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El empoderamiento musical de las bandas femeninas en Catalunya

Miércoles 31 de agosto de 2016

Formaciones como Roba Estesa, Painomi, Sommeliers o The Mamzelles escenifican el auge del papel de la mujer sobre el escenario

Albert Doménech Barcelona 30/08/2016 La Vanguardia

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El grupo Roba Estesa es uno de los más demandados en festivales y fiestas mayores de 2016 (Roba Estesa)

Lo que a estas alturas de la película no tendría que ser noticia sigue, a día de hoy, generando cierta expectación, especialmente en una industria como la musical donde la paridad no ha sido precisamente uno de los valores en los que apoyarse para sacar pecho. Más allá de la presencia femenina sobre el escenario, asignatura en la que poco a poco se va mejorando, el sector sigue evidenciando una carencia de igualdad de sexos en aspectos técnicos como las tareas de montaje y sonido, con trabajos y funciones reservadas para el hombre. La sensación es que se ha adelantado, y mucho, en el impulso de voces femeninas en Catalunya, siguiendo la estela de otras profesionales del pasado, pero con propuestas renovadas y temáticas más centradas en los problemas actuales. Judit Nedderman, Nuria Graham, Joana Serrat, Andrea Motis, Gemma Humet, Marion Harper, Elena Gadel, Lidia Guevara, Izah, Cèlia Pallí, Sara Pi, Maria Rodés, Ivette Nadal, Maika Makovski, Meritxell Gené, Bikimel, Llorer, Pavvla, Paula Valls, Namina, Marta Delmont o Sílvia Pérez Cruz, son solo algunos ejemplos de voces que pisan fuerte en el panorama actual, una buena noticia para el sector que se puede empapar de otras sensibilidades.

Si hablamos de bandas, no es menos cierto que también existen muchas con algún componente femenino (incluso en la batería como es el caso de Laia Fortià para Els Catarres), aunque, lo más habitual y extendido, es ver grupos formados exclusivamente por hombres. Es por ello que la aparición de bandas formadas íntegramente por mujeres es, actualmente, una bocanada de oxígeno para un sector que ve con ojos de admiración como se afianzan propuestas femeninas y, en algún caso, también feministas.

Uno de los casos más paradigmáticos por su mensaje es el de la formación del Camp de Tarragona Roba Estesa, un sexteto musical femenino y con mensajes feministas, que tienen a la mujer como una de los pilares de su música festiva y tradicional. “Somos seis mujeres que subimos al escenario y hacemos visible un posicionamiento político y social desde el marco teórico del feminismo”, aseguraba Gemma Polo en una entrevista reciente para la revista Enderrock. Su primer trabajo de larga duración, Descalces (Coopula Records, 2016) está plagado de mensajes con el binomio mujer y lucha cobrando especial protagonismo, con rechazo explícito en sus conciertos a la violencia machista y la reivindicación de la tradición y la memoria braceando con un estilo musical que ellas mismas han definido como ‘folk calentó’.

Otra de las formaciones que asoma con fuerza en el panorama musical catalán son Painomi, un cuarteto de chicas que acaba de publicar su segundo disco, Podria ser pitjor, podria ploure (RGB Suports). Musicalmente distantes de Roba Estesa, la banda propone una colección de canciones pop modernas fusionadas con sonoridades más clásicas que conviven en un universo propio con protagonismo narrativo de la desventura. Eso sí, para perfeccionar su propuesta el grupo acudió a dos de los nombres masculinos más laureados del sector: David Rosell y Valen Nieto. Un proyecto de esencia lírica de largo recorrido con fusión de voces y una producción elegante que augura un buen futuro y más visibilidad para un proyecto que lleva años gestándose, como lo demuestra su primer disco, Estimat convidat (Temps Record, 2014).

En una línea similar a la propuesta de Painomi encontramos el proyecto de Sommeliers, un quinteto de jóvenes que fusionan ritmos jazz y pop con una sonoridad más clásica, en una propuesta innovadora que les ha otorgado notoriedad y desafíos en su carta de presentación Quinze d’abril. Procedentes de sensibilidades musicales distintas, las componentes defienden en catalán, italiano e inglés temas propios, pero también versiones de clásicos como My Way de Frank Sinatra. Violín, violonchelo o clarinete comparten protagonismo con piano y voz para crear una propuesta intergeneracional que este año se ha podido degustar en diferentes escenarios del país. Los amantes de los ritmos africanos tienen en la banda The Sey Sisters, afincadas en Osona, una buena propuesta musical cobre el escenario. Edna Sey, Kathy Sey y Yoly Sey celebran diez años como formación, un trío de voces negras que combinan con elegancia y mucha fuerza escénica ritmos como el gospel, el soul o el funk con sonoridades africanas maridando la propuesta con mensajes contra la injusticia y a favor de la libertad.

Manuela Kant es otro de los nombres de futuro del panorama musical actual, un proyecto formado por Vicky Longa y Aina Godoy, y que fueron finalistas del prestigioso concurso musical Sona9 en 2014. Su último trabajo, Exèrcit d’amants fusiona ritmos poperos con raíces más tradicionales, en una propuesta con especial protagonismo también para la mujer, como el personaje imaginario que inspiró el nombre de la banda, una fotógrafa prusiana que tiene que huir de su ciudad en búsqueda de nuevas oportunidades. Pop, rock y folklore en una apuesta atrevida que no se olvida del universo femenino. Otra propuesta musical mayoritariamente femenina es la de la formación The Crab Apples que, a excepción de su batería, Mauro, está integrada por tres mujeres. Su debut, Right Here (Discmedi, 2014) fue una de las sorpresas de hace unos años y ahora presentan nuevo E.P, Hello Stranger, con cuatro temas en inglés encajados en su particular universo indie.

Si una formación simboliza con humor, descaro y atrevimiento la llamada ‘guerra de sexos’ esta no es otra que The Mamzelles, el trío de artistas formado por Paula Malia, Paula Ribó y Bárbara Mestanza que, más allá de sus cada vez más recurrentes apariciones en la pequeña pantalla como actrices o presentadoras, tiene desde hace unos años un proyecto musical propio que abraza artes escénicas distintas como la interpretación, el humor y la música pop con cierto toque de surrealismo. Tras Que se desnude otra y Tòtem, el trío prepara nuevo material para este 2017 con el que seguro seguirán desmontando tópicos y prejuicios desde su particular visión femenina del mundo. En otro extremo musical opuesto, sobresale también el novedoso proyecto musical de Les Anxovetes, formado por Marta Pérez, Tona Gafarot y Montse Ferrermoner, y que tiene como principal objetivo la revisión del género de las havaneres con una propuesta más fresca y rejuvenecida.

Aunque si tenemos que buscar un referente de ‘girl band’ a la catalana deberíamos echar la vista 15 años atrás y fijarnos en el universo infantil y juvenil de las Macedònia, grupo de cinco chicas que se va renovando cada cinco años. De hecho, durante los próximos días se llevarán a cabo los cástings para elegir a las próximas integrantes del proyecto liderado por Dani Coma, y que llegará ya a la cuarta generación de ‘frutas’. Con una decena de discos editados, la energía de la banda femenina juvenil no se frena, convirtiéndose, a su manera, en un pequeño referente de lo que ahora se intenta normalizar encima de un escenario. Si hablamos de grupos corales, y gracias al impulso del programa de televisión de TV3, Oh Happy Day, destacan propuestas como las de Cantábile o el coro Geriona, formados exclusivamente por mujeres.

Unos ejemplos de rabiosa actualidad que unidos a los de grupos donde las vocalistas o músicos tienen un papel importante como Sense Sal, Trast, Màia, 9son, JoKB, Kòdul, Jo Jet i Maria Ribot, Els Catarres, La Folie, Crossing, XY o Anna Roig hacen que la música producida en Catañunya incorpore la necesaria visión de aquellos perfiles profesionales “acabados en a”.

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