Xarxa Feminista PV

Mal aconsejada

Miércoles 24 de octubre de 2018

¿Cuántos moratones, cuántas palizas y denuncias hacen falta para que, en el caso de Juana Rivas, la sociedad eche en falta una justicia despatriarcalizada, en vez de seguir juzgándola a ella porque "es que está mal asesorada"?

Barbijaputa 23/10/2018 - eldiario.es

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Juana Rivas EFE

Hace algo más de un año, Juana Rivas se negaba a entregar a sus hijos a su ex pareja, condenada por violencia de género. Por supuesto, tuvo el castigo judicial y popular que se esperaba. Entre otras cosas mucho más graves, despuntó aquel cántico condescendiente y rancio que todas hemos oído y leído desde entonces: "Lo está haciendo todo mal, porque está mal asesorada". Es lo más suave que dijeron de ella. Como si fuera una niña de cinco años que no sabe lo que se hace, que no tenía ni voz ni voto, una marioneta que unas malvadas feministas agitaron hasta convertir su vida en un escándalo social. Sobre todo vino de aquellos que querían mantenerse alejados del barro pestilente de la defensa abierta de su ex pero a la vez no querían apoyar lo transgresor de las acciones de Rivas.

Muchas feministas escribieron sobre casos parecidos, sacaron estadísticas sobre menores asesinados por padres que maltrataban a sus parejas, y levantaron la voz para apoyar a Juana en una cruzada que, obviamente, nos interpelaba a todas. Porque sí, Juana Rivas podíamos llegar a ser cualquiera de nosotras.

Ahora, poco más de un año después, los hijos de Juana relatan maltrato físico y verbal de su padre. Todo este tiempo en los que equidistantes (por no hablar de los misóginos que defendían a un maltratador confeso) se habían olvidado de que existía Juana Rivas, los menores y ella han seguido sufriendo su particular infierno. No sólo sin ayuda de nuestra justicia y la italiana, sino con ellas como obstáculo.

Todavía tendremos que dar gracias porque hablamos de maltrato verbal y físico, y no de algo peor o, directamente, de algo irreversible. Todavía tendremos que respirar de alivio porque se trata de palizas con moratones y de ausencias continuadas en el colegio, de dolores de cabeza e insomnio de dos niños, y no de esa estadística que sigue creciendo sin que se siga poniendo en tela de juicio que un maltratador no puede nunca ser buen padre. Una estadística que ya lleva más de 30 criaturas asesinadas por sus padres o las parejas de sus madres en menos de 8 años.

¿Cuántas víctimas, anunciadas y sin anunciar, hacen falta para que el foco se fije en el sistema, en vez de en las madres y mujeres que rompen con él para salvarse ellas o a sus hijos? ¿Cuántos moratones, cuántas palizas y denuncias hacen falta para que, en el caso de Juana Rivas, la sociedad eche en falta una justicia despatriarcalizada, en vez de seguir juzgándola a ella porque "es que está mal asesorada"?

¿Y vosotros cómo estáis? ¿Quién os asesora a vosotros? Mirad hacia dentro e intentad encontrar quiénes y desde cuándo os influye en las opiniones.

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