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Piden 31 años de cárcel a una red que esclavizaba a mujeres en Gandia

Miércoles 26 de mayo de 2021

Los tres acusados juzgados ayer, más un cuarto en rebeldía, traían mediante engaños a sus víctimas desde Nigeria para prostituirlas tras amenazarlas con rituales de vudú y les exigían el pago de 50.000 €

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Dos de los presuntos miembros de la red de trata son interrogados durante el juicio. | I.CABANES

Ignacio Cabanes - València 26·05·21 Levante.emv

Una red nigeriana de trata de personas con fines de explotación sexual afincada en Gandia prostituía a mujeres compatriotas a las que traían mediante engaños al país, con la promesa de estudiar y conseguir un trabajo en España. Así, tras someterlas a rituales de vudú, cuya creencia está muy arraigada en su país natal principalmente entre los grupos más necesitados, atemorizadas y amenazas, tanto a ellas como a sus familias, les exigían saldar con su cuerpo una deuda de 50.000 euros contraída con la organización por el desplazamiento y el alojamiento, que iban aumentando para tener a sus víctimas explotadas prácticamente de por vida.

Tres miembros de esta organización criminal —dos mujeres y un hombre— fueron juzgados ayer en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia. El Ministerio Fiscal solicita para cada uno de ellos penas que ascienden a los 31 años de cárcel por los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, organización criminal, blanqueo de capitales y contra el derecho de los trabajadores extranjeros y el favorecimiento de la inmigración ilegal.

Asimismo, un cuarto acusado, también de nacionalidad nigeriana, no se presentó al juicio al encontrarse en Londres y ha sido declarado en rebeldía, mientras que un quinto procesado, marido de la supuesta cabecilla del grupo que prostituía a mujeres en las calles de Gandia, falleció durante la fase de instrucción. De igual modo, hay otras terceras personas, que actuaban en el país de origen de las víctimas, que no han podido ser identificadas y llevadas ante la Justicia.

Las investigaciones de la Policía Nacional destaparon al menos dos víctimas, que figuran en la causa como testigos protegidos. Entre 2013 y 2016 los acusados habrían obtenido un beneficio de 95.660 euros con el dinero de los clientes que contrataban los servicios sexuales de ambas mujeres, y que se quedaban en su totalidad. Aunque los tres acusados negaron ayer los hechos, ninguno fue capaz de dar argumentos razonables sobre los pagos que recibían en sus cuentas bancarias. Uno de ellos se justificó diciendo que trabajaba como comercial de una empresa de telefonía y que eran las recargas de la tarjeta, cantidades que luego él a su vez extraía del banco para pagarlas a su empresa.

También negaron que sometieran a dichas mujeres a ritos de vudú. Un testigo, que inicialmente figuraba como investigado pero que se sobreseyó la causa contra él al ser solo un cliente, trató de hacer ver a la sala que dichas mujeres ejercían la prostitución de forma voluntaria porque era la única salida laboral que tenían en España.

No obstante, la fiscal detalla en su informe cómo ambas acusadas se ponían en contacto con jóvenes nigerianas en situación de necesidad y, tras ofrecerles un trabajo en España, les proporcionaban dinero, visado y otra documentación. Antes de traerlas al país vía Madrid o vía París, las forzaban a participar en un ritual de vudú y les imponían el pago de una deuda de decenas de miles de euros. También las amenazaban con hacer daño a sus familiares en Nigeria. Una vez constreñida su voluntad las prostituían en la vía pública en Gandia.

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