El 94% de los trabajadores que reduce su jornada para cuidar personas dependientes son mujeres

Más de la mitad de estas trabajadores considera que no hay servicios adecuados para la atención de ancianos, niños o personas con alguna discapacidad, o que no pueden asumir su coste

ctxt 27/03/2021

na trabajadora doméstica cuida de una persona dependiente. CELIA HERNÁNDEZ / SALVADOR FENOLL (Porcausa)

Ni los confinamientos domiciliarios, ni el peso del trabajo femenino en trabajos esenciales durante la pandemia han sido suficientes para acabar con las enormes brechas de género que existen en el ámbitos de los cuidados. Lo han denunciado en los últimos meses numerosas asociaciones y organismos internacionales, y así se puede comprobar en los datos que ha actualizado el Instituto Nacional de Estadística sobre conciliación laboral y cuidado de personas dependientes, donde se advierte que el 93,6% de las personas que trabajan en España a tiempo parcial para poder realizar laborales de cuidados son mujeres.

Lejos de suponer algún cambio, aunque sea mínimo, los datos del INE muestran que los meses de pandemia no han supuesto otra cosa que un estancamiento en las tendencias de desigualdad que se venían registrando en este ámbito. De hecho, el peso femenino en el grupo de personas que trabajan a media jornada para cuidar a personas dependientes ha crecido durante los últimos meses más de dos puntos respecto de los datos de 2019, mientras que en comparación con 2018 tampoco se han detectado grandes variaciones. Ese año, un 96% de las personas que trabajaron a tiempo parcial para cuidar de personas dependientes, como niños o ancianos, fueron mujeres. En 2017 la cifra ascendió casi al 95%.

En términos totales, las cifras son todavía más sangrantes, y muestran con claridad la gigantesca bolsa de trabajadoras que se ven obligadas a renunciar a una parte de sus ocupaciones laborales para realizar tareas de cuidados: de los 305.600 ocupados que trabajaron a media jornada en 2020 con objeto de disponer de más tiempo para cuidar a personas dependientes, 286.000 fueron mujeres y apenas 19.500 hombres.

"De las 305.600 personas que trabajaron a media jornada para cuidar a personas dependientes, 286.000 fueron mujeres y apenas 19.500 hombres"

Junto a esto, los datos que ha publicado el instituto estadístico también recogen la opinión, generalmente negativa, que tienen estas trabajadoras sobre los distintos servicios de cuidados a personas dependientes. Más de la mitad de las mujeres (54,8%) que ha reducido su jornada laboral para ocuparse de estas laborales considera que, o bien no existen servicios adecuados para la atención de ancianos, niños o personas con alguna discapacidad, o bien no pueden costearlos.

El pulso opinativo de las mujeres que se ven obligadas a renunciar a parte de sus ocupaciones laborales para realizar tareas de cuidados no hace más que confirmar el estado en el que todavía se encuentra el sistema de dependencia 15 años después de su aprobación y tras una pandemia que se ha cebado con los centros residenciales, donde el número de plazas ha retrocedido en los últimos meses a niveles de 2017. Según el último informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, publicado también hace pocos días, más de 55.300 personas murieron en las listas de espera de la dependencia entre marzo y diciembre del año pasado. Esto son unas 152 personas al día desde que comenzó la crisis sanitaria.

"Más de 55.300 personas murieron en las listas de espera de la dependencia entre marzo y diciembre del año pasado: una media de 152 al día"

De acuerdo con las cifras de la plataforma, el 63% de estos fallecidos estaba esperando la resolución para recibir la prestación económica que reconoce la ley para costear los gastos asociados a los cuidados, mientras que el 37% restante estaba pendiente de la resolución del grado de dependencia.

En total, y a pesar de este altísimo número de defunciones, más de 230.000 personas todavía están esperando a que las administraciones públicas reconozcan sus derechos. Y lo que es más grave: de media, el tiempo que tarda en tramitarse un expediente de dependencia en nuestro país asciende a 430 días, más de 14 meses.

En el caso concreto de las personas que dedican una parte de su tiempo a cuidar personas dependientes, como puede ser el caso de las mujeres que reducen su jornada laboral, el informe asegura que “dos años después de que se recuperase el derecho de las personas cuidadoras familiares a poderse dar de alta en el convenio especial de cuidadores no profesionales de la seguridad social, solamente 60.293 se encuentran dadas de alta. Un 13,4 % del total de las personas cuidadoras”.