"Mientras haya un mapuche consciente, va a ser un problema para el enemigo"

 

Esta entrevista fue realizada a José Huenchunao, dirigente de la Coordinadora, poco antes de que fuera detenido e incomunicado junto a otros dirigentes y miembros de las comunidades en conflicto el 22 de agosto de 1999.

 


¿Cuál es la situación del conflicto en este momento y que líneas de acción están siguiendo las comunidades en conflicto?.

JH: La situación de conflicto en las comunidades es permanente y hoy se manifiesta con las empresas multinacionales forestales. Estos conflictos se están agudizando en las comunidades y se están expandiendo a otras zonas del territorio mapuche. O sea, hoy día los conflictos no son de una ni de dos comunidades aisladas, por el contrario, son varias las comunidades que están en este proceso de recuperación de tierras. Sabemos que eso es producto de toda una situación, donde el nivel de pobreza de nuestra gente ha llegado al extremo. Nuestras comunidades, además de estar sintiendo ese dolor, están tomando mayor conciencia con respecto al conflicto mismo. Por otra parte, se va entendiendo dentro de nuestro pueblo que este no es un conflicto con características culturalistas o economicistas, sino que es un problema mayor, que es un problema político. Por ello nosotros decimos que el problema del pueblo mapuche se va a resolver cuando se creen las condiciones políticas acordes con lo que nuestra gente está planteando desde las comunidades, porque este no es un conflicto que pueda tener soluciones parciales; hay un problema de fondo que discutir y abordar, porque lo otro, las soluciones parciales que plantea el gobierno, no nos garantiza que nuestras comunidades vayan a seguir existiendo, no nos garantiza en nada que nuestros territorios vayan a seguir en manos de las comunidades y seguiremos así en la incertidumbre de si se garantiza o no el futuro de nuestro pueblo.

El gobierno ha intentado dividir al movimiento mapuche. ¿Cómo enfrentan esa estrategia de ir parcelando las negociaciones en demandas más pequeñas y locales, y como piensan imponer un proceso distinto?.

JH: Hoy día no están las condiciones reales para negociar, porque nuestras comunidades, por ejemplo, no son quienes han determinado los carnavales de propuestas que han salido, sino que estas provienen más bien de dirigentes "iluminados" por algunas tendencias y que no representan para nada el sentir de nuestra gente. Entonces, como comunidades en conflicto que de alguna manera nos hemos definido como un referente del pueblo mapuche, hacemos una apuesta por seguir fortaleciendo una base social que nos permita en algún momento sentarnos a ver por donde se resuelve el conflicto. Ni siquiera estamos diciendo que vamos a negociar, porque los derechos de un pueblo no se negocian, se reconocen. Es difícil que la vida mapuche nosotros la podamos negociar.

¿Entonces, cuál creen ustedes que es el problema de fondo?.

JH: Aquí hay un problema mayor que tiene que ver con cómo hoy día se confrontan, por un lado, los intereses del Estado chileno y del poder económico en nuestros territorios y, por otro, los intereses nuestros porque queremos seguir existiendo como pueblo. Y para seguir existiendo necesitamos algunas garantías mínimas. Estas pasan por tener un espacio territorial donde poder desarrollarnos como pueblo, pero ocurre que en esos espacios el poder económico, las empresas nacionales y transnacionales, poseen también intereses que se nos contraponen. Hoy día, por ejemplo, el gobierno está buscando soluciones al conflicto que no afectan para nada los intereses del poder económico y se acomodan políticas que les permitan a ellos seguir invirtiendo dentro del territorio mapuche. Eso en definitiva para nosotros es un atentado directo a nuestra cultura y a nuestra integridad como pueblo. Ese es el tema, porque los programas que hoy se están trabajando desde las grandes empresas, por ejemplo las forestales, llevan a duplicar la inversión en la zona del territorio mapuche. Si hoy día las forestales tienen dos millones de hectáreas, quieren llegar a seis millones en diez años y ocupar todo el Golfo de Arauco. Tenemos además el problema con las carreteras, tenemos las inversiones turísticas de elite en nuestras zonas y la represa Ralco, que no es sólo una represa sino que detrás de ella vienen por lo menos cinco o seis más. Toda esa inversión que se hace dentro de nuestro territorio ya nos tiene liquidados. Después podremos seguir existiendo, pero ya no como pueblo mapuche sino como mapuche sin tierra, sin pueblo y sin cultura. Ese es el problema que existe y por eso pensamos que no están dadas hoy las condiciones para dialogar. Lo que el gobierno está aplicando son sólo estrategias para manejar el conflicto y perpetuar las injusticias y los atropellos de siempre.

¿Qué pasa con las otras organizaciones mapuche?.

JH: Tenemos diferencias con otras organizaciones, diferencias políticas de fondo sobre cómo hacemos el análisis del problema, como planteamos la propuesta y desde donde se generan las posiciones políticas. Por ejemplo, hay organizaciones mapuche que se generan de arriba hacia abajo y que hacen política de una forma que nosotros consideramos no muy correcta, o desde instancias que no corresponden a nuestro pueblo, tales como desde una municipalidad, desde instituciones y hasta ONGs. Nosotros planteamos que la posición política del pueblo mapuche tiene que empezar desde las comunidades, desde el conflicto mismo, desde la contradicción misma, allí donde a nuestro hermano le falta la sal, le falta la papa para comer, desde ahí a nuestro juicio tiene que generarse la posición política.

Hay organizaciones o sectores que se dicen mapuche, como la Conadi o el Consejo de Todas las Tierras, y que se meten en el esquema del gobierno. ¿Qué respuesta política ustedes manejan para dar vuelta ese escenario?.

JH: Nosotros estamos hoy día abocados a fortalecer políticamente a nuestras comunidades, a que se fortalezcan nuestros lonko, nuestros werkenes, para que hagan una buena lectura de la realidad que nos toca enfrentar. Mucho se ha pensado que los mapuche somos incapaces y por eso mismo se habla de la "infiltración" dentro de las comunidades, que nuestra gente no es capaz de hacer esto, que tiene que ser algo externo. Pero hoy día se como no hay nadie externo y si, por ejemplo, cae alguna de nuestra gente, son mapuche los que van a caer presos. Lo que nosotros estamos haciendo es que nuestra gente vaya entendiendo el problema que existe, que no es un problema reducido. Entonces, nuestros lonko hoy en día, sobre todo al interior de las comunidades en conflicto, tienen un avance tremendo al respecto de eso. El peñi, el hermano, el lonko que nunca antes había intervenido en una reunión hoy hace tremendos análisis que son acertados. Esa es una de las cosas que vamos a seguir trabajando porque tampoco decimos que tenemos la receta del problema de nuestro pueblo, ni que vamos a ser los "salvadores" ni nada. Simplemente queremos ser un referente válido que entregue elementos de claridad política y defender la dignidad de nuestro pueblo, lo que se ha perdido. A nosotros no nos interesa mucho el tener así como a grandes cantidades de gente que sean de la Coordinadora, a nosotros nos interesa que la línea política que ha planteado la Coordinadora sea la que tomen las comunidades u otros sectores en forma autónoma y que la sustente cada lonko, cada dirigente, cada werken. Si sustentan esa línea el conflicto es correcto, a nosotros no nos interesa mucho la "representatividad" como organización y si mañana las comunidades plantean otro tipo de organización, otra idea de ordenarse, bien porque en eso estamos.

¿En base a que pasos u objetivos más inmediatos ustedes seguirán impulsando la pelea que están dando?.

JH: Mira, a nosotros nos interesan algunas cuestiones internas y algunas cuestiones, podríamos decir, más políticas en torno a construir un proceso de alianzas. En lo interno vamos a seguir impulsando las movilizaciones para fortalecer una base social, para que nuestra gente tenga mayor claridad, para que se puedan incorporan más elementos, para que entiendan mayormente de qué se trata todo el problema que tenemos. En ese sentido vamos a expandir nuestra fuerza social a otros puntos del territorio mapuche y ya no solamente va a ser Arauco y Malleco, sino otras comunidades con las que estamos conversando y que desean integrarse a esta coordinación. En lo concreto, pensamos que las movilizaciones van a ser en torno siempre y primero a recuperar el territorio. Eso es para nosotros lo fundamental y lo vamos a ir viendo por distintas vías. Como hemos dicho antes, iremos ganando metro a metro nuestros espacios territoriales y haremos ejercicio de ese derecho de usar nuestro territorio. Esa va a ser la línea de las movilizaciones.
Ahora, nosotros no vamos a plantear una propuesta al gobierno, sino que nos interesa entregar ciertos elementos y una propuesta a las organizaciones sociales y políticas que comprendan nuestro problema y que también sufren, en alguna medida, los mismos problemas nuestros. Porque, finalmente, el enemigo nuestro es también el enemigo de otros y con esos otros hay que ir creando la discusión, ir viendo por donde tenemos salida. Estamos trabajando harto para fortalecernos como mapuche y también por exigirle a los otros sectores que tienen que fortalecerse en sus espacios. Nosotros sabemos que la nuestra es una lucha que no vamos a ganar solos, también tiene que ser la lucha de otros sectores y a la par de ellos vamos a ir avanzando.

¿Qué puede esperarse para el futuro?.


JH: Sería importante que la gente que lee la revista esté atenta al proceso que estamos desarrollando, porque podemos asegurar que nuestra gente va a seguir luchando y mientras exista un mapuche consciente, va a ser un problema para el enemigo. Por eso nos interesa que podamos hermanarnos más, solidarizar más entre nosotros. Pero no solamente que haya un apoyo para nosotros los mapuche, sino también para otros sectores que luchan, para otros pueblos y culturas. Eso nos interesa mucho porque sabemos que la máquina es grande y que la crisis institucional y política que han generado las movilizaciones mapuche es lo que le cruje a este sistema. Allí es donde están poniendo todos sus aparatos represivos, de inteligencia y todo lo necesario para desmantelar lo que nosotros estamos haciendo. Como te decía, nosotros estamos luchando por nuestra vida. No nos queda otra alternativa que seguir en esto o vamos a desaparecer, no hay otra alternativa.


¡ POR EL TERRITORIO Y LA AUTONOMIA !

¡¡ MARRICHIWEU !!