Lunes 3 de abril de 2006
La prostitución crece en Galicia, donde se abrieron 20 nuevos pisos de contactos en el último año.
Eduardo Rolland / VIGO
La prostitución es un negocio en alza en Galicia. Ocho mil mujeres la ejercen en los 352 clubes de alterne de la Comunidad, mientras un número indeterminado lo hace en los doscientos pisos de contactos repartidos por las ciudades gallegas. Pero el sector está creciendo. Según un estudio elaborado por el Grupo de Estudios sobre la Condición de la Mujer "Alecrín", en el último año el número de pisos ha crecido un diez por ciento.
El Cuerpo Nacional de Policía estima que en Galicia son seis mil las mujeres que ejercen la prostitución en unos 300 clubes de alterne. Alecrín, por su parte, eleva esta cifra por encima de las ocho mil personas.
Las extranjeras constituyen el 85 por ciento. Según Alecrín, - que en su estudio ha consultado a diversas ONGs y ha entrevistado a 102 prostitutas- las sudamericanas son mayoría, en especial las procedentes de Colombia. Les siguen las africanas, con predominio de nigerianas, y las de Europa del Este que, según el informe, "constituyen el sector que en la actualidad presenta un mayor crecimiento, aumento que se prevé continúe en los próximos años". Las españolas que ejercen la prostitución proceden "de ambientes marginales" o son adictas a las drogas.
El sindicato UGT, que presentó en 2003 un informe sobre la prostitución en el Parlamento de Galicia, estima que el 73 por ciento de las prostitutas carece de permisos de residencia y trabajo en España.
Se calcula que, en todo el Estado, la prostitución mueve diariamente 32 millones de euros y, en Galicia, en torno a 1,7 millones, equivalente a 283 millones de las antiguas pesetas.
La actividad factura anualmente en España 11.600 millones de euros y, en Galicia, unos 620 millones.
El mercado está cambiando en los últimos años. El clásico club de alterne está en retroceso, mientras crece el negocio de los pisos, que ya acaparan el 30 por ciento del mercado.
Vigo, como primera ciudad gallega, es también líder en prostitución, con más de 70 pisos de contactos, seguida de A Coruña, con medio centenar.
La prostitución callejera, que es un fenómeno emergente en Madrid y Barcelona, decae en Galicia.
En Vigo, apenas se registra este tipo de prostitución en la avenida de Beiramar, junto al puerto, protagonizada mayoritariamente por inmigrantes africanas.
Alecrín no tiene dudas sobre que la mayoría de las prostitutas son víctimas de mafias, a las que han de pagar por traerlas a España. "En Galicia, operan tres tipos de redes, en función del origen geográfico: las sudamericanas, las europeas y las africanas; todos estos grupos están perfectamente organizados y especializados", relata en su informe la asociación.
Mafias peligrosas
En opinión del grupo feminista, las mafias del Este son, de entre las que operan en Galicia, "las más peligrosas y sofisticadas, además de las que someten a las mujeres a las condiciones más duras, de semiesclavitud".
Según algunos estudios, las extranjeras prostituídas forzosas pasan de proxeneta en proxeneta mediante el pago de unos 7.000 euros.
Sin embargo, en clubes y pisos el sistema de retribución es distinto. Los propietarios cobran a las prostitutas por la habitación, en ocasiones con derecho a comida y a lavandería. "Lo que ellas hagan luego en la cama es cosa suya", aducen estos propietarios.
Este sistema permite dar a la prostitución un aura de legalidad, ya que el proxenetismo está castigado, pero no que una persona venda servicios sexuales.
Por esta razón, cuando la policía realiza redadas en los clubes de alterne, sus actuaciones se saldan únicamente con sanciones administrativas por la presencia de inmigrantes sin papeles. En raras ocasiones puede demostrarse el delito de proxenetismo.
Mientras tanto, en Galicia se dispara el negocio del sexo.
Fuente: Red Feminista