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Socorrismo: experiencia feminista y acontecimiento político

Jueves 23 de febrero de 2023

Las labores de acompañamiento a mujeres que necesitan abortar cumplen diez años en Argentina y empiezan a extenderse por otros países latinoamericanos

Laura Rosso/ Irupé Tentorio 22/02/2023 CTXT

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Sin título. (Paula Rego).

El socorrismo es en Argentina un activismo feminista que acompaña a mujeres que decidieron interrumpir sus embarazos. Se trata de una articulación de colectivos heterogéneos que se extienden por todo el territorio argentino. Se denominan Socorristas en Red (feministas y transfeministas que abortamos) –en adelante, SenRed– y, desde hace más de diez años, brindan información siguiendo los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde sus inicios en 2012, y hasta la actualidad, el socorrismo estuvo signado por la presencia de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, sumado a alianzas y articulaciones construidas junto al sistema de salud, a la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, a la Red de Acceso al Aborto Seguro (REDAAS) y a otras redes de acompañantes de América Latina y el Caribe.

El socorrismo ha sido impulsado en Argentina desde la Patagonia, por las integrantes de la Colectiva La Revuelta, en la provincia de Neuquén. Enlazadas en una red, acompañan a quienes quieren abortar, trazando un camino para lograr que el aborto, además de legal –tal como se consiguió en Argentina el 30 de diciembre de 2020– sea libre y cuidado.

El 24 de enero de 2021, entró en vigencia la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), sin embargo el socorrismo todavía mantiene un alto volumen de acompañamientos. Sobre esto Ruth Zurbriggen, socorrista y fundadora de La Revuelta, Neuquén, dice: “Queremos extender la ley más y más, hacer vivir su texto en toda su magnitud y densidad para que la vivencia del aborto no sea algo vergonzante e indigno”.

A lo largo de estos diez años, Socorristas en Red diseñó estrategias que se sostienen en acuerdos políticos y colectivos, para que más mujeres accedan a abortos cuidados a través del uso de medicación. También, desarrollaron sus propias herramientas y, desde 2015, toman datos, los sistematizan y socializan. Así es como registran cada acompañamiento que realizan y recaban información contundente. Por ejemplo, desde 2014 y hasta 2021 inclusive, hubo 69.152 mujeres que acudieron a los talleres, en diferentes provincias argentinas, donde se les brindó información sobre los usos seguros de la medicación para abortar. Este registro, publicado en junio de 2022 en la web socorrista, indica que hasta la actualidad, en el sistema comunitario de salud (autogestionado) los acompañamientos fueron en total 49.975.

El socorrismo entiende que en la salud está la posibilidad de resolver los problemas que se presentan, y también en la búsqueda por atender la singularidad de cada persona a la que acompañan. En ese sentido, un aborto por vía comunitaria implica la autogestión de ese proceso sin pasar necesariamente por el sistema de salud formal.

¿Cuáles son las estrategias pilares de este acompañamiento? Quien quiere abortar se comunica telefónicamente al número de la línea pública de cada localidad. Se concreta un encuentro en el que se brinda información y luego cada persona se lleva un número de contacto de la socorrista que estará a cargo de su acompañamiento durante el proceso del uso de la medicación. Ese seguimiento continúa telefónicamente hasta que finaliza el proceso del aborto. Las mujeres y otras personas con posibilidad de gestar abortan con mifepristona y misoprostol, o con misoprostol solo. El momento final arriba con el control médico postaborto y, si quien aborta lo considera necesario, con profesionales que garanticen el cuidado de la salud y les brinden información sobre métodos anticonceptivos. “Queremos promover el acceso a la información y a los cuidados posibilitando la autonomía”, señala Belén Grosso, socorrista de la colectiva La Revuelta, desde Neuquén.

De estos llamados que buscan acompañamiento para abortar, muchos son de niñas y adolescentes, que con la urgencia de tener información sobre cómo abortar, se comunican con las socorristas. En Argentina, desde el año 2006, existe la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), que obliga a las escuelas públicas y privadas a que se dicten de manera integral estos contenidos. Pero, a pesar de ello, en la actualidad no se cumple en su totalidad en todos los establecimientos educativos. Es decir, que muchos de los llamados y talleres que se llevan a cabo, además de ser contenedores, son también pedagógicos. Así fue como en 2019, luego de que en 2018 Argentina diera su primer debate político sobre el derecho al aborto y por el volumen de llamados que recibían de adolescentes, SenRed generó estadísticas focalizadas en embarazos de niñas y adolescentes, registrando que hasta el 2021 inclusive, un total de 441 adolescentes y niñas se contactaron con socorristas. De ese registro surgió que 337 menores abortaron acompañadas. María Elena Ale, socorrista de la provincia de Entre Ríos, señala: “Desde el socorrismo ponemos en el centro el cuidado de la vida y de la salud para que los abortos se lleven a cabo desde el acompañamiento feminista, sin culpas y sin miedos”.

La legalización en Argentina no dejó inactiva la práctica del socorrismo, sino que, muy por el contrario, los llamados aumentaron porque es sabido que una ley no destierra las malas prácticas aunque su texto y su protocolo apunten a eso. Para SenRed, la apuesta sigue siendo hacer del acompañamiento una práctica política para cambiar el modo en el que los abortos son percibidos socialmente. “Ahora explicamos cómo se deben enfrentar las barreras de las estructuras públicas y seguimos con nuestra idea de acompañar en el aborto: escuchar y ayudar en una práctica de empatía y apoyo emocional sin prejuicios ni vergüenza”, explica Belén Grosso, desde Neuquén.

Existen diversas problemáticas para acceder a un aborto seguro en algunos territorios de Argentina (especialmente en las provincias del norte de país, cuyo personal de salud muchas veces se declara objetor de la práctica), que se suman a la poca información sobre la nueva ley (IVE), a la falta de educación sexual, a la vulnerabilidad de ciertas poblaciones y los problemas en algunas fronteras por las que llegan migrantes para abortar en Argentina. Esos son algunos de los desafíos que esta red tiene que sobrellevar para acompañar. Los datos más recientes, publicados digitalmente en junio de 2022, en el Informe de Sistematización de Acompañamientos a Abortar, mencionan que los acompañamientos en el sistema de salud formal fueron de un total de 10.547. Esas personas han sido acompañadas por integrantes de SenRed, a quienes además se les sugirió dónde acudir para que se encuentren con profesionales garantistas del derecho y –en la medida de lo posible– con compromiso de atenciones humanizadas e integrales.

Desde SenRed señalan que las personas abortan más allá de la situación socioeconómica, de las creencias religiosas y de tener hijos/as con anterioridad.

Con la aprobación de la Ley de Identidad de género en 2012, se empezó un trabajo de concientización en la sociedad sobre la convivencia con otras identidades sexuales y esto implicó desafíos importantes dentro del sistema de salud formal y la comunidad LGBTIQ+. Por eso, SenRed consideró incluir estadísticas sobre quienes abortan teniendo en cuenta la identidad de género autopercibida y, también, incluyó a aquellas personas con alguna discapacidad, en relación a sus derechos sexuales y reproductivos. Esto ha sido de vital importancia para poner el tema en la agenda pública y para impulsar los cambios legales, políticos, sociales y culturales necesarios para garantizar el pleno cumplimiento de estos derechos. El sentido de este desglose ha sido para comunicar que no solamente las mujeres cisheterosexuales y sin disfuncionalidades son quienes abortan, y que existe un interés por visibilizar la autopercepción de género y la discapacidad. De ahí que el último informe arrojó que de un total de 13.405 mujeres que abortaron, 28 fueron personas que se autopercibían como de ningún género, cinco lesbianas, 23 no binaries y 11 varones trans, mientras que 23 personas marcaron la categoría “otros”. Sobre el ítem de discapacidad, se supo que sobre un total de 13.502 personas que participaron de talleres de acompañamiento, 106 refirieron tener alguna discapacidad.

Red Compañera en América latina

En varios países de América Latina y el Caribe la situación para transitar un proceso de aborto es aún ilegal (o solo legal por causales) y además está penalizado. Por esta situación, en mayo de 2021, activistas de toda Latinoamérica y el Caribe lanzaron públicamente La Red Compañera. Se trata de una red que se encuentra en 15 países en donde 21 agrupaciones –algunas públicas y visibles y otras no tanto– promueven el acceso a la información y a los cuidados posibilitando la autonomía de quienes necesitan abortar, y generando, además, conocimiento e incidencia en la práctica concreta.

La Red Compañera permite un hacer colectivo entre grupos de Chile, México, Argentina, Uruguay, Colombia, Ecuador, Bolivia, entre otros.

América Latina es el segundo continente a nivel mundial con la mayor tasa de embarazos en niñas y adolescentes. Gran parte de estos embarazos son producto de violaciones intrafamiliares, fundamentalmente en niñas menores de 15 años. Ecuador está entre los países con índices más altos de embarazo adolescente de América Latina. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), entre 2009 y 2016, 17.448 niñas menores de 14 años fueron obligadas a parir como consecuencia de una violación. Sólo en el 2020, la cifra llegó a 3.000. En Perú el aborto es ilegal salvo en caso de amenaza de la vida o la salud de la persona gestante, que es conocido como aborto terapéutico y fue sancionado en 1924. El Código Penal del país expresa que quien se practique un aborto inducido puede tener una pena de hasta dos años de prisión. Sin embargo, aunque el aborto terapéutico está permitido legalmente, en la práctica se presentan trabas para acceder a este derecho, lo que lleva a que las mujeresaborten de forma insegura poniendo en peligro su vida. En Brasil el aborto es considerado un crimen en casi todos los casos y es difícil acceder a través del sistema de salud. La legislación vigente de ese país señala que el aborto no es punible si corre grave riesgo la vida de la mujer, si el embarazo es producto de una violación o si “el feto es portador de anencefalia”, una malformación cerebral congénita, en ese caso, sin límites de semanas de gestación.

El derecho al aborto sigue siendo un punto de tensión incluso en aquellos países donde está legalizado. Sin embargo, sea legal o no, las mujeres abortan y en esa decisión es importante poder estar acompañadas/es. Por eso, tanto Socorristas en Red como las demás colectivas que integran la Red Compañera en América Latina y el Caribe, existen y trabajan en esa perspectiva.

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Socorristas en Red https://socorristasenred.org/

Red compañera: https://redcompafeminista.org/

Colectiva La Revuelta, Neuquén http://larevuelta.com.ar/

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