Las trabajadoras del sexo denuncian “acoso y persecución” de las instituciones

Ayer tuvo lugar la rueda de prensa de las trabajadoras del sexo de la Colonia Marconi y Villaverde, para denunciar el acoso que están sufriendo por parte del Ayuntamiento de Madrid y de la policía. Por otro lado, anunciaron una manifestación para el próximo domingo, 6 de noviembre, a las 12:00 horas, bajo el lema: “No a la persecución, por la negociación de los espacios públicos".

La manifestación convocada por las trabajadoras del sexo de Madrid y el Colectivo Hetaira, cuenta con el apoyo de Asamblea Feminista de Madrid, Fundación Triángulo, COGAM, CTSx (Comité de Trabajadores del Sexo), Sintrasex, FLGTB (Federación de Lesbianas, gais, transexuales, y bisexuales), Trasexualidad- Euskadi, Bloque Alternativo LGTB, Maribolheras precarias, Genera, CATS, Ambit Dona y Acción en Red de Madrid.

Igualmente, “las prostitutas o trabajadoras del sexo”, denunciaron que están siendo “perseguidas y acosadas” por las normativas y planes municipales. Por otra parte, informaron que la policía toma los datos de sus clientes o que les ponen multas con diferentes excusas, tanto a ellos como a ellas.

Por ello, solicitan una reunión con el Ayuntamiento y las asociaciones vecinales, para darles a conocer que necesitan un espacio donde “trabajar tranquilas”, “con mayor seguridad” y en un ambiente salubre. “Si se reconociera nuestro trabajo, muchos desacuerdos quedarían resueltos, facilitaría nuestra convivencia y el reconocimiento social. No queremos seguir siendo tratadas como objetos”, reseñó Rubí, integrante de la organización.

El colectivo sostiene que las normativas y planes municipales animan los prejuicios contra ellas, asunto que, según reclaman, da permiso, para que se les trate mal y se les agreda. De igual manera, enfatizaron en que quieren ser vistas de otra manera, y no como unas marginales, ni como casi delincuentes.

“Queremos tener los mismos derechos que el resto de trabajadores y trabajadoras con todo lo que eso implica. Queremos el bien de todos, de la comunidad como de nosotras”, expresó Diana Acosta, integrante del colectivo.

Acosta, además agregó que “no hay trabajo. Los días que no trabajamos no comemos. En cierto sentido nos obligan, prácticamente a realizar esta labor porque no encontramos uno en realidad. No nos dan la oportunidad para subsistir y pagar nuestras necesidades básicas y sostener a nuestras familias que están detrás”.