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«Aquí no hay sexo pero puede haber algún roce» o cómo las mujeres son usadas como reclamo sexual en un bar

Sábado 28 de septiembre de 2019

Alejandra de la Fuente 26-09-2019 Público

Existen muchos bares de copas que utilizan a mujeres como reclamo sexual. Suelen hacerlo subiendo fotografías y vídeos a sus redes sociales de mujeres sexualizadas con eslóganes como «concurso de camisetas mojadas», «chicas gratis» o «noche especial de chicas».

La sexualización de las chicas sobrepasa tanto los límites que algunos bares, ante la presión, se han visto obligados a eliminar sus carteles y vídeos. Este fue el caso de una discoteca que promocionaba una fiesta con el lema F***CK ME I’M ERASMUS. En el vídeo promocional aparecían mujeres bailando, bebiendo y besándose como objeto de reclamo.

Ahora, otro bar de copas busca mujeres como reclamo para sus clientes. Mujeres guapas y atractivas que «tomen algo al otro lado de la barra» con los clientes.

En el anuncio especifican que buscan una camarera para un disco bar de copas en Almería, concretamente en Campohermoso, y añaden que las futuras trabajadoras tendrán alojamiento gratis.

Desde Público, nos ponemos en contacto con el empresario y, al escribirle, la respuesta es clara: «Tienes un sueldo de 900 euros al mes y luego tienes las copas que es donde realmente se gana dinero. La copa la cobro a 10 euros y tú te llevas 5 euros y si luego te quieres sentar con el cliente al otro lado de la barra, ahí cobro 20 euros y tú te llevas 10 euros. Aquí no hay sexo, pero si sales, detrás de la barra puede haber algún roce».

El empresario asegura que dotará a la trabajadora de una habitación con llave en la que podrá vivir con otra compañera de trabajo. «Esto está hecho para ganar dinero, no para perder el tiempo. Se buscan mujeres que se echen pa’ lante y digan «voy a trabajar». Al preguntarle si había contrato, el «empresario» dejó de responder.

En el año 2017, el Tribunal Supremo delimitó la diferencia entre alterne y prostitución. El TS dictaminó que si hay sexo (prostitución) no es posible reconocer una relación laboral, por lo que esa persona no es una trabajadora. En cambio, si no hay sexo y solo alterne, es decir, captación de clientes, acompañamiento y consumo de copas, sí que existe relación laboral entre quien ejerce esta actividad y la persona que regenta el local donde se produce.

En declaraciones a Público, la laboralista @StarlessCrimson explica que «la delgada línea entre la prostitución y el alterne es prácticamente inexistente» y, que «alterne siempre o casi siempre va ligado a la prostitución».

En España, la prostitución por cuenta ajena está prohibida y por ello «hay empresas que utilizan este tipo de contratos para enmascararla», aunque las mujeres que trabajan en este sector «únicamente están de acompañantes para incitar a la gente a beber».

«La forma de seducir al cliente, si incluye tocar o dejarte tocar, para mí es prostitución», ha matizado. «El sexo no es únicamente penetración, hay mucho más (…) ya sólo el hecho de que te digan que toques me parece que es ilegal. La mayoría de sentencias que te encuentras son porque, o no están contratadas como alterne y deberían estarlo, o porque hay otra actividad detrás como la prostitución».

Además, en este caso concreto, el empresario ofrece una habitación a la futura empleada sin especificar los motivos del ofrecimiento. «Esto suele ocurrir, hay empresarios que ofrecen una habitación para que tu tengas un sitio donde ejercer la prostitución y luego se hacen cálculos. Esto se podría demostrar si existe dependencia y ajenidad, es decir que, por ejemplo, si suben a alguien a la habitación que haya tenido que consumir alcohol en el local».

Por otra parte, Manuela Torres Calzada, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, ha matizado que este tipo de anuncios «machistas y que cosifican a la mujer», sí se pueden denunciar a la Inspección de Trabajo y a las instituciones, como el Instituto de la Mujer para pedir su retirada. También, ha explicado a Público, que este tipo de prácticas «están más extendidas de lo que pensamos». «Suelen coger a personas extranjeras y les ofrecen una habitación. Estas mujeres, que no tienen vivienda, encuentran un trabajo y un techo y, de esa forma, estos empresarios ejercen una coacción encubierta».

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