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Laís Bodnazky: "El poder que tiene la mujer asusta mucho por eso esta sociedad la esconde"

Lunes 13 de agosto de 2018

La cineasta brasileña se cuestiona en ‘Como nuestros padres’ la acumulación de roles de la mujer contemporánea y apuesta por una reflexión sobre la forma en que las mujeres se tratan a sí mismas.

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Imagen de la película ’Como nuestros padres’ de Laís Bodnazky.

madrid 12/08/2018 BEGOÑA PIÑA Público

“Las mujeres debemos hablar más de nosotras y debemos mirar cómo nos tratamos a nosotras mismas y entre nosotras. Tenemos que reflexionar para que se descubra a una mujer mejor”. Son palabras de la cineasta brasileña Laís Bodanzy, que dedica su nueva película ‘Como nuestros padres’ a la mujer contemporánea, la que se vuelve loca intentando cumplir a la perfección con miles de roles, sometida a una autoexigencia imposible a veces de satisfacer.

Mujer trabajadora, madre, hija, esposa, amante… “¿No estamos acumulando demasiados papeles?” La protagonista de su película, interpretada por la actriz María Ribeiro, es una de estas mujeres. Rosa es hija de una pareja de intelectuales y madre de dos preadolescentes y vive atrapada entre ambas generaciones. Ella busca el equilibrio entre los distintos papeles que la generación de su madre conquistó para las mujeres y la obligación de construir un mundo mejor para sus hijas, pero, consciente de la presión de la sociedad patriarcal, se exige a sí misma la perfección. “Y cada vez se siente peor”. Esta es la historia de la búsqueda de su propio yo, de su auténtica identidad.

¿Su película sirve como radiografía de la mujer contemporánea sometida a múltiples tareas?

Las películas hablan por sí solas. Me movió hablar sobre la mujer contemporánea en un momento de la vida en que está apresada entre su madre y su familia. Una mujer que tiene diferentes papeles. Y me paré también a pensar en la relación entre una madre y una hija y me sorprendió lo poco que hablamos de ello, pero sí lo hacemos de padre-hijo, padre-hija, madre-hijo. Las mujeres no estamos acostumbradas a hablar sobre nosotras y necesitamos hacerlo para cambiar la situación. Por eso quería hacer esta película, para mejorar, hacer una reflexión para mejorar a la mujer contemporánea, para que se descubra una mujer mejor. Tenemos que pararnos a pensar en la forma en que nos tratamos.

¿Y tratarnos más como mujeres y no solo como madres, por ejemplo?

Sí. Es que cuando una mujer se vuelve madre es como si ya se le negase su sexualidad, porque nos tratan, y algunas mujeres se tratan a sí mismas, de forma infantilizada, niegan a esa mujer que seduce, que tiene vida propia. El poder que tiene la mujer asusta mucho y en esta sociedad todo se ha construido para esconder a esa mujer y reducirla principalmente al ámbito familiar.

¿No se intenta también fabricar una imagen negativa de la mujer sexual?

Sí y lo hacemos nosotras mismas también. No hay más que ver cómo las mujeres hablamos de nuestro cuerpo, de nuestra vagina. En Brasil es como si no tuviéramos intimidad. La palabra ‘carallo’ para el hombre es positiva, pero la palabra que se emplea para la mujer es negativa. Y ese es un vocabulario que aceptamos. Ni en el vocabulario nos aceptamos como mujeres sexuales.

¿Hay algo de ustedes en el personaje de la película?

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La cineasta brasileña Laís Bodnazky

Laís Bodanzky: Sí, estoy muy próxima a la protagonista y hoy soy una mujer diferente a cuando empecé el proyecto. Ha sido un proceso liberador. Necesitamos referencias para seguir creciendo y este personaje ha sido un caso.

María Ribeiro: Me siento bastante próxima y para mí ha sido una experiencia transformadora también. Ella es hija de, madre de, esposa de… está abducida, y en su búsqueda de la verdad encuentra la transformación y se pregunta hasta qué punto es verdad que es quien dicen que es.

¿Y tenemos que liberarnos de lastres culturales y familiares?

La única certeza que se nos permite es la de ser madre. Pero una mujer se casa y abandona el nombre de su padre para tomar el del marido, es como si perteneciera a los hombres. En la práctica durante toda la historia de la humanidad la mujer ha sido responsable de la educación de los hijos, dentro de casa, al margen de la sociedad, escondidas, como esclavas voluntarias. Por eso, históricamente, el hombre construye nuevas familias y no importa.

En Brasil, ¿no hay avances con el nuevo feminismo?

El gobierno de Brasil ha puesto en marcha un proyecto de casas populares, porque las casas están a nombre de los hombres y muchas veces echan a las mujeres y a los hijos. La mujer contemporánea y el nuevo feminismo han salido a la calle, pero continúan con el mismo peso de siempre.

En el cine brasileño ¿el machismo es muy fuerte?

María Ribeiro: Yo soy actriz y directora, el machismo más brutal lo he sufrido como actriz. Como directora, en mi primera película documental no me sentía respetada, tuve que empezar a vestirme de una forma más austera. Yo soy una mujer coqueta, pero eso no es compatible con ser una mujer directora respetada. En el cine de una actriz se espera una postura más dócil que la que yo tengo. Al mismo tiempo, somos unas privilegiadas. Mujeres de otras clases sociales viven oprimidas por la falta de educación, ni siquiera se dan cuenta a veces de que pueden protestar y luchar. Yo soy una mujer luchadora.

Laís Bodanzky: Como mujer directora es difícil saber cuándo fue el momento en que sentí esa opresión de género, porque es una opresión invisible. Te están constantemente desautorizando. A los hombres todo se les da por sentado y se les respeta, cuando es una mujer todo es exigencia sobre ella. Así que en un rodaje, cuando consigo orden ya estoy exhausta. Una mujer directora tiene que exigir el respeto y agotarse para que los demás se concentren y entonces ahí empieza a trabajar.

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