estamos descoordinadas y endurecidas físicamente y no sabemos hacer un movimiento aunque teóricamente sepamos cómo. Y es que el cuerpo tiene su propio proceso, desarrollo e inteligencia. Poco a poco dejamos de pensar tanto cuando nos movemos y el cuerpo va sólo (por automatización de movimientos), ya no prejuzgamos ni utilizamos la parte racional, simplemente sentimos.

¿Y por qué reivindicamos el sentir alejándonos del razonamiento? Porque es la razón patriarcal con la que nos han construido la que nos impide sentir nuestras entrañas. Porque el sentir también nos pone en contacto con nuestras ideas, porque sentir la lucha nos hace fuertes, porque la vida es una lucha cotidiana. Si podemos cambiar los sentimientos a partir de la reflexión también funciona a la inversa, podemos sentir los pensamientos a través del trabajo corporal.

¿Cuántas veces nos sobreviene una tristeza existencial que nos deja zombies por un tiempo, y nos impide gozar de la ilusión, del DESEO? Nosotras elegimos vivir de una determinada manera, pero también sentimos la rabia, la frustración, el dolor y sufrimiento que hacemos CONSCIENTES (pues sabemos darle a todo una explicación teórica y muy coherente). Y nos damos explicaciones psicológicas a nuestros males pero no salimos de la crisis y ante la imposibilidad de resolver el mundo (y nuestro mundo interior), nos obcecamos, nos volvemos rígidas. Y aparecen los automaltratos, la culpabilidad, la incapacidad, la infravaloración, el desgarro de una profunda pena. Y lo que nos pasa es que una autoestima descuidada nos atrapa y las garras de este maldito Sistema nos atraviesan. Pero como no sentimos nuestros cuerpos no somos conscientes de que también le estamos agrediendo. Y claro que es importante saber lo que es la autoestima y estimularla pero veamos cómo. Antes no se engañaba, se decía que el mundo era horrible, y la religión utilizaba la resignación para mantener al pueblo controlado. Ahora dicen que este mundo es maravilloso y multicolor y somos nosotras quienes tenemos el problema al no saber como ubicarnos en él. Y por eso desde las instituciones empiezan a desarrollarse terapias, talleres basados en la Inteligencia Emocional, autoconocimiento y autoestima (sin conciencia social) con el fin de acallar totalmente la rebeldía y poder integrarse perfectamente en un mundo “lleno de oportunidades”.

Ya hemos dado el primer paso imprescindible, la REFLEXIÓN; pasemos a la ACCIÓN y hagámonos conscientes de nuestros cuerpos también. ¿Cómo están? Y por ahí nos mimaremos, nos miraremos de manera diferente. Y a lo mejor, para afrontar una crisis recurriremos al movimiento, a la expresión, la intuición, la creatividad.

¡Y que salga la rabia! No democraticemos nuestras emociones con actitudes inconscientes. Transformemos el miedo, la frustración, el desamor, la culpabilidad en insubordinación, transgresión, desobediencia; y saquemos un rugido que nos haga sentir la Vida en toda su expansión y pasión.

¿Y si cuando nuestra chola está malita, perdida, confusa, nos centrásemos en los cuerpos utilizando herramientas físicas para llegar hasta ella, para (re-)encontrarla? ¿Por qué no trabajamos los cuerpos para llegar hasta la mente?

El obligarnos a movernos, sudar, (con-)centrarnos en una sola cosa es una manera sana y positiva para canalizar nuestros males y exorcizarlos. Y una vez canalizados, los controlamos (=nos volvemos activas). Los volvemos a sacar como un círculo. Esa es la forma de la energía.

Y no necesitaremos ni prozac ni otras sustancias porque nuestro cuerpo las fabricará.

Es interesante el concepto de Autoestima Física en relación con la Autodefensa. Desde pequeñas nos obligan a aceptar el daño y a resignarnos (siendo obedientes, “honrando, amando y perdonando a nuestros padres”) acallando los mecanismos de autodefensa como los sentimientos de odio, rencor y enfado (que tienen por misión separarnos de las personas que nos hacen daño evitando que nos lo vuelvan a hacer). Entonces la rabia y la cólera contenidas (inherentes a la rebelión contra la represión) se transmutan en un arsenal de destructividad y violencia humana, incluida la propia autodestructividad¹. Si siguiésemos una línea de actuación implicando primero la reflexión y luego el desahogo físico para sacar la rabia con cualquier deporte o arte de movimiento, canalizaríamos bien las emociones y nos encontraríamos más lúcidas para afrontar los conflictos. De este modo dejaríamos de tensar el esqueleto muscular hasta la rigidez para recuperar la condición del cuerpo humano deseoso y deseante. Es la vida la que está ahogada, asfixiada por las normas que han tomado cuerpo en nuestro cuerpo¹.

A veces, las crisis vienen por la separación (no casual sino más bien organizada) entre nuestra razón y nuestras emociones, cuando nos perdemos dentro de nosotras mismas porque nos alejamos demasiado y no sabemos volver. Nos han dicotomizado y para ir contra esta maquinaria no he conocido mejor herramienta que darle conciencia al cuerpo. Aprender a “escucharle” y a “hablarle” para conocerlo, romperemos así las cadenas de nuestros cuerpos.

Cuando nos relajamos estamos más sensibles y más lúcidas para afrontar situaciones. Así estamos más serenas para decidir, para continuar, para analizar y considerar... lo que queramos. Busquemos nuestra fuerza desde dentro: ¡Inspiremos música y expiremos ruido!

Después del deporte en concreto, la respiración-relajación es la última etapa y vendría a ser para el cuerpo como la conclusión en un discurso, la valoración de nuestra práctica. Y logramos más equilibrio.

¡Flexibilicemos los pensamientos con el cuerpo!² Porque cuando estamos obcecadas y rígidas nos paralizamos. Movámonos, deshagámonos de las cargas, motivemos al cuerpo, seamos conscientes de nuestra energía para valorar y percibir una realidad desde la globalidad.

Recuperemos el vínculo EMOCIÓN Þ REFLEXIÓN Þ ACCIÓN Y eso ya nos tranquilizará pues nos proporciona coherencia e integridad.

Y que nos podremos flipar más o menos pero no nos neguemos la prueba. Vencer la alienación , el bloqueo, la rigidez y los dolores corporales con trabajo físico también significa cuestionar, desaprender y subvertir el Orden que ha tomado forma en nuestros cuerpos, porque esta cultura ha calado hasta los huesos.

¡Hagámonos agua, retumbemos dentro de nosotras mismas! Porque si nuestro cuerpo es un campo de batallas: RE-OkUPÉMOSLO! Aprendemos y desarrollamos valores y actitudes que están activados por la reflexión y eso nos hace trascender, sentirnos seguras y autoafirmarnos. Pero la realización de una actividad física también posibilita canalizar la rabia, desarrollar el autocontrol físico y otorga una serie de valores como la intención (que da razón al acto), capacidad de superación, compromiso con una misma y con las demás-compañerismo, confianza, aceptación, la recompensa física del sentir(-lo) que no es lo mismo que el saber(-lo), la intuición (una de las mejores armas de autodefensa).

¡Que la realidad la percibimos primero a través del cuerpo!

Bibliografía:

¹ - La represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente. C.Rodrigañez y A. Cachafeiro. ² - Las voces del desierto. M. Morgan. ³ - Plenitud corporal con el Rolfing. P. Schwind.

Comentar este artículo

SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0