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Entrevista a Carla Antonelli: “Siempre que se habla de derechos trans hay un tope”

Miércoles 24 de marzo de 2021

Diputada socialista en la Asamblea de Madrid y activista por los derechos de las personas trans, Carla Antonelli ha venido defendiendo en Twitter, en tertulias y donde haga falta la autodeterminación de género que vertebra el borrador de la ley trans.

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Carla Antonelli posa en su casa tras la entrevista. Álvaro Minguito

Patricia Reguero Ríos 7 mar 2021 El Salto

El día en el que tiene lugar esta entrevista, Carla Antonelli (Güímar, Tenerife, 1959) nos pide retrasar la cita media hora y nos explica, al llegar, que ha tenido una conversación imprevista por teléfono con un seguidor de Twitter que le expresó sus dudas sobre el borrador de la Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans. Desde 2011, Antonelli es diputada del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, un puesto con el que se convirtió en la primera mujer trans española en acceder a un cargo con representación política.

Desde esa tribuna defendió en 2016 una ley trans autonómica que reconoce la “autodeterminación” de la identidad, un concepto que viene dando que hablar en entornos feministas desde junio de 2019, y en todas partes desde que el 3 de febrero el Ministerio de Igualdad diera a conocer el borrador de una ley trans estatal que forma parte del programa que abrió la llave del primer gobierno de coalición en España.

Desde entonces, Antonelli ha venido defendiendo en Twitter, en tertulias y donde haga falta el derecho a la “autodeterminación” de la identidad, que entiende como el derecho de las personas trans a independizarse de las tutelas que les han sido impuestas con la exigencia de requisitos médicos para hacer efectivo el cambio de la mención registral al sexo y el nombre en su documentación.

Y se ha pronunciado así contra el posicionamiento de su compañera de partido y vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que desató con sus palabras —“me preocupa la idea de pensar que se elige el género sin más que la mera voluntad o el deseo, poniendo en riesgo los criterios de identidad del resto de españoles”— la caja de los truenos de unos colectivos trans hartos de prórroga. Tras las palabras de Calvo han venido los hechos: el PSOE ha frenado la aprobación en febrero en el Consejo de Ministros de este borrador, lo que ahonda en la grieta abierta a cuenta de este asunto entre los dos partidos del Gobierno. Pero no hemos venido a hablar solamente de eso.

Has contado en algunas entrevistas que en los años 90 salías a las manifestaciones del 8 de marzo en Madrid, cuando era una marcha poco multitudinaria por la calle Jacinto Benavente. ¿Cómo eran esas movilizaciones?

El movimiento feminista invitó al colectivo Transexualia, en el que yo estaba y donde era portavoz de medios, a que fuéramos en la pancarta, y fuimos en la cabecera Juana Ramos y yo. Era un época en la que algunos clubs gays dejaban entrar a las personas trans y creamos la campaña “Aquí no se discrimina”, con Pedro Zerolo. ¡Estamos hablando de la discriminación sobre la discriminación! Nos llamaron, fuimos, y éramos unas más.

En esos años 90, ¿era la primera vez que ibas a un 8M?

¡No! ¡Cómo no iba a haber ido yo al 8M? ¡No soy una infiltrada, yo he vivido toda la parte social de este país que corresponde a quien soy! Hay que alejar toda esta cosa de que de pronto cambias, y llegas, ¡no! Cariño, yo con 17 años me fui de mi casa y me tomé mi primera hormona para ver en el espejo lo que quería ver. Y cuando comento esto es porque nos invitaron a portar la pancarta, para decir: aquí estamos todas, somos todas. Es que en este país no ha habido debate sobre este tema [la inclusión de las mujeres trans en el movimiento feminista], aparte de alguna persona puntual.

Esto existe desde hace un año y medio y son personas con nombres y apellidos, con espacios y cuotas de poder. Y guerras donde nos han metido a un conjunto de personas que somos las víctimas colaterales de este fuego cruzado. Es injusto, es un atentado hacia la vida, la dignidad y los sentimientos de decenas de miles de personas. Están jugando con estas personas, y cuando llegan los suicidios, que son elevados en el colectivo, creen que no tienen nada que ver. O cuando le pegan a una chica en Barcelona, dicen que es imposible que le hayan pegado por ser trans porque no se le nota. Es muy fuerte y vergonzoso el negacionismo.

Estos días hemos hablado mucho de la ley trans, poco de la ley LGTBI y menos de la “ley Pedro Zerolo”. Ahora iremos a la primera pero, ¿qué es esta “ley Zerolo”?

Es un compromiso socialista, la famosa ley de igualdad de trato y la no discrimicación, que se intentó presentar en la última legislatura de Zapatero y decayó. Es una ley hipertransversal hacia todo tipo de discriminaciones allí donde se produzcan. Es hacia el pueblo gitano, hacia las personas con VIH/SIDA, contra la xenofobia... Es una ley complementaria y que no invade para nada ninguna de las otras. El programa electoral del PSOE es clarito: una ley de igualdad LGTBI, una ley trans y una ley de igualdad de trato y contra la discriminación.

Hace poco compartías en Instagram una imagen tuya con Pedro Zerolo y decías “si tú estuvieras aquí”. ¿Qué diría Zerolo hoy?

Seguramente esto se hubiese parado. El problema fue que, cuando murió Pedro Zerolo, muchas mentes calenturientas pensaron que iban a ser el sucesor o la sucesora, y pensaron que iba a haber otro Pedro Zerolo. Pero solo hay uno, y la dimensión Pedro Zerolo es la que es y por eso se ha creado la Fundación Pedro Zerolo, de la que soy patrona. Intentar emular a alguien no tiene ningún sentido. Si quieres destacar, tiene que ser por tus valores y tu trayectoria. Cuando alguien quiere suplir a alguien, siempre muere en el intento. Entonces, alguien imaginó que iba a ser Pedro Zerolo y a lo mejor de ahí viene la rabia o la frustración y el encabezar otros movimientos en contra.

¿Qué diría Pedro Zerolo en concreto de la autodeterminación de género?

La defendió. Hay un tuit donde me responde a mí con una pancarta sobre la libre autodeterminación de género. Él hizo una defensa férrea de la mujer de toda la vida, puso en valor que las mujeres fueron las que abrieron el camino en el PSOE al movimiento LGTBI, mujeres feministas de la talla de Carmen Cerdeira, que fue la que creó el grupo federal LGTBI, y a veces sacan eso como contraposición a lo otro. No, Pedro Zerolo estaba ahí, y estaba con el movimiento gitano y estaba con las personas trans.

Yo he sido amiga íntima, nos hemos peleado, nos hemos insultado, nos hemos dejado de hablar, y hemos seguido siendo amigos, porque ahí se fraguan las grandes amistades. Yo le dije, cuando ya estaba muy enfermo: “Si lo pongo en una balanza, pesa más la amistad”. Él me miró, nos levantamos y comenzamos a andar en silencio, no lo olvidaré. Y mi vida a partir de finales de los 90 no la entendería sin Pedro Zerolo. Si buscas “Pedro Zerolo” en Google, sale una imagen que no le gustaba a él y le persiguió hasta la muerte. Era el pregón de Chueca y había una nube de fotógrafos, y dijimos: “Vamos a darnos un beso”. Yo tenía la tontería de sacar la lengua, y se enfadó, me dijo: “Eso está muy feo”. Y, mira, no querías lentejas, pues toma otro plato. Ahora, ya ves que alguna persona ha intentado desprestigiarlo acusándolo de infundios. Las mismas personas que pensaron en sustituirlo.

El 3 de febrero, el Ministerio de Igualdad daba a conocer los borradores de dos leyes: la ley trans y la ley LGTBI. Dos días después, unas declaraciones de la vicepresidenta Carmen Calvo cuestionando la autodeterminación de género confirmaban las sospechas de algunos colectivos de personas trans. ¿Tú estás tranquila?

A veces estoy tranquila, a veces no lo estoy. A veces llega la noche y me pongo a llorar. Pero cuanto más lloro, más fuerte me levanto al día siguiente, y no voy a renunciar a nada de lo que soy ni de lo que he sido, porque entonces paso a ser nada. Si algo es mi más preciado tesoro es el sentirse a gusto con una misma y saber que defiendes la causa de la razón, la causa justa, en lo que crees firmemente. Porque, además, cuando hablas tienes los argumentos. Desde otros sectores, cuando oyes hablar llegan a un límite y no saben qué más decir, porque solo son argumentarios y frases hechas.

Desde entonces, ¿te has sentido más arropada por Unidas Podemos que por tu propio partido?

Me he sentido arropada por los dos lados. No nos engañemos. Los medios de comunicación están reproduciendo lo que es escandaloso, y lo estamos potenciando. Pero te puedo garantizar que dentro de mi partido tengo muchísimos apoyos. Si no, sería ya harina de otro costal. El 9 de junio infame, porque era el aniversario de la muerte de Pedro Zerolo, ojo, por la noche salió el panfleto transfóbico. Y todos hemos visto dónde quedó eso: ni de arriba ni de allá. Esto está focalizado en unas personas concretas, de dentro y de fuera. No es el partido. Me niego a decir que es el partido. Son muchos grupos de muchos partidos quienes se han sumado al negacionismo, también de Unidas Podemos, pero se está focalizando en la gente del PSOE. He recibido apoyos, he recibido apoyos de toda la gente que está en contra de esta sinrazón, tanto de gente de dentro de mi partido como de fuera, y no solo militantes de base. Pero entiendo la situación. Y solo hay que ver la gente importantísima del partido que no se pronuncia ante lo inexplicable e incomprensible.

¿Te pillaron por sorpresa sus palabras las palabras de Carmen Calvo?

Sí, estas cosas te pillan por sorpresa. De pronto, sientes como un shock y un desconcierto porque en estos momentos hay que sumar. Mi sentimiento es de desconcierto y de dolor. Es difícil describir lo que siento porque las palabras no se quedan en semántica, tienen causas y efectos en las personas de este país. Si ya éramos señaladas y señalados, y de pronto se transmite que nuestra existencia y nuestro derecho a ser atenta contra otras personas, siempre habrá personas que piensen que somos un problema. Luego están los índices de violencia y de agresiones: no es baladí cómo ha aumentado este año hacia las personas trans. Hemos contemplado con horror cómo una niña sale de su casa y la están esperando para reventarle la cara a puñetazos o a un hombre trans poco después en Toledo, y esto es causa y efecto de un debate falso, falaz, mentiroso y embustero donde se eleva la singularidad a la globalidad.

Se nos ha señalado como posibles violadoras, acosadoras...todo tipo de barbaridades, poniendo noticias en singular —muchas, fake news—. Están utilizando las mismas herramientas que utilizan la derecha, el machismo y el patriarcado para desvirtuar y desprestigiar la lucha de la mujer y del feminismo. Están creando una realidad distorsionada.

"Llevan más de un año metidas y metidos en nuestras bragas y calzoncillos. ¡Déjennos en paz! Pasó lo mismo con el matrimonio igualitario"

Es doloroso ver cómo se utilizan contra las personas trans las mismas herramientas con las que históricamente han atacado la lucha tan importante de la mujer por la liberación. Porque esto no es otra cosa que un movimiento de liberación por las personas trans; nos queremos quitar de encima las tutelas y los tutelajes, no podemos depender de los criterios de los médicos y los jueces. El transcurso de la historia y el recorrido de su lucha de la mujer nos ha enseñado cómo las mujeres hemos pasado de la tutela de los padres a la de los maridos; no estamos pidiendo más que el derecho a la libre identidad y que nadie nos diga quiénes somos. Pero, además, España no está inventando nada. Hace más de nueve años,

Argentina reformó nuestra propia legislación. En 2007, fuimos pioneros al aprobar que no fuera necesaria una cirugía genital [para el cambio registral]. Porque sí, es cierto que el borrador actual del Ministerio de Igualdad no es la literalidad de su conjunto transversal, pero no menos verdad que de la A a la Z el Titulo II que se refiere al cambio registral lo es con puntos y comas. Además, si hacemos derecho comparado de nuestros países del entorno, también lo debemos hacer de nuestro país hermano, la siempre pionera Argentina, que en el 2012 modificó nuestra ley 3/2007 y es donde se inspiró nuestra reforma, que hoy es el corazón que palpita en el actual borrador, país que vio nacer a nuestra comprometida compañera secretaria de Movimientos Sociales y Diversidad, de lo que estoy convencida se sentirá muy orgullosa. Como con la actual Ley del Aborto del Estado Federal, donde están incluidas las personas trans con capacidad de gestar.

"Si hay que abolir el género, se abolirá algún día, pero qué curiosidad que haya que abolirlo cuando las personas trans se vayan a acoger a una ley que garantiza su identidad de género o expresión de género"

Te leo una noticia de abril del año 2006: “La coordinadora del área transexual del Grupo Federal GLTB-PSOE, Carla Antonelli, ha anunciado su intención de comenzar una huelga de hambre el próximo 15 de mayo para denunciar la falta de aprobación de una Ley de Identidad de Género, contemplada por el Gobierno en su programa electoral”. No es la primera vez que tienes que recordarle a tu partido sus compromisos. Entonces lo que estaba en juego era la Ley de Identidad (3/2007) que supuso un primer paso al eliminar el requisito de pasar por una intervención quirúrquica para cambiar el nombre y la mención al sexo registral, como explicabas.

Siempre que se habla de derechos trans hay un tope, un muro, siempre tenemos que construir escaleras para poderlos sobrepasar. Ya se lio hace 14 años, aunque no con la virulencia de ahora, porque esta virulencia viene también de sectores de izquierdas y en aquel momento vino de las derechas, pero se están reproduciendo exactamente los mismos esquemas con las mismas falsas alarmas: ¡íbamos a invadir los baños!, ¡los delincuentes iban a cambiar de sexo! Y no pasó nada. Cuesta un potosí avanzar en los derechos de las personas trans, pero eso fue un debate que [en 2007] se superó, afortunadamente, porque al final hubo un presidente que escuchó e inició el trámite. No con poco dolor, pero ahí está el vídeo de María Teresa Fernández de la Vega consagrando el derecho a la identidad de género.

Si hay que abolir el género, se abolirá algún día, pero qué curiosidad que haya que abolirlo cuando las personas trans se vayan a acoger a una ley que garantiza su identidad de género o expresión de género. Este proceder del último año es doloroso, estigmatizante, sobre todo para niños, niñas y adolescentes. Una madre me pasó ayer un WhatsApp donde contaba cómo su hija trans le preguntaba: “Mamá, ¿soy un peligro?”. Otra madre, una madre trans, me cuenta que el hijo viene de la escuela y dice que le da vergüenza decir que su madre es trans porque le han dicho que es algo malo. ¿Es que la gente no sabe el daño que está provocando? ¿Piensa que están hablando de teoría, de mesa camilla tomando un té y riéndose detrás de un ordenador?

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Antonelli defiende una ley trans que garantice la autodeterminación de género. Álvaro Minguit

Hace un año y algo, tras unas jornadas en Gijón donde se vio claro este discurso feminista transexcluyente, dijiste en El Salto que se trata de una corriente minoritaria. ¿Lo sigues pensando?

Es obvio que este movimiento transexcluyente, que afecta no solo a un partido, se ve aumentado por las redes. Hay cuentas trol, y luego cuentas que se han subido a esta ola. Y hay mucha gente con la cabeza bien puesta que tiene dudas y se mete. Lo que me extraña es el alarmismo inflado, interesado. Pones el ejemplo de Argentina: nueve años con una ley y no ha pasado nada de eso. Decían que íbamos a invadir los baños con penes colgando. Parece una falta de vida propia, de sexualidad propia, llevan más de un año metidas y metidos en nuestras bragas y en nuestros calzoncillos. ¡Salgan ya! ¡Déjennos en paz! Pasó lo mismo con el matrimonio igualitario, ¡la gente metiéndose en las camas de las personas! ¿Es que no tienen vida propia? ¿No hacen el amor? Todo obedece a un escenario hipotético de situaciones calenturientas, elevan la singularidad a la normalidad. Es triste, vergonzoso y pendenciero. Impropio que lo ejecuten contra quienes hemos sufrido.

"¿Tú has elegido ser mujer? No, tú eres. No tienes ninguna situación donde pienses, te autopercibas como hombre, tú eres"

Resulta que [para cambiar el nombre y la mención al sexo en el registro] tienes que ir a solicitar la documentación y, por tanto, hacer una solicitud. Eso tiene que pasar por el juez del registro civil. El juez del registro civil tiene que ir a tu pueblo; luego el juez o jueza tiene que acreditarlo, formular sentencia. Se emite una nueva partida de nacimiento, se envía al registro civil donde lo has solicitado, tienes que estar empadronado donde lo estás solicitando. Esto puede llevar hasta cuatro meses. Luego vas a comisaría, cambias toda la documentación. ¿Me quieres decir que vas a hacer todo eso? ¿Quieres decir que si eres un hombre vas a decir que eres mujer para acogerte a las leyes de igualdad? ¿Ahora resulta que las mujeres tenemos más derechos que los hombres cuando llevamos luchando siglos contra las brechas y la desigualdad? ¿Vas a ir con una documentación de mujer toda tu vida siendo un hombre? ¡Eso es lo que se está planteando! ¡Es una sinvergonzonería!

Una de las afirmaciones que más sorprende es la de que la identidad se elige, que se puede cambiar como una camiseta. ¿Qué supone un proceso de transición? ¿Qué supuso para ti?

Supone enfrentarse a toda la sociedad, o a una buena parte de ella que es absolutamente incomprensiva; a señalamientos, insultos; a dejar detrás muchas veces a la familia, amigos; a tener un 70 a 80% de tasa de paro. Como comprenderás, esto no es algo que se elige. ¿Tú has elegido ser mujer? No, tú eres. No tienes ninguna situación donde pienses, te autopercibas como hombre, tú eres. La palabra “cambio” induce al error: tú siempre fuiste. Pues igual de claro que tú lo tuviste lo tuvimos nosotras porque somos exactamente lo mismo, no es una cuestión de que un día se te crucen los cables.

Y, además, cuando dicen que los sentimientos no se legislan… ¿De cuándo a dónde? ¿No legislamos el derecho de gays y lesbianas a contraer matrimonio?, ¿qué mayor sentimiento que el amor? Pero eso no es un sentimiento, es el derecho a la propia identidad, donde ni un juez ni un médico nos tenga que decir quiénes somos. El Parlamento Europeo lo ha pedido. El Tribunal Constitucional ha dicho que la ley 2007, en el punto donde no entra entar a los menores, es inconstitucional. ¿Es que defendemos la Constitución cuando nos da la gana? No, si somos constitucionalistas lo somos para todos, y el Constitucional ha dicho que no es constitucional que los menores no puedan cambiar nombre y sexo registral y además no habla de patologización.

Eres, por ahora, la única voz con visibilidad que desde el PSOE está defendiendo unas leyes trans y LGTB basadas en la autodeterminación de género. Pero el PSOE ha defendido este tipo de leyes en 13 comunidades autónomas. ¿Dónde están todas las diputadas socialistas que han subido a las tribunas de sus parlamentos autonómicos a defender la autodeterminación de género? Los diputados y diputadas socialistas que han defendido este principio en el Congreso y en leyes autonómicas estarán donde estén y se pronunciarán cuando lo estimen necesario. Hay personas que sí se están pronunciando. Y hay mucha gente que no se está manifestando en contra, y esos silencios también valen oro. Mucha gente lo que está es alarmada y sorprendida, porque esto se ha defendido desde hace cerca de dos décadas.

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