"¡Qué buena estás!" o "¡cómo te quedan esas mallas!", actitudes sexistas que hay que desterrar en el deporte

La ’Guía para la prevención de acoso y abuso sexual a mujeres en el deporte’ quiere visibilizar y evitar situaciones que "tenemos normalizadas" pero son "inaceptables" y "pueden ser la antesala de actitudes más graves".

Estas van "desde humillar a las deportistas o hablar de sus atributos corporales, a un control excesivo de su vida privada por parte de entrenadores y directivos", relata la autora del documento, Ainhoa Azurmendi.

Patricia Burgo Muñoz 26/06/2015 eldiario.es

"¡Qué buena estás!" o "¡cómo te quedan esas mallas prietas!", son dos ejemplos de comentarios a los que a menudo se tienen que enfrentar las deportistas, que en muchas ocasiones son valoradas más por su aspecto físico que por su valía deportiva. Estas actitudes son solo la punta del iceberg de un problema "del que no se ha hablado pero que existe" y que puede derivar en "situaciones más graves" de acoso o abuso sexual.

Con esta adevertencia, Ainhoa Azurmendi, consultora deportiva y psicóloga, quiere poner sobre la mesa un asunto "tabú" que sí se ha estudiado en otros países, incluso por el Comité Olímpico Internacional, pero que "en nuestro entorno geográfico más cercano no se visibiliza", dice.

Y precisamente para visibilizar y prevenir estas conductas, Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer) y el departamento de Deportes del Gobierno vasco, han elaborado la ’Guía para la prevención de acoso y abuso sexual a mujeres en el deporte’, en la que la propia Azurmendi ha participado.

¿Es la elaboración de esta guía un toque de atención hacia un problema poco conocido?

Digamos que es un tema tabú del que no se ha hablado y que no se visibiliza, pero realmente lo primero que deberíamos pensar es que si existe desigualdad en toda la sociedad, y en la sociedad existe acoso y abuso sexual a mujeres ¿por qué no va a ocurrir lo mismo en el deporte?

Lo que ocurre es que en nuestro entorno geográfico más cercano no existen investigaciones que corroboren la existencia del mismo, pero sabemos que existen. Hay alguna investigación muy aislada, como una que se hizo en Cataluña con alumnas del INEF. Aquí también vimos la necesidad de hacer uno. Lo que hicimos fue recoger todo el material de los informes internacionales que se identifican como acoso sexista y acoso sexual en el deportede. Contrastamos esa información con deportistas de nuestro entorno geográfico más cercano, y preguntamos: ¿Podemos decir que todo esto existe, o esto en nuestro entorno no ocurre? Ellas decían que sí, que podíamos estar hablando de todo eso y más.

¿De qué situaciones estamos hablando?

Son situaciones que tradicionalmente hemos naturalizado y que nos parece que forman parte del propio sistema o del ámbito deportivo. Pero en realidad pueden ser la antesala de algo que antecede a comportamientos más graves. Esta guía lo que hace es recoger desde las situaciones menos manifiestas o más sutiles que podemos estar aceptando dentro del ámbito deportivo como si fueran normales, hasta cosas más graves que están tipificadas en el Código Penal, hablaríamos ya hasta de la violación. Hablamos de actos que van desde humillar a las deportistas, despreciarlas, hablar de cómo es su vestimenta, de sus atributos corporales, a actitudes no verbales, como puede ser silbarles. Otro tipo de acoso es inmiscuirse en su vida privada, en su vida sexual, el control excesivo de su vida privada o de sus horario.

Esto último puede darse con las deportistas de alto nivel, donde se puede crear cierta dependencia en la relación con el entrenador. El Comité Olímpico Internacional identifica al entrenador como la primera figura que acomete estos actos, pero también dice que pueden darse en otros ámbitos, como fisioterapeutas, o incluso el personal directivo que utiliza el poder para aprovecharse de la situación para acometer actos que no son adecuados desde el punto de vista de las relaciones saludables en el ámbito deportivo.

¿Qué actitudes sexistas consideraís normalizadas en el ambito deportivo?

Ejemplos como decir “¡qué buena estás!” o “cómo te quedan esas mallas prietas”. Esta guía quiere recalcar que no todo vale y servir de prevención porque ayuda a identificar situaciones que quizás hemos identificado como normales, y que no tienen por qué serlo, porque incomodan a muchas mujeres, situaciones de humillación o de cohibirles y no dejarles tomar decisiones sobre su vida, etc.

Me viene a la memoria el plante de las jugadoras de balonmano playa el pasado verano, cuando se negaron a competir con una equipación minúscula ¿te refieres a este tipo de casos?

Totalmente. Al fin y al cabo es que están decidiendo por nosotras lo que nos tenemos que poner y además con un objetivo muy concreto, porque eso no responde a necesidades o cuestiones técnicas del movimiento que estamos desarrollando. Lo que es importante es que el planteamiento del protocolo de prevención del acoso sexual, es algo que puede ser muy amplio y que tiene que ir incorporado a una política de igualdad dentro de una organización deportiva. Es decir, que las mujeres también participen en la toma de decisiones de cuestiones que tienen que ver con ellas. Y este es un ejemplo clarísimo.

Otro es el decálogo hecho público por las jugadoras de la Selección Española de fútbol donde se quejaban de su entrenador.Temas que comentaban ellas, como el machismo, el control absoluto de sus vidas, son cuestiones que tienen que ver con todo esto, que están recogidas en esta guía y que no por que lo hayamos naturalizado, son normales. Y qué decir cuando estamos con deportistas menores de edad, que hay que controlar muchísimo más para que sea un ámbito saludable, nada más. Al final lo que pretendemos es que mujeres y hombres estemos a gusto en el desarrollo de la actividad deportiva.

Es un trabajo que corresponde por tanto a todos los estamentos de la sociedad: educadores, familias, instituciones deportivas...

Por supuesto, todo el mundo: padres, madres, toda la comunidad educativa y todas las personas que estamos vinculadas al ámbito deportivo, tenemos una responsabilidad. Pero también cuando estamos gestionando dinero, o cuando estamos haciendo política deportiva, sea al nivel que sea, porque hacer un reparto de recursos es política. Tradicionalmente hemos hablado de la forma de liderazgo y de entrenar, como si la más efectiva fuera justamente con la que no nos identificamos las mujeres, y aunque funcione, no es buena ni para hombres ni para mujeres. Por ejemplo, ciertos estilos muy autoritarios, directos con los que no nos identificamos, e incluso nos hieren, pues eso es importante. Todo eso va a unido a miradas, gestos, chistes… Por ejemplo, a veces se utiliza la práctica deportiva de las mujeres para infravalorar la de los hombres: “Parecéis mujeres”, “corréis como mujeres”. Todo ese tipo de cuestiones tiene que ver con el acoso sexista. Nosotras no tenemos por qué oir esos comentarios, o chistes machistas cuando estamos entrenando. Si hablamos de modernidad o desarrollo, yo creo que igualdad tiene que ser algo que impregne también todo el ámbito deportivo.