Asociaciones de mujeres y LGTBI plantan cara al alquiler de vientres

Yolanda Martos bez 18-04-2017

La nueva Red Estatal contra el Alquiler de Vientres, presentada este lunes, cuenta de arranque con más de 50 organizaciones de mujeres, familiares y colectivos LGTBI, a las que se irán sumando asociaciones mixtas, profesionales y médicas. Es la respuesta a la creciente ofensiva comercial sobre la regularización de alquiler de vientres, que anuncia su feria los días 6 y 7 de mayo, y será el quinto año consecutivo.

En el Código Penal, en el Art.220.1,2,3 se tipifica como delito la entrega, intermediación y recepción de un hijo por un precio, aunque se hubiese hecho en territorio extranjero. ¿Por qué la Administración no lo impide? Desde que se denunciara esta feria en 2016, y el juzgado la archivara, no solo no se han pronunciado las administraciones, sino que las pantallas de televisión celebran los bebés encargados por famosos, como algo con glamour.

Está manejándose la cifra de 1.000 criaturas al año obtenidas de esta manera. Según Alicia Miyares -portavoz de No Somos Vasijas y de la red-, ”es una cifra alta para dar la impresión de que existe una necesidad, cuando lo que prima es el interés de las empresas: clínicas, hoteles, abogados, agencias de viajes, de publicidad, farmacéuticas… Mientras, con esta práctica ilegal, lo que se vulneran son los derechos de la madre y la criatura. A la madre se le exige que renuncie a un derecho fundamental, como si se exigiera renunciar al derecho al voto. En este caso, son la filiación y la crianza. Y también al derecho al aborto en países donde exista. Si decidiera abortar, tendría que indemnizar a los que le han contratado. Por su parte, al bebé se le niega el derecho a conocer su origen, porque, al menos en España, figura como hijo biológico. Es una barbaridad cuyas consecuencias a futuro ignoramos. La Administración tendría que impedir esta feria con la ley en la mano”.

Altruismo, el mito de la gestación subrogada

Cuando bez.es publicó “Lo que se oculta tras los vientres de alquiler”, veíamos que una de las opciones de legalizar era el altruismo, que practican entre otros, Reino Unido y Canadá, aunque nunca entre familia porque causaría tensiones. Sin embargo, no hay británicas ni canadienses que quieran gestar generosamente para terceros.

Con la tasa de fecundidad negativa que tenemos, no es de esperar que las españolas gesten altruistamente

Esta modalidad, es la más defendida en España desde que Ciudadanos la propusiera, y también contradictoria porque refiere altruismo y compensación económica a la vez. ”Al cabo de un tiempo, se ha demostrado -asegura Ramón Martinez, vicepresidente de Somos Diferentes LGTBI+H- que legalizarlo como altruismo es una tapadera, y lo que propicia es que el primer mundo genere un alquiler de vientres en el tercer mundo”

¿Por qué es el modelo que se persigue en España? “Si ponemos la estadística en la mesa -sigue Mirayes- conseguiremos 100 embarazos con esa medida garantista. Si es cierto que entran 1.000 niños en España por esta práctica, ¿dónde se van los 900 que faltan? Van al mercado reproductivo. Si consiguen regularlo, les facilitará el reconocimiento inmediato y el registro, evitando así los problemas legales que existen actualmente”. La consecuencia es favorecer así los contratos en países como Ucrania, Grecia India… y eliminar trámites y dificultades en España para los bebés gestados fuera, porque, según la portavoz de No Somos Vasijas, con la tasa de fecundidad negativa que tenemos, no es de esperar que las españolas gesten altruistamente.

Quitar valor a la maternidad: emociones y derechos

Más de una vez se ha comparado la maternidad subrogada con la reproducción asistida, algo que rechaza de plano la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres, como también rechaza que se compare con la donación de órganos: “una criatura no se dona”. En paralelo a esta asepsia, lo que la publicidad de estas empresas ofrece es el retrato de una familia feliz con el bebé que han pagado. No vemos qué ha pasado con la mujer que lo gestó, ni con su salud ni con sus emociones ni con las de sus otros hijos, quienes, posiblemente, pueden preguntarse por qué esta vez no conocerán a su hermano.

La Red Estatal contra el Alquiler de Vientres rechaza comparar la maternidad subrogada con la reproducción asistida o la donación de órganos

Sonia Lamas, una de las portavoces de la nueva red considera que se está banalizando la maternidad“. "En primer lugar, no se está dando valor a las mujeres. Por otro lado, para el patriarcado y el neoliberalismo, la maternidad es sagrada y ahora la quieren consagrar para el mercado"

Hace solo unos meses que algunos colectivos LGTBI se ponían en primera fila para pedir la regulación de la maternidad subrogada. Hoy, en esta red, otra gran parte de esa población está representada y se desmarca abiertamente en contra del supuesto derecho de las parejas de hombres a pagar vientres “porque no se puede obtener -dice Ramón Martinez- un deseo personal a costa de la explotación reproductiva de las mujeres”.

A la red le queda la tarea ahora de hacer contactos con los partidos políticos para explicarles qué significa alquilar vientres y para el futuro, concluye Mirayes: “espero que nos asimilemos a los países del norte de Europa y si es necesario, tendremos que volver al punto por el que se prohíbe inscribir a niños engendrados en otro país”.