La Justicia brasileña condena a nueve años de cárcel al comisario de la Policía española que mató a su esposa

Jesús Figón no llegó a pisar una cárcel brasileña por su acreditación diplomática: el Gobierno del PP le mantuvo en el cargo y le ofreció otro de asesor cuando llegó la edad de jubilación para que mantuviera la inmunidad

El presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, condecora al comisario Jesús Figón Leo en 2004 / EFE

Pedro Águeda 10 de marzo de 2023 elDiario.es

El comisario del Cuerpo Nacional de Policía Jesús Figón ha sido condenado por la justicia brasileña a 9 años, 4 meses y 15 días de prisión por el homicidio de su esposa, Rosemary Justino Lopes, nacional de aquel país y con la que residía en la ciudad de Vitória (capital del Estado de Espirito Santo). El crimen se produjo cuando Figón estaba destinado en Brasilia como agregado de Interior en la Embajada española, lo que propició que no llegara siquiera a ser detenido al gozar de inmunidad diplomática.

Jesús Figón, ahora jubilado y residente en España, fue declarado en la tarde del jueves (hora local) culpable de un delito de homicidio simple por un tribunal del Estado de Espírito Santo, según adelantó A Gazeta. La petición de la Fiscalía era inicialmente de 11 años de cárcel y se ha visto rebajada en algo más de año y medio debido a que el tribunal porque entendió que Figón “actuó por emoción violenta después de una provocación injusta de la víctima”, según explicó el representante del Ministerio Público Leonardo Augusto Cezar.

Jesús Figón se entregó a la policía local de Vitoria el 12 de mayo de 2015. Ante los agentes confesó que había matado a su esposa en el transcurso de una discusión. Rosemary Justino Lopes, de 50 años y nacionalidad brasileña, falleció por cinco heridas de arma blanca. El comisario asegura que la encontró dormida cuando regresó a casa y ella, que había bebido, le atacó con un cuchillo. En el transcurso de la pelea, la mujer resultó muerta, siempre según la versión del policía.

La sentencia de la Primera Vara Criminal de la Comarca de Vitoria establece que Figón intentó alterar la escena del crimen para descargarse de responsabilidad. “El acusado es licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y tiene el más alto rango de Policía (en Brasil equivaldría al de coronel de la Policía Militar), habiendo ocupado el puesto número 4 del escalafón en un Cuerpo de 80.000 agentes. Eso significa que toda la alteración de la escena del crimen fue minuciosamente pensada por el acusado, profundo conocedor y experto en investigación criminal”, recoge el fallo, al que ha tenido acceso elDiario.es.

Al día siguiente del crimen, el ministro de Exteriores de entonces, José Manuel García Margallo, anunció que España renunciaría a la inmunidad diplomática de la que gozaba Figón si se confirmaba que la investigación era por un crimen machista. La inmunidad, dijo el canciller español, “en ningún caso puede servir de coartada en hechos tan deleznables como los que se están investigando allí”.

La realidad fue que Figón ni siquiera fue apartado de su puesto como máximo representante del Ministerio del Interior en Brasil y que España solo renunció a la “inmunidad de jurisdicción”, lo que permitió al país sudamericano hacerse cargo de la investigación y juzga al policía español. Al mantener la “inmunidad de ejecución”, el policía sería trasladado a España para cumplir la pena según establezca Instituciones Penitenciarias, sin pisar una cárcel brasileña.

Siguió cobrando 11.000 euros mensuales

Sin embargo, los beneficios para Figón no acabaron ahí. Tras el crimen, Jesús Figón continuó siendo el consejero de Interior de la Embajada española en Brasil y cobrando su sueldo íntegro, unos 11.000 euros brutos mensuales. La situación tampoco cambió cuando cuatro meses después del presunto homicidio, la Fiscalía brasileña presentó una acusación formal, en septiembre de 2015.

El 23 de enero de 2016, Figón cumplió 65 años y se jubiló. El comisario no podía seguir acreditado como personal diplomático en el país donde mató a su mujer. Fue entonces cuando el departamento que dirigía entonces Jorge Fernández Díaz propuso nombrarle “consejero asesor” de la Embajada en materia de Interior. Exteriores aceptó. De este modo, Figón mantenía su condición de “agente diplomático”. El trabajo de Figón, según explicaron fuentes policiales a elDiario.es, consistía en asesorar a su sucesor. En 2019, según reveló elDiario.es, Figón regresó a España.

El matrimonio se había conocido en España y llevaban casados treinta años cuando se produjo el crimen. Figón había sido destinado a Brasil en 2012, tras la victoria del PP. El comisario ha sido defendido gratuitamente por Ilocad, el despacho que dirige el ex juez y actual letrado Baltasar Garzón.

A los pocos días de la muerte de su madre, la única hija del matrimonio abrió la posibilidad de que su padre fuera juzgado en España. Presentó ante la Audiencia Nacional una querella admitida a trámite por el juez Eloy Velasco: un ciudadano español había cometido presuntamente un delito en el extranjero y el tribunal especial era competente para investigarlo. Pero la Fiscalía brasileña informó a la española que ya había una causa abierta en el país sudamericano, según fuentes de la Audiencia Nacional, y eso obligó a Velasco a archivar provisionalmente el caso, después de haber imputado y citado a declarar al policía.

La Fiscalía brasileña ha explicado que todavía no va a ser comunicada oficialmente a la Justicia española el fallo porque cabe recurso. La defensa de Figón ya ha solicitado la documentación necesaria para presentarlo. Quedan, de hecho, tres instancias a las que apelar en Brasil: el Tribunal de Justicia (TJ), el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y del Supremo Tribunal Federal (STF). Figón ha seguido el juicio, que se prolongó durante dos días, por videoconferencia.