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Thelma Cabrera, candidata indígena que aspira a hacer historia en Guatemala

Domingo 16 de junio de 2019

Pese a estas buenas intenciones y salvo sorpresas de última hora, Cabrera quedará fuera de la contienda presidencial, ya que el último sondeo la colocaba quinta en intención de voto.

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Una imagen de Thelma Cabrera durante un acto electoral. REUTERS/Luis Echeverria

Guatemala 16/06/2019 Asier Vera Santamaría Público

“Soy defensora de los derechos de los pueblos y de la madre tierra”. Así se ha presentado en todos los mítines políticos Thelma Cabrera, quien este domingo podría convertirse en la primera mujer indígena en pasar a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Guatemala. Ya lo intentó en 2007 y 2011 la Premio Nobel de la Paz (1992) Rigoberta Menchú, también indígena de la etnia k’iche, si bien quedó en una séptima y sexta posición, respectivamente.

Ahora es el turno de Cabrera, perteneciente a la etnia maya mam, de 49 años y que aspira a acabar con el “estado fallido y podrido” en el que se ha convertido Guatemala mermado por una corrupción endémica, que arrastra a la pobreza a cuatro de cada cinco personas indígenas. Así, la pobreza en este sector de la sociedad, que representa al 41 por ciento de los 16 millones de habitantes, es 1,7 veces mayor que en la población no indígena, según la última Encuesta de Condiciones de Vida realizada en 2014. Así, este estudio refleja que ese año, el 39,8% de la población indígena se encontraba en extrema pobreza, frente al 12,8% de la no indígena.

Ante tal panorama desigual, no es de extrañar que Thelma Cabrera pretenda revertirlo y romper el statu quo de Guatemala, donde sucesivos presidentes no han hecho nada para evitar que los pueblos indígenas se lleven la peor parte. “Ya es momento de pensar y hacer conciencia”, remarca esta mujer, casada desde los 15 años y madre de cuatro hijos, quien reconoce que solo ha estudiado hasta sexto de Primaria, ya que ha dedicado toda su vida a trabajar en casa y en el campo en la aldea de Sinabá de donde es originaria, a 195 kilómetros de la capital.

Precisamente, el campo la ha aupado a aspirar a la Presidencia de Guatemala, teniendo en cuenta que desde 1993, Cabrera forma parte de la Coordinadora de Desarrollo Campesino (CODECA), donde fue aumentando su participación hasta que en 2009 se integró a la Dirección Nacional de esta entidad que lucha por los derechos de los pueblos campesinos y originarios. Por primera vez, CODECA no quiso que su lucha se circunscribiera únicamente a las movilizaciones en las que participan miles de personas, sino que decidió crear un brazo político, denominado Movimiento de Liberación de los Pueblos (MLP) con el que se presentó a las elecciones de este domingo nombrando a Thelma Cabrera su candidata.

Así, Cabrera recalca que ella ha sido elegida por las asambleas de las comunidades, que, según asegura, ya están “cansadas” del “despojo que sufren de sus riquezas y sus bienes desde más de 500 años”. Por ello, pretende llegar a la Presidencia del país centroamericano aupada por un movimiento “contra la discriminación, la explotación y la exclusión de los indígenas”, que no surge cada cuatro años para las elecciones, como sucede con el resto de partidos, sino que se trata de una “trayectoria de lucha”.

"Nacionalización de todos los bienes"

Mientras el resto de candidatos realizan propuestas populistas e inviables como instaurar la pena de muerte contra los delincuentes o sacar las cárceles de las ciudades, la candidata del MLP se centra en los problemas reales de los pueblos indígenas y promete la “nacionalización de todos los bienes y recursos que hay en el país, como la energía eléctrica, la educación y la salud”. Asimismo, Cabrera defiende la creación de una ley antimonopolios, así como revisar las concesiones y uso de recursos naturales para evitar que empresas extranjeras de minas e hidroeléctricas esquilmen los ríos y las montañas del país obligando al desplazamiento de las comunidades indígenas.

La candidata del MLP también pretende saldar la deuda histórica que Guatemala tiene con los pueblos indígenas desde la firma de los acuerdos de paz en 1996, que pusieron fin a una cruenta guerra civil de 36 años, pero que no resolvieron los problemas del país, como poner en marcha una reforma agraria. Por ello, ya ha planteado la creación de una Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional que se encargue de redactar una nueva Constitución que tenga en cuenta la diversidad nacional de Guatemala, donde viven 22 comunidades mayas, así como los pueblos xinca, garífuna y mestizo. El Plan de Gobierno del MLP se basa en lo que este partido ha denominado como ‘El Buen Vivir’, que consiste en que “todos los guatemaltecos tengan una educación de alta calidad y un eficiente sistema de salud, sin importar si estos servicios son públicos o privados; que tengan acceso a tres tiempos de comida de buena calidad y a servicios básicos como agua, luz, teléfono y transporte de buena calidad y a buen precio”.

Pese a estas buenas intenciones y salvo sorpresas de última hora, Cabrera quedará fuera de la contienda presidencial. Así lo revelan las últimas encuestas que le dan una intención de voto del 7,6 por ciento situándose en quinto lugar, muy por debajo de los dos candidatos que podrían disputarse la Presidencia del país en una segunda vuelta electoral en agosto: Sandra Torres (20,2 por ciento de intención de voto) y Alejandro Giammattei (14,4 por ciento). “Cualquiera que ganase de los dos generaría un retroceso en los esfuerzos que se han hecho para reformar y modernizar el Estado”, asegura a Público la politóloga de la Universidad Francisco Marroquín Marielos Chang. Así, critica que ambos representan “una opción de continuidad del poder y de la captura del Estado” iniciada por el actual mandatario Jimmy Morales que se ha dedicado toda la legislatura a poner trabas en la lucha contra la corrupción impulsada por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, a cuyo comisionado, Iván Velázquez, prohibió la entrada al país. Precisamente, Morales se ha negado a renovar el mandato de este organismo de la ONU que apoya a la Fiscalía en la investigación de casos de corrupción que le afectan a él y a su familia y que finaliza su trabajo el próximo 3 de septiembre.

Precisamente, la Fiscalía pidió retirar la inmunidad a Sandra Torres (UNE) para investigarla por financiamiento electoral ilícito durante la campaña de 2015, si bien ello no ha impedido que continúe su carrera presidencial y que sea la que a priori vaya a ganar los comicios de este domingo, aunque no con la suficiente mayoría para evitar una segunda vuelta el 11 de agosto. Su contrincante podría ser Alejandro Giammattei (VAMOS), quien lleva desde 2007 intentando convertirse en Presidente de Guatemala presentándose a cuatro elecciones seguidas con partidos diferentes. En 2010, estuvo diez meses en prisión preventiva por su supuesta implicación en la ejecución extrajudicial de siete presos en una cárcel de Guatemala en 2006, cuando él ostentaba el cargo de Director del Sistema Penitenciario, si bien en 2011 se cerró la investigación en contra suya. Antes de celebrarse los comicios, Giammattei ya se ve ganador, tal como lo refleja el hecho de que esta misma semana presentó en una rueda de prensa a quienes serán sus futuros ministros.

Para Hugo Novales, politólogo de la Universidad Rafael Landívar, Giammattei y Torres “representan una ralentización en la lucha contra la corrupción y la impunidad” que iniciaron miles de personas en 2015, que salieron a las calles a protestar contra el Gobierno del entonces Presidente Otto Pérez Molina, quien guarda prisión preventiva desde ese año acusado de distintos casos de corrupción. “El país va hacia atrás respecto a lo que se hizo a partir de 2015”, lamenta.

"Racismo" contra Thelma Cabrera

Así, ni Novales ni Chang consideran que Thelma Cabrera va a lograr ir a la segunda vuelta electoral, si bien auguran que su presencia en estos comicios “le va a ser útil” por si se volviera a postular en las elecciones de 2023, donde tendrá “mejores posibilidades”. Ana Lucía Reina es una joven de la capital que reconoce que va a votar por la candidata indígena, dado que, a su juicio, es la única candidata con la que “puede haber un cambio real en Guatemala”. Pese a que Reina no es indígena, entiende que Cabrera se vaya a enfocar en el área rural, porque es la parte “más afectada” por la pobreza. No obstante, augura que tiene nulas posibilidades de ganar, debido al “racismo” existente en las áreas urbanas, donde mucha gente piensa que esta candidata solo “va a dar prioridad a los indígenas en venganza por todas las cosas que pasaron en el conflicto armado” cuando fueron masacradas 200.000 personas, la mayoría de etnia maya.

No obstante, en opinión del politólogo de la Universidad Rafael Landívar, Cabrera tiene la ventaja de que puede capitalizar los votos de sectores más progresistas que tenían la intención de apoyar a la exfiscal general y candidata por el partido socialdemócrata Semilla, Thelma Aldana, quien finalmente no fue inscrita por parte del Tribunal Supremo Electoral quedando fuera de la lucha electoral. Lo mismo le sucedió a Zury Ríos, hija del exdictador fallecido Efraín Ríos Montt, a quien la Corte de Constitucionalidad le prohibió presentarse a las elecciones por ser hija de quien diera un golpe de Estado en 1982.

La no inscripción de Aldana allanó el camino a Thelma Cabrera, que podría aglutinar en los comicios de este domingo un voto de protesta contra el actual sistema en el que “la mayoría de la gente está asqueada de la oferta electoral”, señala Marielos Chang. Pese a ello, vaticina que en estas elecciones, “no se va a lograr reducir la captura del Estado por parte de las élites políticas, sino que hay que apostar a un largo plazo de cuatro u ocho años cuando surjan nuevas ofertas políticas a raíz de esta crisis”.

Asimismo, las elecciones de este domingo se celebran en un clima de amenaza por parte de la Asociación de Soldados Veteranos Militares de Tropa que el pasado 20 de mayo avisaron de que iban a boicotearlas incluso con bombas si no se cumplían sus exigencias de resarcir a los militares con un pago de 85.000 quetzales (10.000 euros) y una casa por los servicios prestados durante el conflicto armado. A pocos días de que la población vote, el fiscal de la Fiscalía de Delitos Electorales, Óscar Schaad, quien había comenzado una investigación de oficio, ha pedido un permiso de tres meses para abandonar el país tras haber recibido amenazas de muerte. “Las injusticias que vivimos es lo que me hizo caminar”, zanja Thelma Cabrera, quien podría hacer historia en Guatemala erigiéndose en la primera mujer indígena en liderar el país centroamericano después de haber “sido gobernados por militares, empresarios, académicos y por un comediante últimamente”, en referencia a Jimmy Morales, quien concluye su mandato el 14 de enero de 2020.

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