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Manifiestos por la despenalización del aborto

Miércoles 1ro de octubre de 2008

Manifiesto de la Plataforma organizadora de la venida del barco de Women on Waves

El aborto es un derecho, no un delito. Hoy, más de treinta años después de las fuertes luchas que llevó a cabo el movimiento feminista en todo el Estado a favor de la despenalización del aborto, tenemos que repetir que es nuestro cuerpo, nuestra decisión, nuestra sexualidad, nuestra vida.

Porque en definitiva estamos hablando de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, de derechos humanos y libertades civiles.

Después de las agresiones e intimidaciones que están padeciendo, tanto las mujeres que abortaron, como las personas profesionales que los practicaron, en el momento en que el Gobierno del PSOE ha manifestado su voluntad de modificar la obsoleta ley que regula en aborto en España, hoy -como hace treinta años- volvemos a decir: las mujeres decidimos.

Por ello, exigimos:

- EL ABORTO FUERA DEL CÓDIGO PENAL. El aborto es un derecho, nunca un delito. Por ello debe salir fuera del código penal, puesto que la interrupción de un embarazo constituye un acto sanitario que nunca puede ser penalizado por el único hecho de realizarlo. Esta prestación se ha de normalizar para que todas las mujeres directamente afectadas y todas las personas profesionales socio sanitarias dispongan de información clara y suficiente del tema.

- ABORTO LIBRE. El aborto debe responder a una decisión única y voluntaria de la mujer. Es necesario que se preste un asesoramiento específico en cuanto al acto sanitario, tanto antes de realizarlo, como después.

- ABORTO GRATUITO. En tanto que el aborto es un acto sanitario, debe ser contemplado y incluido en la cartera de servicios de la red sanitaria pública. Las personas responsables de esta red deben asegurar el ejercicio del derecho, garantizando la prestación y la gratuidad del servicio. La transferencia de competencias en materia de atención sanitaria a las comunidades autónomas, atribuye a éstas la capacidad de decidir que este acto sanitario sea realizado en la red pública, o en otra red sanitaria concertada, siempre asegurando que las condiciones sanitarias sean las óptimas. La autoridad sanitaria debe velar por el cumplimiento de estas condiciones, garantizando la igualdad territorial y social.

- CONFIDENCIALIDAD. Los datos de las mujeres que solicitan o realizan un aborto deben ser absolutamente confidenciales y su intimidad invulnerable.

- DERECHO DE OBJECIÓN DE CONCIENCIA. Se debe regular el ejercicio del derecho a la objeción de conciencia garantizando que, en todos los servicios de la red pública, se preste la atención a la interrupción del embarazo de forma que se respete el derecho de la mujer a recibir la prestación.

- EDUCACIÓN AFECTIVO-SEXUAL. En todos los niveles de enseñanza que cuestione la heterosexualidad obligatoria, el coito como única práctica sexual, el actual modelo amoroso. Se han de destinar recursos públicos para la formación e información sexual.

- ACCESO LIBRE Y GRATUITO A LOS MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS. Se han de difundir los diferentes métodos anticonceptivos y asegurar el acceso libre y gratuito a ellos, así como a la anticoncepción de emergencia.

- FORMACIÓN A PROFESIONALES. Se deben incluir en los estudios universitarios y en la formación de las personas profesionales sanitarias y psicosociales, los protocolos de atención a la interrupción del embarazo, incorporando en su elaboración el marco temporal (pre y post aborto), así como el conjunto de la evidencia científica que avala las prácticas y metodologías más adecuadas y seguras de acuerdo con las diferentes situaciones en que puede producirse el aborto.

LAS MUJERES DECIDIMOS: EL ABORTO ES UN DERECHO, NO UN DELITO.

Valencia 16 Octubre 2008

Comunicado de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD)

Católicas y Ciudadanas

Nosotras, Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), ciudadanas y fieles creyentes en la Buena Nueva que nos legó Jesús de Nazaret, queremos expresar nuestro interés ante el anuncio realizado por la Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, sobre la preparación de una “nueva ley del aborto”.

Lamentamos que la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) continúe estando tipificada como un delito en el código penal vigente -si éste no cuenta con un dictamen favorable previo de un especialista en psiquiatría-, lo que refleja que la legislación actual no nos reconoce ni garantiza a las mujeres, el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, ni nuestra salud sexual y reproductiva.

Somos concientes de que un sector de la Iglesia Católica continúa difundiendo un mensaje de desprecio a la sexualidad, cuestionando el valor espiritual de la experiencia sexual. Disentimos de esa moral sexual difundida por la jerarquía. Consideramos la sexualidad un don de Dios para la comunicación entre personas, cuyo fin es expresar el amor. Compartimos con el doctor en teología, Anthony T Padovano, que la sexualidad no es sólo un medio de transmitir la vida, es fuente de vida en sí misma. El amor sexual tiene sentido propio, como fin en sí mismo, sin tener que referirlo a la procreación.

El desprecio por la sexualidad ha llevado a situaciones de extrema injusticia, condenando las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, el uso de anticonceptivos artificiales, el preservativo como prevención del VIH/Sida, las técnicas de reproducción asistida –bancos de esperma y congelación de óvulos- y un largo etc. No se puede consentir que una fracción conservadora de la Iglesia Católica influya en la legislación que afecta a toda la ciudadanía, puesto que no se trata de una ley coercitiva.

Sobre la cuestión del aborto, queremos destacar que éste es un tema de discusión y opinión, en el cual existe disidencia teológica desde el S. XIII con Santo Tomás de Aquino, pasando por Tomás Sánchez –teólogo jesuita español en el S. XVII-, hasta nuestros días. Algun@s teólog@s admiten el aborto como una opción válida en determinadas circunstancias, o lo consideran como la menos mala de las alternativas. Para otr@s, la clave está en reconocer a las mujeres como sujetos morales con capacidad de discernir y tomar las decisiones que manen de su conciencia.

Como católicas, insistimos en la defensa de los derechos de las mujeres de todas las sociedades, creencias y clases sociales, en especial de las más débiles, a quienes se les impide tomar decisiones sobre su propio cuerpo, y su propio proyecto de vida. Nos solidarizamos con mujeres del Tercer Mundo donde se violan impunemente sus derechos humanos y sexuales. Muy especialmente, nos solidarizamos con las nicaragüenses, que actualmente sufren un retroceso histórico al haber sido derogado el derecho al aborto terapéutico, derecho que existía desde 1837.

Como católicas y ciudadanas, reclamamos una nueva ley que facilite todos los recursos necesarios a las mujeres que decidan, desde su LIBERTAD y su CONCIENCIA, interrumpir un embarazo no deseado, así como para apoyar a las que opten por la maternidad (garantizando a quien lo necesite la reproducción asistida, ampliación de los permisos de maternidad/paternidad, servicios públicos de guarderías, etc.).

Apoyamos una nueva ley que verdaderamente “incorpore lo más destacado del panorama internacional”, para que sea modélica y sirva de referencia a millones de mujeres que luchan por sus derechos sexuales y reproductivos en este mundo globalizado.

Consideramos urgente una nueva ley que promueva una educación sexual para la vida, que aporte información y conocimiento amplio de la sexualidad en todas sus dimensiones. La ausencia de educación sexual está en la base del aumento de embarazos no deseados, y por consiguiente del aumento de abortos.

Recordamos el mensaje de Jesús de Nazaret que nos invita a mantener la esperanza y la fe, por lo que mantenemos la esperanza y trabajamos en ella para un día lograr el reconocimiento pleno de los derechos humanos de las mujeres.

Valencia 13 Octubre 2008

Manifiesto de Mujeres Jóvenes Las Moiras

Según el informe IVE, del 2006. Elaborado por el Ministerio de Sanidad y Consumo:

En España se realizaron 101.592 abortos, 10.000 mas que en 2005. El 56,31% de las mujeres que abortan tienen un trabajo remunerado y el 30% están casadas.

Según estudio realizado por el IVE, con una muestra de 1000 sobre el total nacional teniendo en cuenta los tramos de edad, han interrumpido voluntariamente el embarazo, en 2006:

19 y menos años 12,53

20-24 años 18,57

25-29 años14,44

30-34 años 10,12

35-39 años 7,34

40 y más años 3,05

(Tabla EV.1. I.V.E. tasas por 1.000 mujeres de cada grupo de edad 1997-2006. Total Nacional. Informe IVE Ministerio de Sanidad y Consumo)

Por lo que no podemos hablar de un perfil único de mujeres que abortamos, lo hacemos jóvenas de menos de 19 años y mujeres mayores de 40, analfabetas, licenciadas,… Lo que esto significa es que abortamos todas las mujeres, sin excepciones: las juezas, las doctoras y las cajeras, de Madrid y de Extremadura, independientemente de la edad, los medios económicos de los que disponga y su religión, porque abortan las ateas, las musulmanas y las católicas.

Abortábamos, abortamos y abortaremos porque decidimos sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Abortamos porque no queremos ser mujeres embarazadas ni madres, porque somos mucho más que un cuerpo que puede dar vida, más que incubadoras.

Abortamos lo antes posible… tan pronto como se nos deja. Abortamos sin garantías de un proceso digno: Se nos interroga, cuestiona, se nos persigue y lleva a juicio….

Aún con las trabas impuestas, el 62 % de los abortos que se realizan corresponden a embarazos de menos de 8 semanas y el 88 % a embarazos de menos de 12 semanas. Los abortos de más de 21 semanas corresponden a un 1.97 %.

Mientras el poder judicial, político, religioso, científico y el resto de instituciones debate: si tenemos o no derecho a abortar, cuándo un ser humano se convierte en humano o cuándo un feto se convierte en un humano… mientras tanto, el feto se convierte en un sujeto social y nosotras de nuevo invisibilizadas, olvidadas, tuteladas, incapacitadas, perjudicadas. Convertidas en meros recipientes de vida.

El mundo entero tiene derecho a decidir, menos nosotras??!!

Se nos enjuicia, intentando traducir elecciones éticas propias en normas jurídicas, violando el principio constitutivo del estado de derecho: la separación entre derecho y moral.

Mientras se discute sobre la moralidad de nuestros actos y nos tachan de perversas y malvadas, nosotras: las mujeres, seguimos abortando.

Y demostrando así que existe una demanda. Somos y formamos parte de la sociedad, somos ciudadanas, por tanto es una demanda social.

Por todo ello, manifestamos:

-  Que lo personal es político. El sistema patriarcal sigue ejerciendo su poder a través de nuestros cuerpos. Tratándonos como objetos, como instrumentos.

- Que nosotras parimos, y por tanto, nosotras decidimos.

- Que el aborto no es un delito, sino la ejecución de un poder generativo que compete a las mujeres.

- Que abortar es de libre elección.

- La Interrupción Voluntaria del Embarazo forma parte de nuestros derechos sexuales y reproductivos, por lo que es la sanidad pública quien tiene que dar respuesta a través de la prestación de un servicio que no limite este derecho bajo el paraguas de “la objeción de conciencia”.

Valencia 13 Octubre 2008 Desde Mujeres Jóvenes de Valencia-Las Moiras, exigimos que se garantice:

- Una educación afectivo- sexual para tod@s.
- Que la Intervención del Embarazo sea “Voluntaria”, o lo que es lo mismo: su despenalización.
- La intervención gratuita en los centros de sanidad pública, que proporcionen un aborto seguro para todas las mujeres.
- Un proceso ágil, para que se pueda realizar de forma inmediata a la toma de decisión de abortar, por parte de la mujer.

Valencia 13 Octubre 2008

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