¿Dónde están las mujeres en Calais?

Hay un número indeterminado de mujeres viviendo en la jungla de Calais y una verdad a voces que hay prostitución y explotación sexual.

Esther Ripa. Responsable del Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) de Navarra Mundo Obrero 30-03-2016

La primera cosa que más me llamó la atención al llegar a Calais, y durante mi estancia, fue la ausencia de las mujeres refugiadas en el campo. La jungla de Calais (como se le conoce al campo debido a la maraña de las construcciones precarias elaboradas por los propios refugiados a modo de “vivienda” construidas a través de plásticos de tiendas de campaña, clavos y maderas), es un lugar donde la presencia masculina impera.

En toda situación de conflicto civil, militar o de genocidio, somos las mujeres las que nos llevamos la peor parte. Recordemos que durante la guerra de Bosnia y Hercegovina, 200.000 mujeres fueron violadas sistemáticamente por el enemigo, no solo para humillar al grupo contrario, sino que fueron violadas por su condición de mujer. Ahora en pleno siglo XXI, cuando asistimos a uno de los mayores éxodos de seres humanos después de la Segunda Guerra Mundial, vemos cómo las mujeres huyen con sus hijos e hijas, a veces también con sus compañeros, las vemos llegar a las islas griegas de Chios y Lesbos luchando desesperadas por conseguir una vida digna y un futuro digno para sus hij@s. Sin embargo, 10.000 niños y niñas han desaparecido durante el tránsito desde sus países a Europa; oficialmente no hay resultados de investigaciones al respecto, pero no hay que darle mucho a la cabeza para conocer su destino: tráfico de órganos, y sobre todo tráfico, venta y explotación sexual de sus cuerpos puesto que esto último es lo que más beneficio otorga a los traficantes de personas, que bajo la mirada para otro lado de los gobiernos (y en muchos casos debido a su complicidad) se lucran a costa de la máxima explotación humana.

Allí en Calais tuve la oportunidad de visitar junto con un fotoperiodista freelance de Barcelona, los barracones de Médicos Sin Fronteras y de la ONG francesa La Vie Active. En los recintos de La Vie Active hay capacidad para albergar a 400 mujeres, niñas y niños, las cuales tienen acceso a atención sanitaria básica y atención educativa y social básica; sin embargo, a mediados de febrero, la presencia de mujeres, niñas y niños era de la mitad. Dicha ONG, sabe que todavía hay un número indeterminado de mujeres viviendo en la jungla pero no tiene la capacidad humana ni logística de acceder a ellas y poder conocer su situación. Es una verdad a voces que en la jungla de Calais hay prostitución y explotación sexual. De hecho, dicho periodista que ya ha visitado la jungla en más de una ocasión, pudo ver la primera vez que acudió allí, un gran cartel donde se exponía: “Mujeres 5 euros”. Sin embargo, no existe ninguna ONG o institución que profundice sobre el tema para denunciarlo públicamente.

Desde el Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) nos preocupa la situación de las mujeres refugiadas por ser blanco fácil de las mafias y nos preocupan todas las mujeres del mundo que son víctimas de la prostitución. Por ello, iniciamos el pasado 28 de noviembre en Zamora la Red de Municipios Libres de Trata y de Explotación sexual, a la cual se han sumado ya más de una veintena de ayuntamientos y diputaciones. Seguiremos en nuestro empeño de denunciar todas y cada de las situaciones de violencia extrema que se dan contra las mujeres cuando padecen prostitución, puesto que entendemos que la prostitución no se ejerce, sino que se padece, puesto que es la situación de violencia de género más extrema a la que las mujeres podemos ser sometidas, y que indudablemente ya ligada a condiciones de clase.