Miércoles 18 de septiembre de 2024
La fiscalía ya ha abierto una investigación a uno de los docentes acusados de atentar contra la libertad sexual de su alumnado.
Tomás Muñoz 17 sep 2024 El Salto
El pasado mes de julio, cinco ex alumnos de un colegio concertado de Alaquàs, el Madre Josefa Campos, denunciaron a la Inspección Educativa que un docente de este centro les sometió a “terapias de conversión” forzosas durante su etapa escolar. Los jóvenes, en una exclusiva publicada por el periodista Gonzalo Sánchez en Levante-EMV, relatan que, incluso, les llegó a ofrecer pastillas “para curar la homosexualidad”. La divulgación de su testimonio ha servido para que salgan a la luz decenas de ex alumnos del centro que denuncian haber pasado por experiencias con este profesor.
Romper el silencio para las víctimas no ha sido fácil. Se trata de una experiencia traumática de la que han tardado años en hablar abiertamente. Una de las víctimas de este docente relata que fue sacado de su clase por su entonces tutor, Federico M.V. y fue conducido a un espacio del colegio apartado: “Me sentí intimidado, acorralado, me preguntó cosas que entonces ni yo mismo sabía, como si me sentía atraído por los chicos”.
Las víctimas de este docente coinciden en señalar que fueron abordadas en torno a los 11 años, en charlas privadas y sin el conocimiento de sus progenitores, para “orientarles” y tratar de eliminar su identidad sexual. Siempre con el mismo modus operandi, en espacios apartados del resto de sus compañeros y en conversaciones privadas que no eran capaces de compartir ni con sus progenitores ni con el resto de sus compañeros. Una de las víctimas que le ha denunciado explica que, en ese momento, “no tienes herramientas para hacerle frente, para decirle voy a hablar con mis padres o amigos, o voy a denunciarte, porque en ese momento somos gente pequeña, menor, desinformada, sin haber dado nada de educación sexual, en un centro hermético para estos temas y en el que ese profesor es visto como una buena persona, son muchas las razones que te llevan a callártelo”.
Según cuentan, el profesor les interrogaba acerca de sus gustos y preferencias sexuales, y les inducía a renegar de las mismas, generándoles sentimiento de culpa y daños en su autoestima. Alguno de ellos confiesa que, años después, sigue yendo a terapia psicológica para tratar de sanar el dolor que le causaron las prácticas del docente Federico M.V.. “Él siempre dice que la homosexualidad o la transexualidad o la bisexualidad se provocan por un trauma, pero a este señor que le entre la cabeza que en mi vida he tenido un trauma ni familiar de abuso ni de nada, a mí no me ha violado ni me ha abusado nadie. Yo soy así porque soy así”, explica uno de los denunciantes que matiza que “quién provoca los traumas a los niños de 11 años se tiene que dar cuenta que es él”.
El caso, que ya está siendo investigado por la sección de delitos de odio de la fiscalía de València, ha obligado al colegio concertado a apartar de sus funciones al docente. El centro alega desconocimiento de estas prácticas por parte del profesor, a pesar de que su vinculación con entidades católicas integristas es pública y notoria. Una de sus víctimas duda que el colegio no supiera de la actividad de su docente: “Yo entiendo que se desconozca de un profesor o de un trabajador que lleva un año en el colegio, pero de una persona que lleva 36 años en un centro ¿me vienes a decir que no sabes cómo era esa persona? No me lo creo, sinceramente. Nadie se lo cree”.
De hecho, en un vídeo grabado con cámara oculta por la Sexta, el mismo profesor explica que “me ha pasado ir por el patio, coger a un tío y decirle ’¿Que haces siempre con las chicas?’”, así como también fue cazado afirmando que “la proyección por el mismo sexo muchas veces va asociada a la obsesividad y la compulsividad”. Para ello, le ofrece medicación “online”: “Llamas y te mandan una receta”, sostiene en la grabación.
El epicentro de las terapias de conversión
En algunos casos, las víctimas han confirmado que fueron derivadas al Centro de Orientación Familiar (COF) Mater Misericordiae, una agrupación católica de la que fue fundador Federico M.V., y que, según apuntan varios testimonios, fue el espacio utilizado para realizar las prácticas denominadas como “terapias de conversión”.
Aunque el Arzobispado de València alega que no tiene vinculación oficial con este centro, lo cierto es que Juan Andrés Talens, secretario para la Defensa de la Vida del Arzobispado de València, es consejero de esta organización. Al conocerse la incoación de la investigación por parte de la fiscalía, la diócesis valenciana eliminó de su página web el contacto de este centro, aunque este sigue apareciendo en la web de la Conferencia Episcopal Española. En la misma se indica que es mejor llamar por las tardes y que atiende al teléfono un tal “Federico”.
Precisamente Talens, cargo relevante del Arzobispado, fue el maestro de ceremonias en la presentación del libro Crecer como niños, crecer como niñas en la Universidad Católica de València. Las víctimas de Federico M.V. aseguran que el docente denunciado en Alaquàs y sus subalternos les hacían leer este libro en las terapias de conversión sexual impartidas en el COF Mater Misericordiae. Incluso alumnos del colegio que no llegaron a acudir a estas terapias señalan que el docente les obligaba a leer fragmentos.
Segundo docente señalado por prácticas homofóbicas
Este libro lo firma Oscar García Mulet, sacerdote y profesor en el colegio Santiago Apóstol del valenciano barrio de Marxelenes. Este docente también ha sido acusado públicamente de reproducir el modus operandi de Federico M.V. en su centro escolar. Concretamente, una denuncia enviada a este medio a través de correo electrónico describe las prácticas homófobicas de García Mulet: “Varios niños y niñas se han quejado de recibir presiones y comentarios acerca de sus gustos sexuales o por sus gestos, la compañía que prefieren, si pasan más ratos con chicos o con chicas... así como niños cuestionados por elegir como actividad extraescolar “costura y labores” o niñas cuestionadas por elegir “futbol” e instadas a elegir “algo más de chicas”, relatan.
García Mulet y Federico M.V. forman parte de la Asociación Católica de Maestros de València, una entidad fundada en la época franquista y que ha presidido este último durante los últimos 17 años. Además, ambos participan juntos en conferencias y actividades. Precisamente, las instalaciones del colegio concertado donde trabaja García Mulet fueron utilizadas para una presentación del citado libro homófobo. Y aunque el anuncio del acto ha sido eliminado de la web oficial del colegio, los denunciantes aseguran que tienen correos electrónicos enviados por el centro anunciándola, así como fotos de la misma.
Desde el Colegio Diocesano Santiago Apostol han desmentido, en un comunicado, “con total contundencia” que en el centro “se haya podido realizar alguna acción como las llamadas ’terapias’” y añade que “jamás se ha permitido ningún tipo de discriminación o acoso, sea por la causa que fuere, pues esa conducta, de haber ocurrido, habría sido inmediatamente corregida por la dirección”. Además, niega haber recibido denuncias “ni de familias, ni de alumnos ni noticia por parte de la administración educativa”. El colegio, eso sí, no ha desmentido que García Mulet sea sacerdote y docente en el centro.
Legitimando el bullying homofóbico
El libro de García Mulet incluye un prólogo del Obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, Jose Ignacio Munilla, conocido por sus posiciones integristas y notoriamente homofóbicas. Munilla recomienda el libro como “una obra valiente para las familias y para defender la masculinidad y la feminidad de los niños frente a experimentos perjudiciales que confunden”. Tras hacerse pública la denuncia de las víctimas, el propio Munilla defendió, a través de su programa de radio, que Federico M.V. “ha hecho lo que tenía que hacer”, así como hizo gala de haber llevado a cabo prácticas similares.
Este prelado ampara y apadrina el contenido del libro, que entre otras cuestiones, identifica una serie de “señales de alarma” en la infancia. Por ejemplo, en niños, no jugar al fútbol, tener predilección por ídolos femeninos o preferencia por actividades sedentarias y menos agresivas. Mientras que, en el caso de las niñas, son la preferencia por llevar el cabello corto, “ropa masculina”, desinterés por jugar con muñecas o preferencia por actividades más físicas, como por ejemplo “hacer volteretas” o hacer deporte.
El diputado de Compromís en Les Corts, Francesc Roig, quién se ha hecho eco de las denuncias ciudadanas, ha calificado el libro como “una legitimaticón del acoso escolar”. Según explicó en una comparecencia pública, en el libro, el sacerdote García Mulet normaliza y justifica el acoso escolar dirigido hacia niños que no responden a su idea de masculinidad por parte otros compañeros porque “la falta de masculinidad repele de forma inconsciente” a los acosadores, señalando que “no lo hacen por maldad” sino como parte de su “proceso de conquista de la propia identidad”. En el texto, el sacerdote califica la reacción del niño víctima de acoso de callar y no responder como “no propia del varón”, lo que le acaba por hacer asumir que las acusaciones de homosexualidad por parte de sus compañeros son “ciertas”.
Roig desgranó que en el libro, García Mulet alaba “el encomiable trabajo” llevado a cabo por el colectivo “Es posible la esperanza” con el acompañamiento —denominación que utilizan para referirse a las citadas terapias de conversión—, a personas con proyección hacia el mismo sexo —PMS, término que utilizan para referirse a la homosexualidad—. “Es posible la esperanza”, según desveló Roig, es un colectivo conocido por haber practicado terapias de conversión contra centenares de personas LGTBI a través de diferentes grupos tanto en España como en América Latina.
Para el diputado Francesc Roig, "nos encontramos ante una trama que trata a los niños y niñas LGTBI como enfermos que hay que curar. Es inaceptable que en un centro sostenido con dinero público la educación sexual esté en manos de una persona que justifica el acoso escolar y ve peligroso que un niño no quiera jugar al fútbol o que una niña quiera llevar el peinado corto”.
Web de denuncia ciudadanas
Desde Compromís han impulsado una página web (noestemmalaltes.com) para recopilar todas las denuncias ciudadanas que están aflorando para recabar información sobre este tipo de terapias de conversión, sancionadas por la ley LGTBI valenciana. Los valencianistas avisan que trasladarán la información a la Conselleria de Educación y, si procede, a la Fiscalía. En la presentación del portal, el síndico en Les Corts Joan Baldoví afirmó que “es una auténtica trama y hay que asegurar que las escuelas sean espacios seguros para todo el alumnado y que se eliminen estas torturas psicológicas propias de una secta”. Además, desde la coalición valencianista aprovecharon para señalar a la responsable de educación afectivo-sexual de 60 colegios de la diócesis de Valencia por instruir en “terapias de conversión” en los cursos de orientación afectivo-sexual que imparte al profesorado.
En concreto, apuntan que esta psicóloga compaginaba la formación a docentes amparada por el Arzobispado con la dirección de la asociación Verdad y Libertad, que ya fue investigada por organismos autonómicos y la Fiscalía por cursos homófobos que afirmaban curar la homosexualidad. Francesc Roig denunció que estas prácticas, denominadas terapias de conversión “no garantizan el libre desarrollo de la personalidad de los niños, pese a quienes las imparten y los homófobos hablan de acompañamiento, ayuda y apoyo”.
“Esto está pasando en centros de todo tipo”, aseguró el parlamentario. Por otro lado, Compromís solicitó tras conocerse el caso de Alaquàs la creación de una Comisión de investigación en Les Corts, sobre la que Roig añade que “es imprescindible llevarla a cabo para llegar hasta el fondo del asunto y acabar con esta trama homófoba”.
Los valencianistas denuncian el silencio y la inacción ante este caso del Gobierno de Mazón “Exigimos que la Consellería de Educación actúe contundentemente”, destacaba Joan Baldoví, quién también afeó la falta de solidaridad del Consell ante las amenazas que el diputado Francesc Roig ha recibido por redes sociales tras hacerse eco de las denuncias. “Son personas peligrosas, se trata de una tortura propia de una secta y al conseller Rovira, si no le consta, que no se preocupe, le enviaremos toda la información de la cual disponemos, porque es muy grave lo que está pasando y más grave es que no esté haciendo nada desde su departamento”, afirma Francesc Roig.
La conexión con El Yunque y el universo integrista de Hazte Oír
El segundo de los colegios concertados, el Santiago Apostol de Marxalenes, está en la órbita de la organización católica del Camino Neocatecumenal, más conocido por el sobrenombre de Los Kikos, por seguir la doctrina del telepredicador Kiko Argüelles. Este movimiento integrista católico y de tintes sectarios ha implantado en el centro “un discurso homófobo, intolerante y discriminatorio hacia determinados grupos y colectivos”, explican un grupo de madres y padres de alumnado de este centro.
Los dos docentes denunciados, así como el cargo del arzobispado que presentó el libro de García Mulet y el obispo de la diócesis Orihuela Alicante, Jose Ignacio Munilla, tienen vinculación con Spei Mater. Esta “Asociación Pública de Fieles”, según revela Gonzalo Sanchez, acoge el movimiento “40 días por la Vida”, que congrega a personas para rezar delante de clínicas abortistas. Estas vigilias están prohibidas por ley desde abril de 2022 al considerarse acoso. Pero continúan pese a su prohibición, ya que este grupo continua convocando vigilias frente a “abortorios” en todas las grandes ciudades, eludiendo las sanciones no increpando a trabajadoras ni a usuarias, sino que permanecen rezando en voz baja.
Además de en el órgano de dirección del Centro COF Mater Misericordiae, el docente Federico M.V. ha desarrollado su activismo en espacios como la Federación Educación y Desarrollo en Libertad, de la cual fue secretario. Tal y como relata Moises Pérez en El Temps, el vicepresidente de este grupúsculo creado en su día para combatir la implantación de la asignatura de Educación por la Ciudadanía era José María Llanos, actual síndic de Vox en Les Corts. La organización fue presentada públicamente en 2010 y en su acto fundacional también participó la entonces secretaria autonómica de Educación, Concepción Ocaña, del Partido Popular. La organización nació vinculada a Profesionales por la Ética, un colectivo integrista católico de la órbita de Hazte Oír, considerada una plataforma pantalla de la secta El Yunque, tal y como denuncia el historiador católico Santiago Mata.