Brasil: Un Gobierno sin mujeres

Por primera vez desde 1976, no habrá ninguna ministra en el Ejecutivo

EDUARDO SOTOS / RÍO DE JANEIRO

Jueves, 12 de mayo del 2016 - El Periódico

En Brasil nadie salió a celebrar la salida de Roussef de la presidencia. Las calles desiertas durante la eterna votación en el Senado dejaron entrever que los 208 millones de brasileños no saben bien qué esperar de su nuevo Gobierno. Por el momento, las redes sociales se han convertido en el nuevo altavoz de la cada vez más surrealista crisis política. El Gobierno del presidente interino Michel Temer se iniciará con un bombazo: será el primer gobierno sin una sola mujer entre los ministros desde 1976.

La imagen rancia y conservadora del Gobierno del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que asume la presidencia por tercera vez en la historia de la democracia brasileña sin haber ganado unas elecciones, ha indignado a muchos brasileños."Hoy se verá la foto con la cara de este Gobierno, y es una cara de blancos, hombres, sin ninguna diversidad y que no representa a este país”, condenó la exministra de Desarrollo Social, Tereza Campello . Twitter fue durante todo el día un hervidero de críticas.

LOS EVANGÉLICOS

Las concesiones que Michel Temer deberá hacer para contentar a los sectores que apoyaron el ’impeachment’ le pasarán actura. Entre ellos, la poderosa Iglesia Evangélica, que agrupa a alrededor del 27% de los votantes del país y que desde el primer momento se pusieron del lado del líder del PMDB. El auténtico impulsor del proceso contra Rousseff no fue otro que el expresidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha. Apartado por corrupción de su cargo la semana pasada, Cunha era el principal representante de la Iglesia Evangélica en la política de Brasil.

EL GIRIO NEOLIBERAL QUE SE AVECINA

Pero la principal deuda con Temer no será con las personas, sino con los mercados financieros. En su primer discurso como presidente en funciones, la tijera de los recortes hizo su triunfal aparición. La reducción del número total de ministerios de 32 a 21 fue la mejor demostración de que el político del PMDB podría estar ocultando el drástico giro neoliberal que se avecina en Brasil. De hecho, el fichaje con pedigrí y futuro hombre de hierro de su Gobierno será el nuevo ministro de Finanzas, Henrique Meirelles.

Licenciado con honores en Harvard, Meirelles fue el elegido en 2003 como presidente del Banco Central de Brasil en un esfuerzo del expresidente Lula en contener la mala reacción de los mercados financieros a su primera elección. Suyo fue el mérito de que Brasil alcanzase el grado de inversión entre las principales agencias de calificación en el 2008, de reducir la inflación por debajo del objetivo por primera vez en la historia, o de conseguir elevar las reservas internacionales de Brasil al nivel de los 250.000 millones de dólares.

UNA ECONOMÍA MORIBUNDA

Pero esa reluciente alineación del presidente al que nadie votó no ha conseguido deslumbrar a los brasileños. Incluso el expresidente del Tribunal Supremo Federal (TSF), Joaquim Barbosa, se permitió cuestionar la capacidad real de Temer de resucitar la moribunda economía de la novena potencia mundial. “¿Quién va a querer invertir en un país en el que se derriba a la presidenta con tanta ligereza? Os dejo esa reflexión a todos”, sentenció el héroe del ’caso Mensalao’, el escándalo de corrupción en el periodo de Lula que consistió en comprar votos en el Congreso Nacional de los partidos minoritarios.

El que fue el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil ahora palidece en comparación con la dimensión astronómica de la ’Operación Lava Jato’, la operación judicial relacionada con la petrolera Petrobras, y su devastador efecto en la estabilidad del gigante amazónico. El mensaje de las calles vacías fue claro, aunque el PMDB tiene 2,4 millones de afiliados su apoyo popular es nulo. Solo falta por saber si será capaz de resistir los 180 días de oposición que promete la combativa izquierda brasileña.