Níger: “En mí país los derechos de las mujeres no se respetan”

Así lo ha expresado Salamatou Traoré, presidenta de la ONG DIMOL en Níger en el Foro de Intercambio de Buenas Prácticas y Experiencias en el ámbito de Derechos Sexuales y Reproductivos en España y África celebraado hoy en Madrid

Miércoles 29 de junio de 2011, por Paulina Retamal. Fte. AmecoPress

Madrid, 29 junio 2011. En el marco del proyecto “Estrategias para la mejora de los derechos sexuales y reproductivos en Níger”, esta mañana ha tenido lugar el Foro de intercambio de Buenas Prácticas y Experiencias en materia de Derechos Sexuales y Reproductivos en España y África, organizado por Fundación Mujeres.

En la apertura del foro tuvieron lugar las intervenciones de Cristina García Comas, subdirectora Fundación Mujeres (España), y Salamatou Traoré, presidenta de la ONG DIMOL (Níger).

Cristina García ha explicado el proyecto extensivamente, sus objetivos, a quién está dirigido, su contexto y metodología, entre otros. También ha señalado dos estrategias de suma importancia para mejorar de la salud sexual y reproductiva en Níger. Una se trata de la mejora de los servicios de salud existentes encaminada a formar a profesionales de la salud y de la educación, así como suministrar a los centros de salud material base que requieran para tratar la fístula obstétrica.

Otra de las estrategias mencionadas por García para alcanzar los objetivos del proyecto, trata sobre la política de prevención enfocada a educar y sensibilizar a la población joven en materia sexual y reproductiva.

Por ello, esperan que el proyecto en Níger permita reducir las enfermedades de transmisión sexual, la dolencia de la fístula obstétrica y las tasas de mortalidad materna e infantil, así como promover la igualdad de las niñas, adolescentes y mujeres con un retraso de la maternidad que permita la finalización de los estudios y su participación en distintos ámbitos sociales.

Por su parte, Salamatou Traoré ha expuesto sobre el contexto sociocultural de Níger en particular sobre la situación social de las mujeres víctimas de la fístula obstétrica en ese país.

En referencia a los derechos sexuales y reproductivos, y a la decisión política de resolver el problema de desigualdad que viven las mujeres en Níger, Traoré enunció que “en mí país los derechos de las mujeres no se respetan” y que en otros tiempos la sociedad africana respetaba a las mujeres y las tomaba en cuenta.

Traoré precisó que Níger es un país pobre y muy endeudado, que también se caracteriza por una tasa global de fecundidad muy alta, un 7,1 por ciento de menores por mujer, sin embrago, de ese porcentje seis recién nacidos mueren. Por otro lado, la tasa de mortalidad materna es de 700 por 100.000 habitantes, y la prevalencia de anticonceptivos es del 5 por ciento en zonas rurales y urbanas.

La fístula obstétrica afecta especialmente a las mujeres jóvenes y de bajos recursos que no reciben el tratamiento necesario. Se trata de una de las lesiones más serias que pueden ocurrir durante el parto, resultado de una presión extrema por causa del trabajo de parto obstruido o prolongado, produciéndose una abertura anormal entre la vagina y la vejiga o el recto, en algunos casos ambos.

Según dijo Traoré en consecuencia, las mujeres no solo huelen mal, ya que el hedor de la orina o de la materia fecal es constante, sino que también esto conlleva a que las mujeres sufran problemas psicológicos y sean rechazadas socialmente.

Asimismo, Traoré ha manifestado que las mujeres víctimas de la fístula obstétrica no tienen derecho a una atención de cuidados primarios, puesto que los recursos económicos y la geografía del país en la gran mayoría de los casos no lo permite, ya que más de tres cuartas partes de su territorio se encuentran en el desierto del Sahara.

Otro de los aspectos que dificulta la atención de las mujeres es la carencia de personal cualificado. No obstante, la decisión de trasladar a las mujeres afectadas a un centro de salud pasa por el marido o por la suegra, quienes generalmente deciden que la atienda un curandero. En otros casos, el marido no permite que un ginecólogo atienda a la afectada.