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Ocho escándalos machistas mediáticos que en su día aceptamos sin rechistar

Domingo 6 de enero de 2019

Del pecho de Janet Jackson a la rivalidad Aniston/Jolie pasando por la caída en desgracia de George Michael: todo ocurrió delante de nuestros ojos

Guillermo Alonso 31 MAR 2018 - El País

1 El caso Janet Jackson (2004)

Un cantante y una cantante salen a actuar ante millones de personas en el espacio musical más visto del año, el intermedio de la Super Bowl. Al final de la actuación, él arranca parte del vestido de ella y la deja con un pecho parcialmente expuesto al público (nunca se vio su pezón, tapado con una pieza de joyería) durante apenas unos segundos. La centralita de la cadena de televisión que emite el espacio revienta con llamadas de espectadores indignados. Solo se culpa a la cantante de ese ’error de vestuario’. El cantante sigue publicando discos con enorme éxito y una gigantesca promoción en todos los medios. La cantante sigue publicando discos con la misma calidad que los anteriores, pero las radios se niegan a pincharlos y los canales de vídeo a proyectar sus vídeos. Él es recibido como una gran estrella en los Grammy de ese año, a ella se le retira la entrada. Él sigue siendo a día de hoy una de las mayores estrellas masculinas del pop. Ella, tras redefinir géneros y temáticas en los ochenta y los noventa con una serie de discos que se encuentran entre los más vendidos y mejor criticados de la historia, está acabada como cantante por aquel episodio. Él se llama Justin Timberlake. Ella Janet Jackson y nadie le ha pedido perdón todavía. Cordon Press

2 El caso Aniston/Jolie (2005)

Un famoso actor está casado con una famosa actriz, una de las intérpretes de comedia romántica más queridas del mundo. Pero un día deciden separarse e inmediatamente después (según algunos tabloides antes, pero eso nunca lo hemos sabido) él inicia una relación con otra famosa actriz de carácter y físico completamente opuestos a los de su exmujer: belleza explosiva, carácter oscuro. El público y la prensa comienzan a compararlas. El mundo se divide: unos apoyan a la heroína romántica, otros a la morena explosiva. Una es una víctima, otra una destrozahogares. Mientras, el actor, el que ha provocado todo esto con sus idas y venidas, sigue su carrera de éxitos. Nadie lo juzga ni le regala un mote. Todos los juicios y todos los sobrenombres son para las mujeres. Él es Brad Pitt. Ellas, Jennifer Aniston y Angelina Jolie. Getty Images

3 El caso George Michael (1998)

Un célebre actor llamado que ha encontrado la fama interpretando a héroes románticos despistados es sorprendido recibiendo sexo oral de una prostituta en un lugar público de Los Ángeles. Es arrestado, paga poco más de 1.000 dólares de multa y continúa su matrimonio con una bella actriz británica, Elizabeth Hurley. Tres años después un célebre cantante es sorprendido flirteando con un hombre en unos baños públicos. Nunca llegaron a tener sexo, aquel hombre que flirteaba era un policía encubierto y le estaba tendiendo una trampa. Esto le obliga a salir por la fuerza del armario y su carrera musical en Estados Unidos se estanca para siempre. Tras haber vendido decenas de millones de discos allí, los medios no vuelven a apoyar sus temas. El actor casado que fue sorprendido teniendo sexo en público con una prostituta era Hugh Grant y sigue teniendo actualmente una exitosa carrera en el cine. El cantante que nunca llegó a tener sexo en un baño con otro hombre pero fue víctima de una trampa era George Michael y falleció en 2016 tras ver como su legado musical se iba apagando. ¿Es esto machismo? Sí; esa homofobia que tuvo un papel tan importante aquí (poco después de aquello una lujosa comunidad de vecinos de Manhattan donde Michael quería comprarse un apartamento se negó a que el cantante viviese allí) es una de las formas más puras y mezquinas de machismo. Getty Images

4 El caso Madonna (1992)

Una famosa cantante, tal vez la más famosa del mundo, decide publicar un disco y un libro en el que habla de sus fantasías y explora su propia sexualidad. Otros lo habían hecho antes: Prince, David Bowie, Lenny Kravitz, Serge Gainsbourg, Mick Jagger... Y Michael Jackson llevaba una década agarrándose sus partes en todos sus vídeos y actuaciones. Todos habían jugado con su cuerpo y expresado sus deseos. Pero la sociedad no acepta que lo haga una mujer mediante un libro en el grita al mundo sus fantasías sexuales, juega con los géneros y los roles establecidos y traza una línea entre el sexo y el amor que ninguna otra cantante femenina se había atrevido a dibujar antes. Su carrera se hundió en un bache del que empezó a salir cuando tuvo una hija e hizo un musical; en otras palabras, cuando comenzó a comportarse de nuevo como una señorita. La cantante era Madonna. Ninguna de todas las que presumen de ser sus herederas ha hecho ni de lejos una declaración sociopolítica tan poderosa como aquel libro, ’Sex’. Getty Images

5 El caso Katie Holmes (2005)

Una joven actriz con un gran futuro en la pantalla (acaba de participar en una de las películas más taquilleras del año, ’Batman Begins’) se casa con el actor más taquillero del mundo y, casi con toda seguridad, el más famoso. Los tabloides dan cuenta de extraños contratos prematrimoniales cuyos deberes y obligaciones van en una sola dirección: hacia la chica. Artículos en publicaciones como Vanity Fair aseguran que la mujer del actor salió, en realidad, de un proceso de selección hecho por la iglesia de la cienciología, a la que el actor pertenece. Ella abandona el catalocismo para empezar a estudiar la religión de su pareja.. En sus apariciones públicas casi siempre habla él. Ella abandona casi completamente su carrera, a pesar de que su última película había recaudado 375 millones en taquilla. Siete años después se divorcian. Los tabloides aseguran que una de las cláusulas del divorcio le prohíbe a ella ser vista con ningún hombre en público durante cinco años. Esto nunca se confirma, pero curiosamente, justo tras cumplirse este tiempo, ella sale por primera vez a la luz su relación con un famoso actor, Jamie Foxx, con el que los medios aseguran que lleva años viéndose en secreto. Él es Tom Cruise. Ella, Katie Holmes. Y esperamos que esta inquietante historia se convierta un día en una gran película. Getty Images

6 El caso Monica Lewinsky (1998)

Una joven de 22 años llega a la Casa Blanca a trabajar como becaria y cae rendida ante los encantos del hombre más poderoso del mundo. La cosa pasa a mayores y entre ellos comienza una relación que incluye ciertos actos sexuales a lo largo de dos años. Ella guarda silencio al respecto, pero una amiga y confidente la traiciona y graba sus conversaciones durante meses para dárselas a un fiscal que le tenía ganas al presidente. El presidente niega la relación y se refiere a ella en público como "esa mujer". Los programas de televisión hacen chistes sobre ella. El mundo empieza a considerarla una trepa y una casquivana mientras el presidente y su mujer posan juntos como ejemplo de matrimonio virtuoso. Cuando la becaria y el presidente son llamados a declarar, él lo hace a través de un circuito de televisión cerrado; ella debe acudir en persona. Él continúa con su mandato. Ella se convierte en una de las primeras víctimas del ’bullying’ en Internet y tras algunas aventuras profesionales fallidas para pagar los costes de su proceso legal, abandona Estados Unidos y se retira durante diez años de la vida pública para intentar llevar una existencia anónima y continuar sus estudios. Él se llama Bill Clinton; ella, Monica Lewinsky. Getty Images

7 El caso Whitney Houston (1985)

Una muchachita negra siempre ha crecido entre la iglesia (donde abrumaba con su torrente de voz) y el gueto (era respondona, peleona y muy determinada). Los ejecutivos discográficos la descubren y deciden convertirla en otra cosa: en una heroína romántica, la cantante negra que gusta a los blancos, la mujer fuerte que debe ocultar su carácter porque la van a convertir en la novia de América y del mundo entero. La muchacha acaba siendo una de las mayores estrellas musicales del mundo gracias a ese papel impuesto que la lleva al abismo. Cuando su verdadera personalidad sale a flote y la mujer negra poderosa y respondona surge, el público le da la espalda. Se llamaba Whitney Houston y murió en 2012 tras una larga lucha contra la adicción. Su historia tiene muchas aristas y casi todas tienen que ver con la raza, pero también con el machismo: Whitney fue la creación de un enorme grupo de ejecutivos discográficos, todos ellos hombres, que nunca le preguntaron qué deseaba de verdad. Getty Images

8 El caso Miley Cyrus (2013)

Una joven actriz y cantante que desea dejar atrás su imagen de estrella infantil (ha sido durante cinco años la protagonista de una serie de Disney) publica un disco con contenido más adulto y canciones con referencias al amor y el sexo. Presenta uno de sus sencillos en una gala de la MTV. Como parte de su estrategia, aparece en el escenario con poca ropa y a continuación sale a las tablas un hombre que ha publicado la que es probablemente la canción más exitosa de ese año (se llama ‘Blurred Lines’) y ha recibido acusaciones porque su letra trivializa el consentimiento sexual y celebra la cultura de la violación (la canción de él incluye frases como: “Buena chica, sé que quieres hacerlo”). La joven cantante se roza contra el hombre que le dobla la edad en un baile sugerente y sexualizado. La prensa la tilda a ella de “profundamente perturbada y asquerosa” y habla de un posible desorden alimenticio. Las asociaciones de padres dicen que ella es un fatal ejemplo para sus hijos. Él, ausente de críticas, declara en público que no sabía que ella iba a comportarse así en el escenario. Ella responde a The New York Times que claro que lo sabía. “Yo me llevé toda la culpa. Él actuó como si no supiese qué iba a pasar. ¡Pero si estabas en los ensayos! ¡Sabías exactamente lo que iba a pasar! ¡Él aprobó mi vestuario y me quería lo más desnuda posible, porque así salían las chicas en el vídeo de su canción!”. Él se llamaba Robin Thicke; ella, Miley Cyrus. Getty Images

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