Viernes 14 de marzo de 2025
El Tribunal Constitucional no ha admitido a trámite el recurso de amparo interpuesto por el creador de contenido antifeminista, Sergio Candanedo, en su batalla legal contra Yolanda Domínguez.
María Martínez Collado - Madrid-11/03/2025 Público
"Hay una agenda muy visible y clara que quizás pase desapercibida para la sociedad, pero que en el mundo del Derecho conocemos bien". La abogada Laia Serra, encargada de la defensa de Yolanda Domínguez, lo tiene claro: su procedimiento es "un caso paradigmático de litigio estratégico antiderechos" para intentar "censurar la libertad de expresión de las mujeres". Así lo ha manifestado también en distintos escritos y recursos, convencida de que se está intentando condicionar el relato y erosionar el derecho a la crítica pública, para generar un efecto de autocensura entre quienes se pronuncian públicamente contra el machismo y sus dinámicas.
"Las mujeres están preocupadas porque el hecho de hacer crítica política pueda conllevar acciones legales. No todas tienen recursos para enfrentarlas. Los procedimientos son largos y desgastantes", reflexiona en declaraciones para Público la letrada. En una entrevista con Marina Lobo, publicada en 2023, la propia Domínguez relataba la crudeza con la que había tenido que vivir ese "odio" hacia su persona que "nadie te enseña a sobrellevar". Entonces explicó cómo es despertarse y encontrarse "con cientos de insultos, burlas, humillaciones...". Incluso el llegar a recibir "15 audios seguidos insultándote". "
La batalla emprendida por el youtuber Sergio Candanedo contra la artista feminista se inscribe justamente en este contexto. Este lunes ha trascendido que el Tribunal Constitucional no ha admitido a trámite el recurso de amparo interpuesto por el creador de contenido antifeminista, conocido en la machosfera como Un Tío Blanco Hetero (UTBH), reafirmando la sentencia del Tribunal Supremo que ya había desestimado su demanda por vulneración del derecho al honor. Con esta decisión, se consolida un precedente fundamental sobre la libertad de expresión, el derecho a pronunciar una crítica feminista y la responsabilidad en el entorno digital. "Lo que argumentábamos es que si se restringía la posibilidad de crítica social sobre cuestiones de interés público, como las violencias de género, se estaría generando un perjuicio a nivel democrático", explica Serra.
Domínguez ha calificado la inadmisión del recurso como "una triple victoria feminista frente a la machosfera que merece la pena visibilizar", a través de un vídeo publicado en su cuenta de Instagram. La comunicadora ha añadido: "Debemos mantenernos firmes ante el retroceso. Gracias a todo el movimiento feminista por estar a mi lado y muy especialmente a mis abogadas por la fuerza y el conocimiento". Además, ha destacado que su caso representa "una herramienta judicial para defenderse y exigir a los creadores de contenidos que eliminen los comentarios ofensivos".
El caso se inició en 2019, cuando Candanedo demandó a la activista feminista por –supuestamente– haber atentado contra su honor al calificarlo de "violento con las mujeres". El quid de este asunto, tal y como ha argumentado en todo momento la defensa de Domínguez, era que el juicio no se limitaba a una cuestión privada entre las partes, sino que se trataba de un tema de interés público, "tenía una dimensión colectiva, democrática, constitucional". Y, por lo tanto, "el límite que se fijara en el procedimiento de Yolanda afectaría a la libertad de expresión de todas las mujeres".
En primera instancia, cuando Serra todavía no estaba llevando el caso, el juzgado falló en contra de Domínguez, considerando que "llamar a alguien violento con las mujeres" era insultante y lesivo para el honor del demandante. Sin embargo, en apelación, la Audiencia Provincial revocó esta sentencia, estableciendo que las críticas formuladas por Domínguez estaban perfectamente amparadas por los márgenes de la libertad de expresión. Candanedo recurrió, posteriormente, ante el Tribunal Supremo, que confirmó la desestimación de su demanda el verano pasado.
Con todo, tras conocer la decisión del Alto Tribunal, el youtuber publicó un vídeo en el que continuó ridiculizando a Domínguez y desacreditando el fallo judicial. En tono irónico, afirmó que "no habrá euro enmarcado en mi pared", haciendo referencia al dinero que exigía a la artista en su demanda y que, aunque recurrirá la sentencia ante el Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, preferiría "pasar página". En el mismo vídeo, sin embargo, continuó atacando a la activista, refiriéndose a ella como "una feminista totalmente despreciable".
Además, minimizó su responsabilidad en la proliferación de comentarios agresivos en su canal, asegurando que no puede controlar cada mensaje publicado: "No tengo la capacidad humana de leer los miles y miles de comentarios que se pueden publicar todos los días". También rechazó el argumento de que sus contenidos fomenten una violencia estructural hacia las mujeres y llegó a burlarse del concepto "violencia contra las mujeres": "Ahora en 2024 estamos hasta la punta de los huevos de escuchar que absolutamente todo es un nuevo tipo de violencia contra las mujeres. Violencia política, violencia estética, violencia hasta la hora de ir a cagar".
Finalmente, el proceso ha quedado cerrado en la jurisdicción española tras la deliberación del Constitucional. "Siempre he creído que llevábamos razón. Hay mucho trabajo, mucho estudio en este caso, mucho conocimiento jurídico de instancias europeas y de los estándares internacionales", expresa Serra. "Por eso hemos continuado un procedimiento tan laborioso y tan largo. La victoria más importante ha sido la sentencia del Supremo porque el precedente que ha dictado tiene un valor incontestable. Ahora el Tribunal Constitucional lo ha avalado desde la perspectiva de garantía del derecho", continúa explicando la letrada.
Uno de los aspectos más relevantes de esta causa es el reconocimiento de la violencia digital como una forma de hostigamiento que trasciende la acción concreta o particular de cualquier creador de contenido: "Cada vez que un youtuber como Un Tío Blanco Hetero permite o alienta de manera indirecta a que sus seguidores publiquen comentarios violentos y destructivos, está contribuyendo a una forma de violencia digital", recuerda Serra, en sintonía con lo dictado en la sentencia del Supremo. Durante el juicio se aportaron evidencias de los comentarios que seguidores del youtuber publicaron después de que él realizara vídeos sobre Yolanda Domínguez, muchos de ellos de contenido misógino y agresivo.
El caso se ha convertido en un ejemplo de "litigio estratégico antiderechos", según lo define Serra, una práctica que busca censurar el derecho de las mujeres a denunciar la violencia que sufren. Por lo que esta tercera victoria judicial de Domínguez no solo ha validado su propio derecho a la denuncia pública, sino que ha sentado un precedente clave al establecer que los responsables de canales digitales pueden ser considerados responsables si el contenido que permiten en sus plataformas atenta contra la integridad de alguien. Una decisión que, además, se ha emitido en consonancia con el marco legal europeo sobre la responsabilidad en entornos digitales, fortaleciendo los mecanismos de protección frente a la violencia online.
Si bien Un Tío Blanco Hetero aún podría acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Serra considera poco probable que prospere su recurso, ya que "las sentencias han sido sólidamente fundamentadas y han tenido en cuenta la jurisprudencia europea".
La causa también pone de relieve la necesidad de establecer una cultura de compromiso en las plataformas digitales. Como ha indicado Serra, "no basta con apuntar la responsabilidad al infractor individual, sino que las plataformas deben garantizar que son espacios libres de odio y discriminación". La abogada destaca, en este sentido, la importancia de la ley de servicios digitales europea, que podría llegar a generar un impacto práctico en la regulación de estos entornos. Aunque insiste, no obstante, en que más allá de las obligaciones legales, sería necesario que las plataformas asuman una postura corporativa en favor del bien común.