"El último machismo no es el que mata a la mujer, sino el que malinforma"

La información que recogen los medios de comunicación sobre los casos de violencia machista repiten errores que contribuyen a "perpetuar la violencia", según explican los expertos.

Calificar el hecho de "muerte" en vez de "asesinato", centrarse en los detalles "morbosos", o apelar a la nacionalidad del agresor o de la víctima, son algunos de los fallos que hay que evitar.

La Escuela de Empoderamiento Femenino da algunas pautas para informar de forma adecuada, porque los medios de comunicación son "importantísimos para seguir dando pasos adelante", aseguran.

Patricia Burgo Muñoz 21/06/2015 eldiario.es

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Son ejemplos de informaciones sobre violencia de género que pueden encontrarse en los medios de comunicación y que, según recuerdan los expertos. contribuyen, de una manera velada, a "perpetuar la violencia". Organizaciones feministas e instituciones públicas llevan tiempo alertando de que el tratamiento en los medios de la violencia contra las mujeres necesita de una especial sensibilidad para evitar caer en estereotipos que desvirtuen el mensaje.

Una de las organizaciones más activas en esta lucha es la Escuela de Empoderamiento Femenino que asesora a profesionales de la información y les ofrece pautas para corregir esa tendencia. Su directora, María Martín, ensalza la labor de los medios "que han conseguido situar en la agenda pública" la violencia machista, "ya no es algo que sucede en casa", explica. Pero a la vez, Martín se muestra crítica por la deriva que han ido tomando estas informaciones, "hemos caído en la dejadez de contar una muerte, y otra muerte, sin fijarnos en cómo afecta la utilización del lenguaje". Y en este sentido Martín se muestra muy dura, "el último machismo no es el que mata a la mujer, es el que malinforma , la invisibiliza y la convierte en un número". Por eso cree necesario poner la lupa sobre cada uno de los errores que prensa, radio y televisión siguen cometiendo.

¿Y cuáles son esos errores? "El más grave es no calificar el hecho adecuadamente", dice Martín, "¿cuántas veces leemos ’muere una mujer? No morimos, nos matan". Otro de los fallos es ahondar en los detalles morbosos, "le asestó 32 puñaladas, eso no aporta nada, es más importante hablar de las causas, las consecuencias...", detalla. Un error muy extendido es también apelar a la nacionalidad del agresor o la víctima. María Martín considera que esto "ayuda a crear estereotipos como que estas cosas solo pasan entre la gente con menos recursos o los inmigrantes, cuando no es verdad".

Todos estos fallos vienen recogidos en ’Cómo #informarconenfoquedegénero sobre violencia machista en 9 tuits’, que la Escuela hace circular por la red mencionando a los medios de comunicación para "darles un toque de atención".