Recetas para un periodismo feminista

El I Encuentro sobre feminismo y medios aborda el poder, la movilización y el acoso a las periodistas

Cristina García Casado 23-09-2018 La Marea

Ellas no son jefas, son mandonas. Cuando llegan alto, la sospecha: con quién se habrá acostado esa. El perfil de Melania Trump, hazlo tú, que eres mujer y sabes de esas cosas. “Eres Pepita y Anita, una menor de edad permanente. Tus compañeros hombres son críticos, tú eres una mal follada. En una entrevista, ellos están muy bien documentados, tú eres agresiva”. Pepa Bueno, directora y presentadora de Hoy por hoy en la cadena SER, recordaba así la retahíla de dobles raseros que son el pan de cada día de las mujeres periodistas.

El Palacio Cibeles de Madrid se llenó este jueves de morado y de ganas. Las inscripciones se agotaron con rapidez, todas (“y algún todo”, como dijo la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo) queríamos estar allí. El 8-M fuimos un país “brillante”. El “gran país” de la movilización feminista. La también responsable de Igualdad eligió estas palabras para abrir el primer Encuentro de Feminismo y Medios organizado por la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid.

En las doce horas de paneles, talleres y tertulias de pasillo, se habló mucho de los problemas que sufren las profesionales de la comunicación: acoso en las redes sociales, desproporción entre mujeres y hombres en los altos cargos, publicidad sexista, tiranía de la imagen de las periodistas de televisión y machismos cotidianos a la hora de juzgar su trabajo. Pero para cada uno de estos males se recetó un remedio. “El feminismo vive un momento único que hay que aprovechar con inteligencia, eficacia y estrategia”, emplazó la vicepresidenta. Las periodistas lo saben y lo van a poner por escrito. De este encuentro saldrá una guía práctica.

El núcleo serán las conclusiones de los talleres: movilización, información con perspectiva de género y antirracista, diversidad de género y violencia de género.

Mientras se diseña una acción común, cada una tiene su propio método. Por ejemplo, para abordar el acoso. Carmen Aguilera, directora de El intermedio en La Sexta, propuso elaborar un protocolo spbre cómo trabajar en la red. Ana Pastor, directora y conductora de El Objetivo en la misma cadena, y fundadora de Newtral, responde siempre a los ataques. “No voy a callarme nunca ante un ‘puta’ en las redes sociales”, deja claro en el nuevo documental del International Press Institute (IPI) y la PDLI sobre el acoso digital a mujeres periodistas en España, del que se pudo ver un avance en el encuentro en Cibeles. “Voy a sonrojar a quien lo dice y a denunciar. No quiero que mis hijos vivan en un país donde pasa esto y se mira para otro lado”, explicó. Ana Pardo de Vera, directora del diario Público opta a veces por exponerse menos. Pepa Bueno sigue el refrán popular “No hay mejor desprecio que no hacer aprecio”. Los ignora.

Las mesas de debate, como las facultades y las redacciones, estuvieron llenas de mujeres. Los despachos son otra historia. Las periodistas representan el 64% de profesionales del sector, pero los hombres ocupan el 73% de los cargos directivos. “Cada vez son más, pero todavía son muy pocas”, señaló Sonia Sánchez, coordinadora del área Mujer en la PDLI y maestra de ceremonias del encuentro. “Los consejos de administración son la gran conquista que nos queda. El poder económico sigue siendo de ellos”, apuntó Ana Pardo de Vera.

En el Ayuntamiento de Madrid se habló de continente y de contenido. “No podemos seguir perpetuando el machismo a través del periodismo que hacemos”, sostuvo Virginia Pérez Alonso, presidenta de la PDLI y codirectora de Público. Del periodismo y de lo que rodea al periodismo. “Aplicar la perspectiva de género en los medios es indispensable no solo en los contenidos, sino también a la hora de obtener ingresos. No deberíamos pagar artículos feministas con anuncios sexistas que nos cosifican y refuerzan los estereotipos”, argumentó Magda Bandera, directora de La Marea.

Estereotipos que sufren las propias periodistas, sobre todo en televisión. “El abanico de la telegenia es muy amplio para los hombres y muy estrecho para las mujeres. La diversidad física de los hombres en la televisión es mucho mayor que la de las mujeres”, denunció Pepa Bueno. El doble rasero empapa todos los medios. Los retos son enormes, pero el momento es dulce. La conclusión indiscutible es que hay que aprovecharlo. Hay deberes hasta el próximo encuentro. La guía sobre feminismo y medios, el protocolo para abordar el acoso, pero también la inclusión en la propia cita. Una de las maestras de los talleres, la periodista Lucía Mbomío, fue artífice de un zarandeo necesario: faltaban mujeres en la sala. Faltaban gitanas, afrodescendientes, latinas. En la próxima, que estemos todas.