Cuarenta mujeres murieron víctimas de la violencia machista en diez años en Galicia

La comunidad fue la que más asesinatos registró por millón de habitantes el año pasado

M. CedrónRedacción / La Voz de Galicia , 29 de enero de 2016.

La violencia machista empieza a ser un asunto de Estado. De hecho, fue uno de los temas protagonistas de la sesión inaugural del Congreso de los Diputados. Lo hizo justo el día en el que los concellos de Ortigueira, A Laracha y Baiona eran distinguidos por el Ministerio de Sanidad y por la Federación de Municipios e Provincias por la labor que realizan para prevenir una lacra que ha acabado con la vida de más de cuarenta mujeres en Galicia durante los últimos diez años. La comunidad fue el año pasado además la que más víctimas mortales registró por millón de habitantes, por encima de Valencia y Asturias.

Más allá de las muertes, las consecuencias de ese tipo de violencia son devastadoras, tanto para la propia víctima como para los descendientes o ascendientes que pueden convivir en el hogar familiar. Durante ese mismo período un total de 1.223 mujeres pidieron ayudas en la comunidad para dejar su hogar y poder comenzar una nueva vida, según los datos que maneja el Ministerio de Sanidad. A esa cantidad habría que sumar la de aquellas personas que no han agarrado la mano de la Administración y han optado por otras más cercanas como las de familiares o amigos.

No es de extrañar tampoco que en los casos más extremos haya personas que hayan tenido que cambiar de comunidad e incluso ocultar el lugar donde viven por temor a sufrir algún tipo de acoso.

Junto al qué dirán (sobre todo en las zonas rurales), la falta de una independencia económica es otro de los factores que frena muchas veces a mujeres que quieren salir de ese agujero a la hora de dar el último paso. De ahí que encontrar un puesto de trabajo sea fundamental. Pero es complicado sobre todo para aquellas mujeres con más de 45 años que nunca han trabajado.

Las cifras son muy pequeñas todavía, pero el número de contratos bonificados para víctimas de violencia machista se ha multiplicado en Galicia desde el 2005. En ese año el Ministerio de Sanidad contabilizó un total de 15 en todo el año, una cantidad que durante el 2015 llegó a los 35.

Esta misma semana el grupo Adecco dio a conocer un proyecto para facilitar la entrada en el mercado laboral de mujeres que hayan sufrido violencia machista.

Aunque cada vez hay una mayor solidaridad con las mujeres todavía queda mucho trabajo por hacer porque, como apuntan habitualmente los expertos, la sociedad española es machista.

En ese camino que queda por recorrer, la educación es fundamental. Sobre todo en el aula. De hecho, según los datos facilitados por el delegado del Gobierno en Galicia, en torno a unos 17.000 alumnos gallegos participaron en charlas sobre violencia y acoso. Junto a ellos acudieron 1.000 padres, además de 652 profesores.