La periodista siria Zaina Erhaim reivindica a su colega palestina asesinada, Shireen Abu Akleh: "Sabemos que ni habrá juicio"

La periodista siria Basma Dali entrevista para ’Público’ a su colega y compatriota Zaina Erhaim, activista reportera que reivindica la memoria de la también profesional de la comunicación asesinada por los israelíes, Shireen Abu Akleh. Una profesión que, en su mundo, pone en peligro a las mujeres que se atreven a contar lo que ocurre.

La periodista siria Zaina Erhaim. — Mark Hakansson / MOUSETRAP MEDIA

02/07/2022 BASMA DALI Público

La periodista siria Zaina Erhaim no quiere que se pierda la memoria de su colega palestina asesinada, Shireen Abu Akleh, por fuerzas israelíes en una refriega en el campo de refugiados de Jenin en Palestina, según los informes de la ONU.

Esta periodista, premiada con varios reconocimientos internacionales, entre los que destaca el premio Peter Mackler por Periodismo Valiente y Ético de 2016 por cubrir la guerra desde Alepo, ha destacado por su iniciativa independiente para formar a más de 100 reporteros sirios, un tercio de ellos eran mujeres, tanto en prensa escrita como en televisión. Además, ayudó en el establecimiento de muchos medios independientes sirios. Actualmente, trabaja como experta en comunicación y género con organizaciones internacionales en la región de Oriente Medio y África del Norte.

La cobertura periodística de Erhaim bajo el bombardeo y las amenazas de muerte, recuerdan al icono de valentía de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, que fue asesinada por fuerzas israelíes durante una refriega en el campo de refugiados de Jenin en Palestina.

En esta entrevista con Público, la periodista mantiene un tono de voz desesperado y deja intuir mucha amargura en el corazón por el asesinato de su compañera periodista palestina estadounidense Shireen Abu Akleh.

Misión periodística en tierra palestina

Abu Akleh se armó de coraje frente a la muerte y asumió todos los riesgos por el bien de su misión periodística en tierra palestina. Erhaim recuerda que“si una periodista ciudadana palestina estadounidense es asesinada frente a las cámaras y ni siquiera se hizo investigación, eso realmente da un mensaje claro a todos los dictadores que quieren silenciar a los medios de comunicación: que pueden hacerlo y sin represalias", declara.

Erhaim denuncia el doble rasero de algunos de los medios de comunicación a la hora de cubrir el funeral masivo de la periodista asesinada. De hecho, los agentes israelíes atacaron a los portadores del féretro. Según recuerda, "los medios británicos estaban bastante lejos, pero obviamente estaban sesgados. No fueron objetivos", destaca.

Guerra de Ucrania

Describe además a Público la contradicción del trato en las noticias cuando notó que el lenguaje de algunos de los medios estadounidenses era empático a la hora de cubrir la guerra en Ucrania. A su juico, "era más periodismo de guerra, que periodismo de paz".

Zaina Erhaim recuerda que los periodistas sirios se han jugado la vida para que llegue la información sobre los homicidios y abusos durante la guerra. Así, explica que "sin ellos no sería posible que el mundo se informara sobre los crímenes de guerra cometidos en Siria".

Destaca el papel en esta guerra de Siria de las mujeres periodista que, "desde el comienzo del conflicto, se enfrentaron violaciones de derechos humanos, amenazas de muerte y detenciones".

Erhaim cuenta los obstáculos que afrontan las mujeres en una sociedad patriarcal en Siria, "tienen desafíos a diario debido a quiénes son, vigilando su vestimenta, su movimiento, con quién trabajan, con quién hablan. Eso es una depresión diaria que afecta a sus actividades vitales de cada día", explica la periodista ganadora del premio de Reporteros sin Fronteras por su defensa de la libertad de prensa. La reportera recuerda el valor de las mujeres periodistas en su país.

Así, Zaina Erhaim recuerda a aquellas mujeres que intentaron incluso romper esta regla de género estereotipada y estar en una esfera pública, ejerciendo el periodismo.

Erhaim ha formado a muchas mujeres reporteras que antes trabajaban bajo roles tradicionales como amas de casa, coser, enseñar o cuidar a los demás. No obstante, aclara, "estas mujeres tuvieron que ocultar sus nombres, caras y entidades a la hora de cubrir la guerra en Siria para no sufrir ningún tipo de abuso, violencia o amenaza de muerte".

Cree que "como ser mujer periodista es por sí solo muy desafiante, tanto en el conflicto sirio, como en Irak, en Egipto en el Líbano, en el Medio Oriente en general", dice estas reportera.

Esta profesional de la comunicación vivía en un entorno conservador en Idlib (norte de Siria) donde rompió las barreras culturales al dedicarse profesionalmente al periodismo.

La periodista siria Zaina Erhaim imparte una charla. — Mark Hakansson / MOUSETRAP MEDIA E

Erhaim recuerda con orgullo las historia sobre las mujeres que formó en periodismo. Según explica, "los hombres se resistieron bastante a que sus mujeres tuvieran este trabajo, porque tiene que mezclarse con hombres o hablar en público, pero después de que les pagaran los medios occidentales a sus esposas en dólares estadounidense, a diferencia de ellos que recibían liras sirias, empezaron a trabajar con ellas como fixers (productores periodísticos)".

Erhaim decidió revelar historias no contadas mediante la realización de un documental que tuvo mucha repercusión en los medio. Mujeres Rebeldes Sirias fue publicado por el Instituto de Periodismo de Guerra y Paz.

Este documental habla de mujeres que tuvieron la responsabilidad de ayudar a los demás a través de documentar la guerra, entregar suministros a civiles y proporcionar servicios médicos.

Zaina Erhaim recuerda que el trabajo de las mujeres periodistas está a la vanguardia del trabajo periodístico en el mundo, "especialmente porque se enfrentan a riesgos por amenazas, a la inseguridad digital, a maltrato psicológico y físico". Estas duras condiciones tienen repercusiones aterradoras y, en ocasiones, conducen a la muerte, explica.

Por eso, la periodista teme las repercusiones de la violencia digital que enfrentan las mujeres periodistas árabes en algunas "atmósferas patriarcales y dictatoriales".​