Viernes 5 de mayo de 2023
Durante las dos últimas ofensivas israelíes sobre Gaza en 2021 y 2022, 86 niños y niñas perdieron la vida
Este domingo, en España celebraremos el Día de la Madre, pero ¿cómo es ser madre en Palestina?
Haneen Harara - Gaza — 5 de mayo de 2023 elDiario.es
Laila tiene la mirada perdida. Cerca de su hogar, acaban de reconstruir una casa, justo donde murió su hija. “Allí perdí a mi hermosa niña con sus bebés durante la agresión israelí en 2014, mientras los gigantescos proyectiles caían al azar sobre nuestras cabezas”.
La hija de Laila Elhelou, refugiada de Palestina en Gaza, tan solo tenía 27 años cuando la guerra le arrancó la vida. Hedaya, que así es como se llamaba, perdió la vida junto a sus tres hijos: una pequeña de tres años y dos gemelos de apenas seis meses. “En menos de un segundo la casa se les echó encima. Todo se detuvo, mi niña y su familia se quedaron en silencio para siempre. Pero yo no”.
Lejos de ser un caso aislado, Laila representa, con profunda tristeza, pero determinación, la situación de cientos de mujeres en Gaza. Una maternidad que duele. Cada día se levantan y entregan todo el amor y cuidados a unos hijos que quién sabe, quizás en unas horas desaparezcan y ya no vuelvan a verlos jamás.
“¿Qué hemos hecho para que el ejército israelí asesine de esta manera tan criminal a nuestros hijos? Todos los días antes de irme a dormir me imagino a mi hija aún bajo los escombros, atrapada durante tres días. Y pienso, ¿cómo se sintió en medio de la oscuridad, la sangre, el olor a muerto y los gritos de sus bebés? ¿Murieron todos a la vez? Todas estas preguntas me atormentan”, comenta Laila.
El deseo de toda madre gazatí es vivir su maternidad sin guerras, sin agresiones, matanzas ni dolor. Alcanzar la dignidad como seres humanos que son y vivir con sus derechos humanos básicos cubiertos.
Las múltiples ofensivas israelíes les han arrebatado todos estos deseos. Las dos últimas en 2021 y 2022, donde 86 niños y niñas perdieron la vida. Pero el dolor de la pérdida lo sufren también quienes entierran a sus hijos e hijas adultos. Cientos de civiles perdieron la vida durante las ofensivas israelíes en la Franja y cientos de madres lloraron sus muertes y asistieron sus entierros. Muchos expertos coinciden en el trauma que la pérdida de un hijo supone, algo con lo que se aprende a vivir, pero nunca se supera. Sin embargo, la estampa en Gaza se repite cada año, madres enterrando hijos e hijas víctimas de bombardeos.
Laila mira a sus nietos orgullosa mientras juegan en el barrio de Shujaeya, al este de Gaza. “Disfruto alimentando a mi familia, es hospitalidad árabe. Hoy tengo a mis tres hijas y cuatro hijos con sus hijos y parejas a mi alrededor”, comenta mientras prepara dátiles para la familia. “Siento dolor todos los días, pero también me siento satisfecha cuando nos sentamos, comemos, reímos y vivimos todos juntos. Es un regalo el cielo. Quiero que viva mi familia, eso es todo”.
Este domingo, en España celebraremos el Día de la Madre, un momento muy especial para acercarnos a nuestras progenitoras y reconocerles el esfuerzo de habernos traído al mundo y criado. Un gran momento también para la reflexión: ¿Cómo es ser madre en Palestina?
Una parte de Laila murió con su hija y nietos cuando el bombardeo israelí terminó con sus vidas y su casa, pero hace lo posible por disfrutar con sus nietos esa parte que la vida bajo ocupación le ha privado de vivir.
Madres, refugiadas y palestinas, todas ellas se acuestan cada noche deseando lo mismo: un futuro seguro, mejor y en paz para sus familias. Un futuro en el que nadie les impida vivir el resto de sus vidas con tranquilidad.