"Me fui huyendo, él casi me mata", clama la acusada de llevarse a su hijo a Madrid

"No quería que me pasara lo mismo que en el caso de las niñas de San Juan de la Arena", dice la mujer, para quien la Fiscalía pide tres años de cárcel

La nueva España Astturias t. c. 23.10.2016

"Me fui a Madrid huyendo porque él casi me mata", clamó ayer la mujer a la que ahora la fiscalía le pide una condena de tres años de prisión y cinco de retirada de la patria potestad por llevarse a su hijo a vivir a la capital de España sin el consentimiento del padre del menor y sin contar con los informes favorables de los Equipos de Intervención Técnica de Apoyo a la Familia (EITAF). El hombre, según denunció ayer la ahora acusada, tiene dos condenas firmes por maltrato de once meses de cárcel cada una y una orden de alejamiento de 500 metros durante cuatro años. La vista está señalada para el lunes en el Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés.

"Fue detenido en tres ocasiones por querer matarme. El 1 de septiembre de 2014 me intentó atropellar en Gijón y me desfiguró la cara. Sólo quiero poner a salvo a mi hijo. Esto es muy injusto para mi familia y para mi hijo", imploró la mujer. Afirmó que tomó la decisión de irse de la región a finales de 2014, cuando vio por los medios de comunicación el caso del padre que había asesinado a sus dos hijas en San Juan de la Arena (Soto del Barco): "No quería que me pasara lo mismo".

La mujer, de 30 años, asegura estar pasando "un calvario" desde los 25, al poco tiempo de nacer su hijo (en 2010). "Los echó a la calle cuando el niño tenía cinco meses", aseveró un familiar de la chica. Tanto la mujer como su familia consideran que acusaciones como la que ahora se tiene que enfrentar hace flaco favor a las mujeres víctimas de la violencia machista. Ambas partes aún tienen por resolver otro procedimiento: la mujer le acusa de haberle pinchado las ruedas del coche.

La Fiscalía, sin embargo, la acusa ahora de un delito de sustracción de menores. En el escrito asegura que la mujer ostentaba la guarda y custodia de su hijo menor de edad sometida al cumplimiento de una serie de condiciones, entre ellas la intensificación de la intervención de los EITAF y que la escolarización del menor se realizara en un centro de Avilés para permitir un mejor seguimiento por el citado Equipo de Intervención y evitar que se alejara al menor de su lugar de domicilio. La patria potestad era a su vez compartida por ambos progenitores, lo que suponía que ninguno de ellos podría adoptar decisiones que afectasen al menor sin contar con el consentimiento o conocimiento del otro progenitor y un régimen de visitar a favor del padre, que se debía cumplir a través del "punto de encuentro".

La Fiscalía sostiene que, pese a conocer los términos de esta sentencia, la acusada, voluntaria y conscientemente, decidió de manera unilateral y sin que existiese resolución judicial que lo autorizase, llevarse en abril de 2015 al menor (entonces con cinco años) a vivir a Madrid, donde lo matriculó en un colegio sin informe favorable del EITAF y sin poner este hecho en conocimiento del otro progenitor.

Éste no supo nada del menor desde octubre de 2014, momento en que la acusada decidió dejar de llevar al niño al "punto de encuentro" para cumplir el régimen de visitas establecido, siempre según el relato fiscal, que incide en que desde que viajaron a Madrid, la mujer y el niño estuvieron ilocalizables. La acusada acudió al juzgado en septiembre de 2015 al saber que estaba en busca y captura. La mujer fue condenada en varias ocasiones entre los años 2012 y 2015 como autora de faltas de incumplimiento en régimen de visitas.