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Rompamos el silencio que ampara el abuso sexual

Martes 18 de abril de 2017

Un 45% de las deportistas ha sufrido algún tipo de violencia sexual durante su carrera deportiva

Matilde Fontecha 15/04/2017 - eldiario.es

Barcelona ha acogido en pocas semanas dos eventos con un nexo: dar voz a víctimas de la violencia sexual. Estas personas, a quienes robaron su infancia y cercenaron su vida, han cargado con la culpa de los delitos que cometieron contra ellas. Años después y tras superar muchos obstáculos, han decidido dar su testimonio. Desconozco si son conscientes de que su generosidad no solo ha ayudado a otras personas que han vivido situaciones similares, sino de que también nos han regalado el entendimiento.

Es difícil romper el silencio, pero cuando alguien lo hace se suelta un nudo en las entrañas de quien ha padecido abuso sexual. Lo sabe muy bien Chelo Álvarez-Stehle, que cada vez que proyecta su maravilloso documental “Arenas de Silencio: Olas de Valor” se asegura de contar con apoyo psicológico en la sala, ya que en el coloquio posterior siempre hay alguien que da rienda suelta a su historia, hasta ese momento, guardada bajo siete llaves.

Acerca de este galardonado documental y de la labor que está llevando a cabo su directora no diré nada más, hay que verlo, hay que vivirlo.

El segundo evento ha tenido lugar el 29 de marzo: el Fórum "Rompamos el silencio en el deporte". Se enmarca en el proyecto VOICE For Truth and Dignity cofinanciado por la Unión Europea y cuyo objetivo es combatir la violencia sexual en el deporte a través de las voces de las personas afectadas.

Los datos aportados en la investigación permitirán crear una plataforma para el intercambio de conocimientos y de recursos educativos, así como desarrollar estrategias para que la práctica deportiva se lleve a cabo en un entorno saludable y libre de todo riesgo.

Esete Fórum -organizado por Montse Martín de la Universitat de Vic, el Consell Català de l’Esport y la Fundación Vicki Bernadet- ha sido el primero de los ocho encuentros que tendrán lugar en el resto de países del proyecto: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Hungría y Reino Unido.

El objetivo del encuentro era escuchar las voces de las víctimas de violencia sexual en el deporte, para que las instituciones reconozcan públicamente su existencia.

Efectivamente, se contó con representación de diversas instituciones, pero fueron más evidentes las ausencias. Fue lamentable la ausencia del Consejo Superior de Deportes y demás Instituciones Deportivas que, con la excepción de una proporción mínima de federaciones y clubes, han perdido la oportunidad de escuchar las Voces para y por la verdad y la dignidad.

Es difícil romper el silencio, pero cuando alguien lo hace se suelta un nudo en las entrañas de quien ha padecido abuso sexual

Es una pena que los directivos deportivos perdieran la ocasión de escuchar la voz de dos exdeportistas que con su valentía, sus testimonios y su impecable actitud propiciaron una sesión mágica. La manera exquisita con la que Marta Gens y Roger Grimau condujeron esta difícil tarea contribuyó a que las personas presentes acabáramos la jornada siendo algo menos ignorantes.

Señores del deporte, los abusos sexuales contra menores cometidos en el pasado no tienen vuelta atrás, pero es su responsabilidad evitar las agresiones que siguen perpetrándose. Es su deber tomar conciencia de que son objeto de abuso sexual niñas y niños, pero los abusadores siempre son varones, habitualmente, los entrenadores. Porque el abuso sexual conlleva abuso de poder y en el mundo del deporte sigue primando una metodología basada en el autoritarismo. Deben entender que la violencia sexual es consecuencia del machismo que impregna el mundo del deporte.

El machismo es una enfermedad que se cura con formación. Por eso, es su deber establecer planes de formación en temas de igualdad que les posibilite frenar las malas prácticas en el deporte.

No es solo mi opinión. Desde el Parlamento Europeo o el Comité Olímpico Internacional se insta a las federaciones deportivas a que adopten medidas para prevenir y eliminar el acoso y el abuso sexual en el deporte, a través de: la información sobre el riesgo de abuso, de manera especial a las niñas deportistas y a sus padres; la formación específica al personal de las organizaciones deportivas en temas de género en el deporte; y a que cumplan las medidas disciplinarias correspondientes.

Si leen los documentos y materiales existentes, podrán saber, por ejemplo, que según los estudios realizados por Kary Fasting en varios países, un 45% de las deportistas ha sufrido algún tipo de violencia sexual durante su carrera deportiva. O que los datos aportados en el I Congreso Europeo sobre Acoso y abuso sexual en el deporte indican que un 5% de los niños y un 10% de las niñas sufren abusos sexuales graves en el deporte.

Si les parece mucha labor, les sugiero empezar por leer la Guía para la prevención de acoso y abuso sexual a mujeres en el deporte publicada por Emakunde y Gobierno Vasco. En ella se recoge la documentación e investigaciones básicas al respecto y se aporta información y pautas para hacer un protocolo de actuación.

El próximo junio hará dos años desde que dicha guía se presentó y se puso a disposición de todo el mundo. A día de hoy, ¿cuántas federaciones han establecido un plan serio de actuación contra el acoso y abuso sexual? ¿Ninguna? Y, por favor, no me digan que es una medida seria exigir a los entrenadores de atletismo un certificado que acredite la carencia de condenas por delitos sexuales.

Es cierto que existe el Protocolo para la prevención, detección y actuación frente al acoso y abuso sexual de las federaciones deportivas, copia del documento del Comité Olímpico Español y del Consejo Superior de Deportes. Sin embargo, la filosofía que sustenta su letra incurre en errores que no facilitan abordar con garantía los casos de violencia sexual. Pondré solo dos ejemplos:

- 1º “El Comité Asesor, estará integrado por el Presidente de la Federación que lo presidirá, y dos miembros de la Federación”. No es de recibo. Dicho comité deberá estar compuesto por personas asesoras externas con cualificación específica.

- 2º Una vez denunciado un caso de abuso sexual, “El Comité Asesor adoptará alguna de las siguientes decisiones en el plazo máximo de cinco días hábiles: A. Archivar el caso por considerar que no ha existido Acoso o Abuso Sexual.” ¿Esto presupone que lo más habitual será una denuncia falsa?

El daño que sufrió un niño o una niña víctima de abuso sexual, que le abocó a vivir sintiéndose culpable, a desconfiar de otras personas, a no aceptar su cuerpo, es irremediable. Sí podría ser parcialmente reparado si el abusador fuera condenado y cumpliera la pena. Pero hasta ese derecho se les niega, en este caso, paradójicamente, la propia Justicia.

Ha transcurrido casi un año desde que el 11 de mayo de 2016 Miguel Ángel Hurtado, víctima de abusos por parte de un sacerdote, Gloria Viseras, víctima de abusos sexuales por parte de su entrenador de gimnasta olímpica y Vicki Bernadet entregaron 306.000 firmas en el Congreso de los Diputados en Madrid, al objeto de que los delitos de abuso sexual infantil no prescriban.

¿Cuánto tiempo debe transcurrir hasta que se modifique una ley tan bochornosa que permite salir indemnes a los hombres que han cometido uno de los más graves delitos contra los derechos humanos?

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