Violencia machista: el doble asesino de Llíria se enfrenta a 53 años por matar a su ex y a su suegra delante de su hijo

La Fiscalía lo considera autor de dos delitos de asesinato, en presencia de su hijo de tres años, quebrantamiento de condena y tenencia ilícita de armas

ignacio cabanes valència 24.06.2019 Levante.emv

El 8 de noviembre de 2015 la localidad de Llíria se tiñó de sangre y dolor con la muerte de dos de sus vecinas; Elvira Maldonado y su madre Magdalena. Ambas fueron asesinadas a tiros en plena calle por el excompañero sentimental de la primera, en presencia del hijo de ambos, de apenas tres años. Leonardo M. C., presunto autor del doble asesinato, quien acudió desde Villena para cometer su crimen -incumpliendo además la orden de alejamiento respecto de la madre de su hijo-, se enfrenta ahora a una pena de 53 años de prisión por dos delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas y quebrantamiento de condena.

Así lo solicita el Ministerio Fiscal, que aprecia también la circunstancia agravante de parentesco en el caso del asesinato de su expareja. El fiscal remarca que ninguna de las dos mujeres tuvo «en ningún momento la oportunidad de defenderse ni de reaccionar ante el ataque violento y sorpresivo de Leonardo». De hecho, el acusado presuntamente descerrajó tres tiros en el pecho a su expareja y acto seguido disparó dos veces contra su exsuegra. Después, sin importarle siquiera que la mujer de 67 años estuviera indefensa en el suelo y suplicando por su vida, el asesino machista recargó el revólver, le cogió del pelo y al comprobar que seguía viva la ejecutó de otros tres disparos a bocajarro.

La estrategia de la defensa en el juicio será tratar de acreditar que el acusado padece un trastorno mental y que por lo tanto no era consciente de sus actos cuando cometió el doble crimen. Este mismo argumento ya le valió al procesado para eludir su responsabilidad penal en un juicio en 2001 por una agresión con arma blanca a un vigilante de una discoteca. En aquella ocasión la Audiencia Provincial de València lo condenó a tres años de internamiento psiquiátrico tras contemplar la eximente completa de enajenación mental.

Sin embargo, esta vez será mucho más complicado que dicha argumentación le permita eludir la prisión ante un jurado popular al tratarse de un crimen machista con dos víctimas, madre e hija, donde todas y cada una de sus acciones fueron premeditadas y fruto de su carácter violento, como así tratarán de acreditar las acusaciones. En la vista oral también se tendrán en cuenta las numerosas cartas que ha remitido el acusado desde prisión tanto a la jueza como a la policía. En una de ellas incluso inculpaba a su propio hermano como autor de los crímenes, solicitando un careo con él, como ya adelantó Levante-EMV.

El móvil machista del crimen se aprecia en las amenazas vertidas contra su expareja días antes de los asesinatos. Así, una amiga de Elvira relató a este periódico que la mujer estaba atemorizada ya que su expareja y padre de su hijo le había amenazado con matarla a ella y a su madre -a la que consideraba culpable de su ruptura- si no volvía con él.

Además, el juzgado de violencia sobre la mujer número dos de València ya había dictado en abril de 2015 una orden de alejamiento de 300 metros que le prohibía aproximarse a su expareja y comunicarse con ella por una brutal paliza anterior. Ello no impidió que el acusado, conocedor de dicha medida, de desplazara desde Villena con el hijo de ambos hasta Llíria, donde había quedado con la víctima para entregarle al menor.

El coche lo conducía un amigo del acusado, quien fue detenido también por la Guardia Civil durante el transcurso de las investigaciones. Esta persona desconocía las intenciones homicidas del acusado, como así ha quedado probado, de ahí que la fiscalía no lo acuse de delito alguno.

Leonardo M. C. portaba escondido en una riñonera un revólver del calibre 38, del cual carecía de licencia, y con el que tenía planeado matar a su expareja. Así, a la altura de la calle València de Llíria, sobre las 17.00 horas del 8 de noviembre de 2015, «ordenó al conductor que detuviera el vehículo, bajó revólver en mano y se dirigió rápidamente hacia Elvira, a quien sin tiempo para reaccionar y de forma sorpresiva disparó tres veces en el pecho matándola en el acto», según el relato del fiscal.

Acto seguido encañonó a su suegra, a quien disparó dos veces y, tras recargar, ejecutó de otros tres tiros estando ya en el suelo totalmente indefensa. Todo ello en presencia de su hijo de tres años, quien salió corriendo despavorido por las detonaciones hasta que una vecina lo encontró deambulando por la calle y lo puso a salvo.