Italia: Mujeres sin Berlusconi, pero aún indignadas
Miércoles 14 de diciembre de 2011
Por: Lucia Magi | 12 de diciembre de 2011
A veces regresan. Las mujeres italianas volvieron ayer a llenar plazas y calles del país. En Roma, en la Plaza del Pueblo, eran más de 20.000 y, en las 20 ciudades que se adherieron a la protesta del comité ‘Si no ahora, ¿cuándo?’, las organizadoras sumaron 100.000 personas. La misma red de profesionales, actrices, cantantes, periodistas, estudiantes y precarias que ocuparon las calles el pasado 13 de febrero. Desde entonces ha llovido mucho en este país. Sobre todo, desde entonces ha cambiado el Gobierno, o mejor, su presidente, que ya no es Silvio Berlusconi. Ya no hay un solo hombre en el mando al que reclamar la humillación y desgaste de la imagen y del rol que las mujeres sufren.
Vuelven con un mensaje menos indignado, pero más calmado, más reflexionado. “Esta vez la manifestación es mucho más profunda. En febrero fue una protesta de piel y barriga, hoy es de cabeza”, resumió desde el escenario la cantante Paola Turci, antes de lucirse en Woman have a power. “Ha cambiado el Gobierno, queda por cambiar el país”, era el lema de la iniciativa. Un país donde una de cada dos mujeres no trabaja, una de cada tres abandona su empleo al tener el primer bebé, donde conciliar vida afectiva, laboral y maternal es una misión heroica, donde ella siempre gana menos que su pareja y acaba renunciando a su puesto, ya que las listas de espera en las guarderías son demasiado largas y una canguro cobraría el sueldo entero del mes, donde -por eso- los cargos políticos y en las empresas quedan en manos de los hombres.
El riguroso e impecable Gabinete de Mario Monti marca el principio de una nueva época, pero aún no suficiente. La ministra de Trabajo, Elsa Fornero, que rompió a llorar al anunciar la nueva medida de recortes, parece inidcar que no hace falta disfrazarse, acorazarse de plomo, asemejarse al modelo masculino para ser buena y valiosa en lo que se hace. “Emociónate pero corrigeme”, le dijo el primer ministro, reconociendo este hecho tan sencillo. Hecho que aquí en Italia, tras años de sonrisas de plástico, de chistes machistas en las ruedas de prensa, de malas palabras a los periodistas y de mesas ocupadas solo por varones, supuso toda una revolución. Pero no basta. El grito cantado con sonrisa obstinada y calmada por las mujeres italianas era claro ayer. “Pretendemos mucho más”.
Eran señoras, adolescentes, sus padres y sus maridos. Una manifestación del todo tranversal, una fotografía variada y real de la sociedad o al menos, de su parte más despierta y activa (la cita se difundió gracias a las redes sociales y a la web). “De este nuevo Gobierno respetamos la elección de elegir a tres ministras por carteras prestigiosas. Pero es solo el principio”, clamó Lunetta Savino, actriz y organizadora. “Estamos aquí con nuestras ideas sobre empleo, maternidad y servicios. Sin las mujeres no se puede cambiar nada”.
Luisa Rizzitelli, del comité organizador, recuerda que “a este gabinete llegado un instante antes del barranco, le decimos que no puede seguir pidiendo solo a las mujeres. No basta con lubricaciones nuevas, nos sirven hechos, actos concretos. Son las mujeres las que sostienen en sus espaldas todo el peso del país. Con su trabajo han capeado la falta de servicios para las personas y las familias, para niños y ancianos. Las mujeres italianas trabajan 60 horas por semana. Más que ninguna europea. “Estamos aquí para decir que no nos vamos. Queremos trabajar, queremos tener niños, queremos estar en el centro de un plan para el crecimiento del país", dijo Cristina Comencini, productora, directora e inspiradora de ’Si no ahora, ¿cuándo?’. "Decimos al Ejecutivo que la seguridad social para las mujeres no es un gasto, sino una inversión”.
RSS 2.0