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Entrevista a Laura Terciado y Bake Gómez, responsables del podcast de lesbianas para lesbianas "Maldito Bollodrama"

Domingo 25 de diciembre de 2022

Maldito Bollodrama: «El 8M y el Orgullo son nuestras banderas, no celebramos la Hispanidad»

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Maldito Bollodrama. Fuente: Teatro del Barrio

Hoy os traemos una entrevista a Laura Terciado y Bake Gómez, responsables del podcast definitivo de lesbianas para lesbianas… y, oye, para cualquiera que esté harto de los mitos del amor romántico. Si te toca volver a casa por Navidad, como al turrón, y esperas la peor colección de machiruladas como entrante de las cenas familiares, no te intoxiques. Sigue la recomendación de la periodista Rachel Maddow: “Lo mejor de ‘salir del armario’ es que nadie puede insultarte diciéndote algo que tú les acabas de decir”. Aquí te dejamos un buen argumentario para desmontar a cualquier cuñado.

AURORA MUÑOZ 24.12.2022 Público

La escritora estadounidense Dorothy Parker dejó esta frase para la posteridad: “La heterosexualidad no es normal, solo es común”. Su proclama tiene una versión 2.0. que han acuñado la periodista Laura Terciado y la creadora de contenido Bake Gómez: «Los heterosexuales y cisgénero son la excepción. Todos los que integramos minorías, somos lo que verdaderamente impera. (…) Creemos que reina lo normativo porque los demás estamos así, tapaditos». Con esa carta de presentación, arrancaba la primera entrega de Maldito Bollodrama, un espacio en las ondas donde lo personal es político.

«¿Creéis que es casualidad que en 2022 seamos de los poquísimos podcasts de lesbianas que existen, aunque ahora mismo haya hasta de hacer esquejes?», plantea Terciado. «Españita parece muy moderna y muy libre. ¡Hasta hay una Ley del Matrimonio Igualitario desde 2005! Pero, ¿cuántas mujeres siguen en el armario? Se nos llena la boca hablando de visibilidad e integración pero, ¿sabe tu abuela que eres bollera?», añade. La pregunta se queda en el aire. Ellas han llegado para poner fin a los silencios después del interrogante y dejar claro que, si el colectivo sigue siendo incómodo para la sociedad, es porque el eje de la lesbofobia es la misoginia. No hay más.

Terci y Bake son tan necesarias como educación sexual en los institutos y, juntas, son «más fuertes que el monstruo que hay debajo de tu cama», tal y como entona el dúo de folk-rock Indigo Girls en Power of Two. El Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA) las ha nominado este año a sus premios anuales en la categoría de Mejor creación en nuevos medios y, aunque no se llevaron la estatuilla debajo del brazo, tienen razones sobradas para sentirse vencedoras. El 21 de enero estarán sobre las tablas del Teatro del Barrio y ya han agotado las localidades a la venta. Los rezagados todavía tienen una segunda oportunidad, el 11 de febrero. Entre tanto, nos dejan la receta para dejar mudos a los cuñados que todavía dedican ‘perlas’ como «eres lesbiana porque no has probado un buen tío». Ellos son los únicos que deberían callar.

El Diccionario de la RAE recoge dos acepciones para «bollera»: «persona que hace o vende bollos» o, como término coloquial malsonante, «lesbiana». Vosotras, en cambio, hacéis militancia del término y, lejos de encontrarlo despectivo, habéis optado por bautizar vuestro podcast como Maldito Bollodrama. ¿Consideráis que en pleno siglo xxi hacen falta las etiquetas de lucha?

´- BAKE: La utopía hacia la que todas caminamos es una sociedad donde no haga falta, pero estamos donde estamos. Al final, tú eres dueña de tu etiqueta, es resiliencia. Nosotras reivindicamos que el colectivo LGTBIQ+ se reapropie de términos que siempre han sido un insulto. Ponemos en valor los bollodramas y todo lo que se ha usado para desprestigiarnos y para atacarnos. Ahora son parte de nuestra cultura lésbica y vamos a darles visibilidad para tumbar mitos.

– TERCI: Se nos asocia con grupos de mujeres locas que tienen bollodramas entre ellas todo el rato y queríamos reírnos de ese cliché. Las lesbianas no somos extrañas. La persona que te atiende en la tienda de Gran Vía es lesbiana también y tu tía y tu prima y tu médica… Estamos absolutamente en todas partes.

Hace 10 meses de aquella primera entrega, Bolleras, en la que citabais un titular de Javiera Mena para Bluper: «Mi activismo surgió al preguntarme dónde están las mujeres lesbianas». ¿Por qué pensáis que se produce ese fenómeno de mímesis?

– TERCI: Si las mujeres hemos estado invisibilizadas desde siempre, las lesbianas más, porque somos mujeres que nos relacionamos con otras mujeres. Ninguna de las letras del colectivo LGTBIQ+ sufre las mismas violencias y, en nuestro caso, nos hemos tenido que proteger de la misoginia. Aunque sea un arma de doble filo, a veces es más sencillo quedarnos escondiditas y vivir con nuestras amigas matrimonias bostonianas, porque nosotras cargamos con dos mochilas: la del machismo y la LGTBIfobia.

´- BAKE: Nos han enseñado que nuestra vida sexual, como mujeres, es inexistente y, si la hay, debe ser de puertas para adentro. Te crías intentando pasar desapercibida, que nadie te vea. Yo, por ejemplo, siempre supe que me gustaban las mujeres, pero sabía que no podía decirlo y, aún menos, que tenía una vida sexual con deseo. Yo veía series como Los Serrano y todo el mundo estaba obsesionado con Marcos y Eva. A mí no me removían nada. Esas cosas hacen que te veas siempre fuera. La gente habla de unos sentimientos que tú no tienes y dices: «¿Qué me pasa? Nunca voy a llegar a ser feliz. Nunca voy a tener esas mariposas que dice mi amiga que siente cuando se besa con un chico». Solamente me pasó cuando me besé con una chica pero, hasta que lo experimentas, no te das cuenta de que lo que sucede es que el relato hegemónico es heterocentrista.

– TERCI: Por eso, el feminismo ha sido tan importante, nos ha aupado. Parte de la lucha es que las lesbianas salgamos a la calle y nos pongamos en el foco público. Todavía hoy, al buscar «lesbiana» en cualquier sitio, te sale pornografía, no aparece contenido lésbico. Es imprescindible sumar referentes y por eso nació este podcast.

– BAKE: También se trata de una cuestión de sororidad. Cuando te juntas en un grupo con más tías, salen cosas vividas que nos han atravesado a todas. ¿Casualidad? No lo creo. Por eso, mi día de la Hispanidad no es el 12 de octubre. Son el 8M y el Día del Orgullo porque, en esas fechas, me siento parte de esas banderas y de una comunidad. Se me ponen los pelos de punta y eso no se puede comprar. Pasa, te atraviesa, te echas a llorar, lo vives y lo abrazas.

Henar Álvarez, en La mala leche, entremezcla feminismo, maternidad y sexo en clave de un humor irreverente. Cuando publicó el libro, dijo a El Mundo; «Cuando una mujer habla de sexo hace activismo: que se enteren de que también nos gusta follar». ¿Qué opináis de esto? ¿Con la sexualidad pasa lo mismo que con la historia, qué solo la escriben «los vencedores»?

– BAKE: Es muy importante visibilizar que las mujeres somos seres que sentimos deseo. Parece que la libido es una cosa de hombres porque a nosotras nos educan en que eso no puede expresarse. Cuando era pequeña y preguntaba a un grupo de chavales si se tocaban, ninguno tenía problema en reconocerlo. En cambio, entre nosotras era un tabú, hasta que alguna en la adolescencia abrió el melón. Ahí, ya sí, empezaron a aflorar los testimonios, pero lo primero es ir de pulcras. Eso es lo que consigue el machismo, nos priva de esa libertad sexual real. Es fundamental hablar de ello para que el relato se articule de otra manera, que no sea androcentrista. ¿Dónde está el placer para nosotras? Si el clítoris hubiese sido patrimonio de ellos, habría hasta figuritas.

– TERCI: Si nos ponemos a tirar de la historia y nos vamos hasta la época victoriana, nos encontramos con que pensaban que nosotras ni sentíamos, ni padecíamos, ni teníamos deseo sexual. Nos han estado vendiendo objetos, llamándolos consoladores. ¿Consoladores, de qué?. Esa manipulación hegemónica ha estado orquestadísima. Si sentías deseo e intentabas relacionarte con el sexo de esa forma, te decían ninfómana. Se han inventado hasta palabras para culpabilizarnos. La ninfomanía no existe. Nuestras ganas, más o menos, no dependen de que seas un hombre o una mujer.

En 2021, se debatía en la Asamblea de Madrid la propuesta de Vox de derogar las leyes LGTBI y Trans. En ese marco, la presidenta Isabel Díaz Ayuso le daba la réplica a la portavoz de Más Madrid, Mónica García​: «Madrid es la capital de La Veneno, de la libertad, del Orgullo (…) y eso es gracias al Partido Popular». ¿Qué os parece que la derecha quiera hacer una utilización partidista y desvirtue la bandera multicolor?

– TERCI: No es nuevo. M. Rajoy ganó las elecciones con la promesa de derogar el matrimonio igualitario. El PP es un partido homófobo con una capacidad sorprendente para que, con dinero de por medio, se les olviden sus principios. Aplican un extraño neoliberalismo de valores y si les parece que hay una rentabilidad económica detrás del Orgullo, se vende de otra manera. Lo que no podemos olvidar es que esta situación existe desde mucho antes del auge de la ultraderecha y, si ahora mismo es un instrumento político, es porque es reaccionario. Por fin hay gente luchando desde los ministerios por los derechos de las personas LGTBI y se están cagando de miedo, porque eso significa que van a perder su lista de privilegios. Por eso nos están oprimiendo de una manera muy deliberada. Quitar las banderas de los ayuntamientos es una declaración de intenciones.

– BAKE: No les cabe en la cabeza que no sintamos vergüenza de nosotras mismas y ser el bully siempre mola más. Eso explica también que haya personas LGTBI en muchos de esos partidos, que los utilizan para romper con la cuota y poder justificarse. Ellos pueden considerarse libres, pero la realidad es que pertenecer al grupo opresor es más fácil que sentirse parte de una comunidad discriminada. Nosotras, en cambio, preferimos aceptarlo y empoderarnos.

Y vamos del PP a Vox. Israel Díaz, el portavoz del partido ultra en Móstoles, ha dicho: «En nuestro partido hay muchísimas mujeres y de gran valía, casi tanto como la de los hombres». Este intento torpe de pinkwashing casi termina por convertirse en un viral pero, ¿los micromachismos son tan micro como nos hacen ver?

– TERCI: Eso fue una machistada como la copa de un pino, un intento deliberado de gaslighting. Pretenden decirte «Tranquila, cariña, lo estás haciendo bien, pero porque nosotros te dejamos». Van colocando regalitos envenenados.

– BAKE: Podría compararse con el gesto de abrirte la puerta. Te puede parecer galante, pero tiene un simbolismo: son ellos quienes te dejan pasar. Hay que conectar esto con la campaña del Ministerio de Igualdad. Probablemente, si le preguntas a un tío si es machista, te dirá que no, aunque lo sea. Cuesta mucho hacerles ver eso, porque lo sienten como un ataque y siempre te responden con lo mismo: «¿Cómo voy a ser machista? Si yo quiero muchísimo a mi madre». Eso sí, también los taurinos dicen que les gustan mucho los toros y los matan. Ese discurso no vale.

– TERCI: El verdadero shock por esta campaña no viene porque no se reconozcan. Algunos saben perfectamente que están siendo machistas, pero viven en tal privilegio, que creen que nunca se les va a señalar públicamente y, cuando pasa, se sienten acorralados. No son capaces de admitir que son opresores.

– BAKE: Si ciertos periodistas, como Pablo Motos, se dan por aludidos en un spot donde no se ha citado su nombre… Amigo, date cuenta: si te estás identificando, por algo es.

– TERCI: El problema de que no se responsabilicen de los referentes que están creando es que hay un montón de chavales que ven ese programa todos los días y no significa que lo vayan a copiar, pero lo normalizan. Si ven una situación así en la calle, entre sus amigos, se van a reír. No se puede generar humor alrededor del machismo. Es hora ya de que dejen de reírse de las mujeres, de los maricones, de los negros y, en definitiva, de ridiculizar a los que no son cómo ellos.

– BAKE: Eso desemboca en que tengamos súper normalizada la violencia hacia las mujeres en el ámbito cultural. Siempre se habla del debate de separar la obra del artista cuando ha sido machista, pero a nadie se le ocurre decir: «Oye, este dictador o este genocida era un magnífico artista, ¿por qué no hacemos una exposición? ¡Separemos la figura de sus cuadros!». Eso nos parece una locura, pero si hablamos de otros que han sido agresores machistas, no. Un rapero puede ir a la cárcel por la letra de una canción que va contra el rey, pero nos tragamos temas machistas en absolutamente todos los géneros musicales. Lo tenemos súper integrado.

En más de una ocasión habéis destacado la importancia de que existan espacios seguros como los garitos de ambiente o los hoteles gayfriendly. ¿Qué le diríais a la gente que piensa que las agresiones son cosas del pasado?

– TERCI: En octubre se ha celebrado el juicio a los padres de un chico de Terrassa por someterlo a castigos físicos y psicológicos para que dejara de ser homosexual. No hay mayor violencia que un padre persiga a su hijo porque le da asco y quiere que cambie. Esto sigue pasando, las pseudoterapias de reconversión siguen existiendo y el año pasado, sin ir más lejos, el Gobierno de Ayuso se cruzó de brazos ante las ‘curas’ para la homosexualidad del Obispado de Alcalá. Esto debería ser un escandalazo, porque son actividades ilegales, pero no hubo sanciones. Se está agrediendo a muchísima gente desde todos los ejes sociales, más allá de que te peguen o te maten en la puerta de una discoteca, como le pasó a Samuel Luiz. Hace un año, una pareja de mujeres denunció que un hospital de Valladolid se negó a registrar a su bebé por ser lesbianas y así, todo el rato.

– BAKE: Es alucinante que no hace ruido para nada el hecho de que hayamos caído cinco puestos en el ranking europeo de derechos LGTBI, sobre todo teniendo en cuenta que España siempre ha sido un referente. No podemos permitirnos el lujo de aflojar. Me encantaría no ser activista, es muy cansado, pero lo hacemos por necesidad.

– TERCI: Poner la cara es duro. Nos amenazan de muerte, juegan con tu estabilidad mental y te patologizan todo el rato, pero eso nos da empuje. No vamos a parar.

¿Se sigue respirando mucho amor romántico tóxico o llevamos incorporada la máscara antigás?

– BAKE: Ahora mismo hay muchos más relatos, pero es verdad que Pretty Woman sigue siendo la comedia romántica por excelencia y, hasta que la gente no vea esa película y se eche las manos a la cabeza, no se habrá avanzado del todo. Te hacen creer que, si no quieres vivir con tu pareja, no estarás tan enamorada. Si no quieres tener una familia, no la quieres. Parece que hay que pasar por el aro de tener un monovolumen y una casa sin quererlos.

– TERCI: Es ultra necesario hacer una deconstrucción colectiva y asumir que el amor romántico no es el camino, que condiciona nuestras relaciones y las envenena. Tenemos arraigado hasta el tuétano que el amor tiene que ser uno para toda la vida, monógamo y hetero, pero hay un montón de opciones más.

UwU quiere ser un punto informativo dónde la Generación Zeta se sienta libre y, por eso os gustaría hablar sobre la adolescencia tardía de muchas chicas que viven en entornos menos cosmopolitas y a las que la vida les pone difícil descubrir que encajan en el puzle. ¿Qué les diríais a ellas, que podrían ser vuestras ‘yos’ del pasado?

– BAKE Que no están solas y que utilicen Internet. Además de buscar referentes en Netflix, hay una magnífica herramienta que son las redes sociales para buscar gente como tú y eso da fuerzas para seguir. La vida en los pueblos y en las ciudades pequeñas es muy dura, pero hay oportunidades de ser feliz. También hay gente que hace activismo en zonas rurales y tienen un mérito enorme.

– TERCI: Yo soy de Ávila y, cuando tenía 12 o 14 años, pensaba que había cero unidades de lesbianas, que era una rara avis, única en mi especie. Esa sensación te genera mucha confusión, porque no empiezas a trabajar tu identidad hasta muy tarde, pero no se puede estar en suspenso hasta que te largues. Queremos que esas chicas estén todo el rato configurando su vida y que sepan que, mientras ese momento llega, al otro lado del chat hay gente como ellas con las que se pueden expresar en un entorno seguro.

Ahora que llega la Navidad y volvemos a casa como el turrón, ¿qué les diríais a los cuñados que se desatan en las cenas familiares y dan rienda suelta, sin pudor, a los clásicos como «y el novio pa’ cuando»?

– BAKE: Esa es una señal clara de que hay cierta gente que no sabe comportarse en una cena de Nochebuena de manera educada. Si un señor se siente amenazado por la Ley Solo sí es sí‘, igual no debería tener relaciones sexuales. En esto, podemos aplicar el mismo razonamiento: si no están sociabilizados, que no vayan.

– TERCI: Le voy a dar la vuelta a eso. No le hablaré a los cuñados, sino a ellas. Vaciad la silla, dejad de ir y que se sientan solos, que se queden ahí con su puto pensamiento.

– BAKE: Hay que abrir ya el melón de cortar vínculos con familias, si es necesario.

– TERCI: Es dificilísimo, pero hay gente que no te va a respetar nunca. A veces se provoca un exceso de confianza que acaba por hacerte sentir una dramática. No lo admitas: si no te sientes bien, no vayas.

Acabáis de presentar los Premios Plumas y Látigos, de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales (FELGTBI+). Allí tuvisteis una dedicatoria especial para la B del colectivo, ¿por qué 2023 debería ser su año?

– BAKE: Faltan referentes en la B y ya toca que haya personas, ojalá mujeres, que lancen la voz y que hagan activismo. Se siente una especie de efervescencia, se está pidiendo a gritos.

– TERCI: Es el momento de que se acaben todas estas opresiones, es el momento de la B y de las mujeres.

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