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Nasim Eshqi, escaladora iraní: “Quiero que la comunidad escaladora despierte y luche por los Derechos Humanos”

Sábado 5 de noviembre de 2022

ntrevista con Nasim Eshqi, una escaladora profesional iraní que apoya las protestas de Irán y defiende los derechos humanos de las mujeres en todo el mundo.

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Monica Dalmasso | coyotecity.com

EME4 DE NOVIEMBRE DE 2022 Sal y Roca

Esta es una entrevista con Nasim. Lo único que queremos es que su voz se escuche.

La entrevista ha sido facilitada por Eme y traducida por Claudia. Ambas forman parte de la Asociación Girls on the Wall.

La siguiente entrevista, al ser gestada y facilitada por personas que se definen como mujeres, usa el femenino en lugar del masculino como género no marcado.

Texto: Eme

Traducción: Claudia

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Nasim
Monica Dalmasso | coyotecity.com

Gracias por poneros en contacto conmigo para esta entrevista y ser la voz de las mujeres iraníes. Soy escaladora y lo he sido durante más de 17 años.

Siempre he sentido que nosotras, las mujeres, podemos llegar más lejos de lo que pensamos. Cuando estoy de viaje fuera de Irán, siempre tengo la impresión de que voy trasladando el poder, la energía y la información del extranjero a Irán. Pero nunca pensé que acabaría hablando de política, partidos o religión; por aquel entonces siempre me había sentido libre y hablaba con libertad plena.

Soy escaladora, pero para mí esta forma de vida no significa solo escalar y salir de cervezas. Para mí significa enseñar y mostrar, al resto de las personas, que también pueden escalar y sentirse fuertes.

Ahora mismo estamos en una situación en la que la “policía de la moral” en Irán da palizas, mata y tortura más que nunca, aunque tampoco es que sea algo nuevo… Y yo siento que pase lo que pase en Oriente Medio –o en países con menos prosperidad económica– apenas llama la atención. Es como si las personas allí ni siquiera fueran seres humanos. Irán es un país rico, con muchos recursos naturales, y parece que eso es lo único que le importa a la sociedad occidental.

Pero, ¿qué pasaría si los países occidentales empezaran a hablar de derechos humanos? Les importa el petróleo, pero ¿y las personas? Pueden conseguir petróleo, comprar petróleo, pero no necesitan mancharse las manos de sangre. Porque si guardan silencio, es lo mismo que ser parte del régimen y estar matando.

Así que, como una escaladora que sube montañas y que siempre se ve fuerte y llena de energía, pienso que no puedo permanecer callada ante estas circunstancias.

Las protestas

Cuando Mahsa Amini fue asesinada por la policía de la moral (y no era la primera), todas las mujeres en Irán, todas las activistas, toda la ciudadanía se indignó. Estamos hartas de esta situación, del sistema, porque Mahsa Amini representa a todas las mujeres y las niñas. Ella no tenía una ideología política marcada, no era de izquierdas ni de derechas, no estaba en contacto con grupos feministas, no estaba en contacto con grupos activistas en el extranjero… nada. Simplemente era una persona inocente que salía de la parada del metro para ir al parque con su hermano. La policía de la moral se la llevó, la arrestó y después le golpearon la cabeza tantas veces que sufrió una muerte encefálica, entró en coma y murió.

Creo que todo Irán lloró ese día. Era como si sintiéramos que no era posible que esto estuviera pasando. Y entonces la gente empezó a salir a la calle. Empezaron las protestas.

El hospital que informó sobre la situación de Mahsa Amini, obligado por el gobierno, tuvo que eliminar lo que había publicado en su web. Al final publicaron que Mahsa Amini padecía una enfermedad subyacente, que le había dado un infarto repentino y que no era culpa de nadie. Grabaron unos vídeos falsos, difundieron la noticia fuera de Irán, etc. La enfermera que sacó las fotos y la reportera que escribió la noticia en su plataforma, las dos fueron arrestadas y no se sabe dónde están ahora. Así que la gente salió a la calle y nosotras, las mujeres, somos las que estamos ahora al frente.

En estos momentos más de 15.000 personas han sido arrestadas y tenemos más de 1.000 muertes. ¿Y por qué? ¿Solo por decir que queremos ser libers? Queremos tener una libertad básica, derechos humanos básicos. No son los mismos derechos humanos de los que se habla en Europa. Cuando en Europa habláis de derechos humanos, tiene un significado completamente diferente porque ya hay un mínimo que está garantizado. Pero Irán ni siquiera llega a ese mínimo.

Bajo el régimen islámico de Irán, las mujeres no tienen derecho a cantar, no pueden actuar en el teatro, no tienen derecho a practicar muchos deportes. Es como si, siendo mujer, solo pudieras tener hijos y permanecer lo más estúpida posible. Como mujer, no sabes nada, no estudias, no lees poemas, ni libros, nada. En esta situación, ¿qué puedes enseñar a tus hijos? Nada. Así tus hijos serán engañados con facilidad por este régimen islámico que tenemos.

Lo único que quiere el régimen es que las mujeres engendren soldados para sus fines. Porque estos son niños que ya no piensan con autonomía y son los que cometerán atentados bajo las órdenes del régimen islámico. Esto ya lleva pasando 43 años, pero ahora es una herida que nunca se curará.

Nuestra gente siente que ya no tiene una vida… así que tampoco tiene miedo. Se plantan en frente de la policía y les dicen “Mátame, porque no tengo vida”.

Derechos Humanos y política

Nuestro gobierno tiene un asiento en las Naciones Unidas para defender los derechos de la mujer. Queremos que las Naciones Unidas lo echen. No lo queremos ahí. Sería un primer paso. Y, si se nos escucha, podremos avanzar en otras cosas.

El régimen islámico iraní es el que apoya y da armas y dinero a los talibanes. Nos sentimos culpables por la falta de derechos humanos en Afganistán porque antes vivían casi mejor que nosotras en Irán. Y ¿qué pasó? ¿Por qué cambiaron? El nombre de Afganistán ya no existe, ahora es Emirato Islámico de Afganistán. Ya son dos países. Y si no le paramos los pies al régimen islámico, tendremos el Emirato Islámico de Turquía, el Emirato Islámico de China, el Emirato Islámico de España. No queréis eso. Y deberíamos… de verdad que tenemos que detenerlos. Así que nosotras, el pueblo iraní, sentimos que tenemos que cambiar el régimen. Si lo conseguimos, las niñas y mujeres afganas serán libres. Y muchas niñas y mujeres en Europa también. Tendremos un impacto directo en la vida de la gente en Europa.

Hay ramas liberales en Europa, muchísimas, que hacen tratos con nuestro régimen. La ciudadanía europea votó a esos gobiernos, a esos partidos. Y esos gobiernos liberales hacen tratos con el régimen dictatorial y fascista de Irán.

Así que me pregunto… ¿Dónde está la izquierda? ¿Por qué no se pronuncia al respecto? Y no tengo respuesta. Me llena de alegría si veo un discurso o una charla de la izquierda en países europeos que apoye las protestas, pero la mayoría guarda silencio porque saben que hay negocios detrás. Esperan cerrar sus acuerdos y obtener los beneficios que tocan.

La comunidad escaladora

Cuando empecé a hablar con las marcas que me patrocinan, les pedí que hablaran de esta situación, porque, si me patrocinan, tienen que ser también mi voz. Una de ellas sigue sin pronunciarse. Otra sí lo hizo, pero, aunque lo hizo, fue muy difícil convencer y explicar nuestra realidad. Después de 43 años, de toda la propaganda que hubo y sigue habiendo en los medios de comunicación, nadie cree que lo que está pasando en Irán sea real. Tengo que explicar bien que esto no es parte de una agenda política. Tampoco se trata de un problema económico, ni una protesta. No tiene que ver con ser de derechas o de izquierdas. Se trata de derechos humanos.

Entonces, si escalas, o si practicas cualquier otro deporte, ¿cuál es el objetivo de practicar ese deporte para ti? ¿Cuál? ¿Crear comunidad o ignorarnos mutuamente?

Estos días, con frecuencia lo que veo en la comunidad escaladora es que, la mayoría de las personas, son demasiado vagas para pensar en algo más allá del grado o de la vía que están ensayando en ese momento.

La comunidad escaladora, hoy en día, tiene una mentalidad demasiado débil, hemos dejado de creer que podemos tener un impacto real en nuestro alrededor. Las empresas, incluso las empresas de material de montaña y escalada nos están convirtiendo en números. Y las escaladoras a las que nos patrocinan, nos estamos convirtiendo en un anuncio que se mueve. Así que llevamos su ropa, nos movemos, escalamos y no hacemos nada que tenga un impacto real; simplemente nos damos por contentas con tener patrocinios. Esto es a lo que estamos llegando. Incluso si no es lo que las empresas de escalada quieren o han querido, es lo que está pasando en la realidad.

Quiero que la comunidad escaladora abra los ojos de una vez. Cuando escribí en Instagram, cuando escribí que necesitábamos su voz, escribí directamente a las personas más visibles en el mundo de la escalada. No contestaron. Y cuando llamé directamente y pedí que fueran nuestra voz, mucha gente solo puso una historia en Instagram y adiós. Bueno, vale, gracias por poner la historia y a lo mejor por haber motivado a algunas otras personas a hacer algo, pero ¿quieres saber, quieres enterarte de verdad de lo que está pasando?

Sé que muchas personas de la comunidad escaladora silenciaron mi cuenta de Instagram porque no quieren ver lo que estoy publicando. No pueden ver mis historias porque son demasiado violentas para ellas y las distraen de su grado, de sus proyectos. Y esto no es algo que quiera dejar pasar. La comunidad escaladora tiene que ganar más conciencia y actuar.

Tienen que hacerlo, si no, no son escaladoras, montañeras de verdad. Han perdido la conexión con la montaña, con la naturaleza, con el mundo. Simplemente son otra voz silenciosa que apoya al régimen iraní.

También ha habido personas que han decidido apoyarme. Veo que muchas publican noticias e historias todos los días y es algo que aprecio de verdad. En esos momentos siento que no toda la comunidad escaladora está dormida, algunas personas han abierto los ojos y quieren seguir despiertas.

En Irán decimos que “si alguien está dormido, podremos despertarlo, pero si alguien finge estar dormido, despertarlo es imposible”. Creo, espero, que las personas que componen la comunidad escaladora no finjen estar dormidas. Simplemente lo están y entonces despertarlas debería ser más fácil.

Seguiré haciendo más y más entrevistas para difundir noticias, para concienciar, para enseñarles a los demás, independientemente de su género, que sus acciones importan. Somos más poderosas que nuestras políticas porque nosotras somos las que las elegimos, las que podemos cuestionarlas y preguntarles por qué no están reaccionando. Y, cuando realmente entiendan esto, cuando se sientan bajo presión, espero que, por fin, actúen.

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