CAM se pronuncia sobre condenas a mapuches en caso Poluco Pidenco

COMUNICADO PUBLICO


Frente a la reciente condena de 10 años de prisión, más el pago de una “indemnización” a la empresa Forestal Mininco dictada contra cuatro comuneros mapuche y una colaboradora de la causa mapuche por el llamado caso Poluco Pidenco, la Coordinadora de Comunidades Mapuche en Conflicto Arauco Malleco DECLARA:

    1. Esta es una condena que evidencia la subyugación del Estado chileno a los intereses de las empresas transnacionales; es una decisión política que confirma que las inversiones capitalistas desarrolladas en nuestro territorio ancestral mapuche cuentan con el incondicional respaldo y protección del Estado chileno y sus instituciones.
    2. La cárcel, la persecución y la represión contra comuneros mapuche son un mecanismo del gobierno para amedrentar y frenar el creciente avance de los procesos de recuperación de derechos territoriales y políticos sostenido por nuestras comunidades mapuche en conflicto.
    3. Repudiamos el montaje judicial desarrollado por el Estado chileno al destinar una millonaria cantidad de recursos para dar una justificación legal a los atropellos a los que históricamente ha sido sometido nuestro Pueblo Nación Mapuche. Prueba de ello es la prisión política que hoy deben enfrentar 8 mapuche, la persecución de cientos de mapuche por parte de la justicia chilena, la vigilancia permanente de las comunidades o la impunidad en que se mantiene el asesinato del joven mapuche Alex Lemún por parte de carabineros.
    4. Rechazamos categóricamente el accionar de las personas y organizaciones mapuche que se hacen parte de esta institucionalidad opresora, ya sea en el juego electoralista, en los organismos judiciales y gubernamentales, e incluso en el trabajo represivo, puesto que los supuestos espacios de participación y valoración no son sino una política de intervención cuyo objetivo es garantizar “el orden y la paz social” que necesita el desarrollo del sistema económico capitalista en nuestro territorio, en particular, los inversionistas del rubro forestal, energético y turístico que arrinconan día a día a nuestras comunidades para lograr su destrucción.
    5. Las comunidades mapuche en conflicto hoy más que nunca sabemos que frente a este estado de opresión sólo se nos abre un camino: EL DE TRANSITAR Y AVANZAR HACIA LA LIBERACIÓN NACIONAL DE NUESTRO PUEBLO MAPUCHE.

¡¡ W E U W A I Ñ !!

COORDINADORA MAPUCHE ARAUCO MALLECO [C.A.M.]

Desde Territorio Mapuche, miércoles 25 de agosto del 2004.

 

CARTA ABIERTA AL PUEBLO MAPUCHE Y A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES POPULARES CHILENAS.

Desde Territorio Mapuche, 11 de junio de 2004.

  1. En el marco de la política represiva en contra de las comunidades mapuche movilizadas se ha desarrollado una política de persecución política y judicial expresada en los procesos llevados por el Ministerio Público y Fiscalías Militares, que no son más que la línea política del Estado en contra de los mapuche, destinada a salvaguardar los intereses de los grupos económicos que ven comprometidos sus inversiones en zonas mapuche.
  2. Actualmente se han venido desarrollando dos juicios emblemáticos que reflejan claramente la persecución política hacia el movimiento mapuche: uno de ellos es el juicio por Incendio Terrorista en el Fundo Poluco – Pidenco en donde se encuentran acusados miembros de comunidades y dirigentes de la C.A.M., afectando a un total de 11 personas. El segundo, es el juicio por Asociación Ilícita Terrorista que se lleva en contra de la Coordinadora Mapuche Arauco Malleco (C.A.M.), que afecta a 18 personas, entre comuneros, dirigentes y simpatizantes de nuestra organización.
  3. Existen, además, otras causas judiciales en contra de comuneros mapuche, existiendo más de doscientos procesamientos, principalmente en contra de integrantes de comunidades vinculados a la C.A.M. De ello se deduce que en el último período, nuestra organización ha sido objeto de una fuerte persecución política y represión, por parte del Estado como de los grupos de poder.
  4. Por lo anterior, es que DENUNCIAMOS abiertamente la intervención que ha hecho el Partido Comunista en el movimiento mapuche, concretamente con el ofrecimiento de clandestinidad para algunos comuneros mapuche acusados en el juicio Poluco Pidenco, que NO son militantes de este Partido y que sólo aceptaron al verse afectados por la persecución política y por los probables encarcelamientos, como consecuencia del desmedido despliegue policial y judicial de que han sido objetos.
  5. Esta acción apresurada e irresponsable fue llevada a cabo por miembros del Partido Comunista (P.C.), sin acercamiento ni consulta a las comunidades mapuche en conflicto, sin el más mínimo respeto a los postulados políticos y programáticos de nuestra organización y haciendo una lectura incorrecta sobre el ritmo de los procesos judiciales en marcha.
  6. Dejamos en claro que en esta operación tuvo directa participación el militante comunista Domingo Marileo en conjunto con el obscuro personaje de Ercilla, de apellido Millanao, agente militar del cual existen reprochables antecedentes en la zona.
  7. Este Partido, al no conversar políticamente sus propósitos con algún integrante o dirigencia de la C.A.M, deja en evidencia su irresponsabilidad al dejar expuestos a importantes luchadores de la causa mapuche, afectando la seguridad e integridad de los demás mapuche que están siendo objeto de persecución y de inminentes encarcelamientos y que son, además, la mayoría de los acusados.
  8. Consideramos que la intervención de este Partido refleja un claro interés por sacar provecho político y figurar en el actual proceso de lucha mapuche, donde no ha tenido la más mínima participación, y si anteriormente la han tenido, ha sido más bien obstaculizando el desarrollo de un planteamiento político autónomo de los mapuche. Una vez más el PC antepone sus intereses propagandísticos por sobre el desarrollo de la identidad y línea política propia como mapuche.
  9. Este tipo de acciones sólo pretenden esconder tras una aparente solidaridad, la actitud oportunista y hegemónica del Partido Comunista, que es además despreciativa en contra del movimiento mapuche autónomo y de una de las organizaciones más destacada por la lucha de los derechos políticos y territoriales mapuche como es la C.A.M.
  10. Un entendimiento entre un referente mapuche y una orgánica no mapuche que lucha por los derechos de los oprimidos, debe pasar primero por convergencias ideológicas y de respeto mutuo que apunten en una dirección estratégica, ya que nuestros enemigos son comunes. Este proceso de acercamiento tendrá que ir madurando al calor del desarrollo de las luchas políticas y sociales que cada uno de ellos lleva sin sacar provecho político unos de otros, ni menos manipular sobre la base de insuficiencias que alguna pueda tener. Si existieran ofrecimientos o apoyos estos serán sobre la base de relaciones que se construyen previa una discusión ideológica que marque las diferencias y puntos de encuentro en un marco de referente a referente; sólo así podemos entender que se pueden aunar esfuerzos para la construcción de sociedades más justas y libres.
  11. Creemos que no se puede subestimar a la C.A.M., que en el último período ha tenido la capacidad de dar conducción al movimiento mapuche con el desarrollo de definiciones ideológicas políticas que se expresan en una práctica política propia en comunidades mapuche movilizadas.
  12. Dejamos en claro que al hacer esta denuncia corremos los riesgos de una fuerte pugna política, pero nos vemos en la obligación en honor a la verdad y justicia que nos motiva como C.A.M., a salvaguardar los intereses del movimiento mapuche en la búsqueda de un proyecto de liberación propio que sea desarrollado por los propios mapuche, sin la intervención y menos la subordinación a un referente político winka que NO interpreta nuestra condición de Pueblo Nación. Esta actitud la asumiremos siempre que exista intervención o manipulación de cualquier sector, organización o partido que quiera sacar provecho de nuestra lucha política.
  13. Creemos que los Pueblos Originarios como el nuestro tienen el derecho a levantar su propia vanguardia y hacer su camino propio. Por lo tanto, nuestro desafío será siempre la búsqueda de un planteamiento político autónomo que vaya rescatando toda nuestra concepción ancestral, revitalizando así nuestra condición MAPUCHE.

KIDU INCHIÑ TAIÑ KIMÜN, TAIÑ GÜLAM TUFEL, FEY MU MAY PUAIÑ, WECHUPUAI TAIÑ MAPUCHE GEN

¡¡AMULEAIÑ TAIÑ WEICHAN!!
¡¡ WEUWAIÑ !!

COORDINADORA MAPUCHE ARAUCO MALLECO
Desde Territorio Mapuche, 11 de junio de 2004.


IMPUTADOS POR ASOCIACIÓN ILÍCITA Y AGRUPACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE LOS PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE DENUNCIAN MONTAJE PARA INCRIMINAR A MAPUCHE

Antecedentes

Angélica Ñancupil y su pareja José Llanquileo, fueron detenidos el día 4 de diciembre del 2002, en la vivienda que arrendaban en el sector Pedro de Valdivia de Temuco.

A ambos se les acusó de pertenecer a una Asociación Ilícita Terrorista, a raíz de la investigación que se sigue en contra de la Coordinadora Mapuche Arauco Malleco y se les decretó la medida de prisión preventiva.

Angélica permaneció detenida durante cuatro meses en el Centro de Reclusión Femenina de Temuco, egresando en el mes de abril, luego de mantener una huelga de hambre por 35 días, momento en que se le cambió la medida de prisión preventiva por arresto domiciliario, que hasta la fecha debe resguardar en una comunidad mapuche de esta comuna.

Por su parte, José Llanquileo, desde el día 4 de diciembre ha permanecido en prisión preventiva, encontrándose actualmente en la Cárcel de Angol.

RELATO DE HECHO QUE EVIDENCIA MONTAJE EN CONTRA

Durante los primeros días de diciembre del año 2002, un reportero del diario El Mercurio llamó insistentemente a José Llanquileo a su teléfono celular, para solicitarle una entrevista, argumentando que poseía una información relevante que quería transmitirle, dado que José solía ser entrevistado por diferentes medios de comunicación a raíz de su trabajo público en defensa de los derechos humanos mapuche. El día martes 3 de diciembre del 2002, Angélica Ñancupil y José Llanquileo se encontraban en el sector céntrico de Temuco, cuando José nuevamente recibió una llamada de esta persona y acuerdan reunirse alrededor de las 13,00 horas. Si bien Angélica y José realizaban juntos algunos trámites en el centro de Temuco, sólo José concurre a la entrevista.

Es así como alrededor de las 13,00 horas, José se reúne con Francisco Palma, reportero en Temuco del diario El Mercurio, que es la persona que lo llamó y quien, una vez reunidos, lo invita a un local de café al cual se dirigen, ubicado en un segundo piso, al lado del edificio Campanario, en la calle Claro Solar de Temuco.

Francisco Palma, señaló a José Llanquileo que habría conseguido una importante información referida a las comunidades mapuche en conflicto que él quería entregárselas en una muestra de confianza. Palma le señala que esta información provendría directamente de la Gobernación Regional, puesto que de ahí se la habrían entregado en calidad de “reservada” a su compañero de trabajo Iván Fredes, y éste se la habría entregado a él.

Se trató de una documentación que Francisco Palma entregó personalmente a José Llanquileo, consistente en tres hojas impresas, que correspondían a dos fotografías y un organigrama; también le hace entrega de dos disquetes que supuestamente contenían mayor información, además de la misma información impresa. Ambas fotografías correspondían a Héctor Llaitul, otro de los imputados en la causa por Asociación Ilícita Terrorista; y el organigrama mostraba una supuesta ordenación de cargos y roles en la investigada Coordinadora Mapuche Arauco Malleco, graficando una organización jerárquica que sindicaban a Héctor Llaitul como “jefe” de la organización, apareciendo como subalternos los imputados José Llanquileo y Angélica Ñancupil, entre otras personas, incluyendo alrededor de tres líneas jerárquicas. La mayoría de las personas que ahí figuraban con fotografías y nombres, están siendo procesados por esta misma causa; aparecían, además, personas desconocidas y otras que no recuerdan.

Los dos disquetes más las tres hojas impresas, entregadas por Francisco Palma fueron recibidos por José Llanquileo, quien una vez en su casa, junto a Angélica Ñancupil intentaron infructuosamente revisar los dos disquetes entregados por Palma en el computador personal que Angélica mantenía en la vivienda. Sin embargo, no fue posible revisar los archivos ya que, al parecer, el PC no tenía incorporado en su disco duro el programa en el cual habían sido grabados los supuestos archivos que contenían los disquetes.

Alrededor de las 7,30 horas del día siguiente (4 de diciembre del 2003), la vivienda que habitaban Angélica y José fue violentamente allanada por más de un centenar de carabineros, quien luego de botar la puerta de entrada, procedieron a registrar, fotografiar y a detenerlos a ambos, únicas personas que se encontraban en el lugar. Un operativo similar se realizó a la misma hora en distintas zonas de la novena región, que arrojó como resultado la detención de 15 personas, siendo formalizados el día 6 de diciembre, por su supuesta participación en una Asociación Ilícita Terrorista.

Según consta en los antecedentes judiciales, en todos los operativos fueron incautadas algunas pertenencias, documentación y materiales que burdamente han sido considerados como elementos probatorios de su supuesta participación en la Asociación Ilícita Terrorista, elementos que por supuesto no se condicen con el carácter terrorista con que se les pretende calificar. Entre las pertenencias incautadas a la vivienda de Angélica Ñancupil y José Llanquileo, se encontrarían documentos, disquetes, discos compactos, videos y el computador personal de Angélica Ñancupil.

Por otra parte, el mismo día 4 de diciembre, alrededor de las 9,00 horas, personal civil de carabineros, incautó dos computadores de la Fundación de Desarrollo Campesino (FUNDECAM), institución en la cual Angélica Ñancupil prestaba sus servicios profesionales como Profesora de Educación Básica Intercultural, aludiendo a que serían computadores que también eran utilizados por la ahora imputada.

ANTECEDENTES DEL PROCESO JUDICIAL

El 4 de diciembre del año 2002 fueron detenidas 15 personas en un operativo simultáneo realizado en Temuco, Nueva Imperial, Ercilla y Collipulli a quienes se les imputó ser miembros de la “Cordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco Malleco”. En esa ocasión se tomó conocimiento de una investigación que habría realizado el Ministerio Público de la novena región, durante los ocho meses previos a las detenciones.

El 6 de diciembre los fiscales del Ministerio Público: Luis Chamorro Diaz, Francisco Rojas Rubilar, Alberto Chiffele Márquez, Gloria Turra Lagos y Cristián Paredes Valenzuela, dieron comienzo al proceso de formalización a 23 personas vinculadas a la mencionada organización, por su eventual participación en calidad de autores en el ilícito de “Asociación Ilícita Terrorista”.

Según el Ministerio Público esta organización tiene como fin infundir terror en la población y ser víctima de delitos de la misma especie, razón por la cual se justifica la aplicación de la Ley Antiterrorista Nº 18.314. Uno de los argumentos más recurrentes de los fiscales para considerar a la Coordinadora Mapuche Arauco Malleco como una organización terrorista, y a los individuos que supuestamente se vinculan a ella, es su orden jerárquico. Es decir se trataría de una organización con una estructura jerárquica y funcional, como se sostiene en la audiencia de formalización:

“La investigación desplegada hasta la fecha por el Ministerio Público ha podido determinar que en la región la agrupación ha actuado bajo el amparo de la autodenominada Coordinadora de comunidades en conflicto Arauco Malleco, orgánica que presenta una estructura jerarquizada funcional, en la que sus miembros actúan en distintas zonas de la región...” [1]

Más adelante se afirma:

“(…) los imputados presentes en esta audiencia junto a otras personas que se encuentran con órdenes de detención, y a otros que seguramente serán individualizados en el transcurso de la investigación, se han organizado creando una estructura jerárquica funcional pues en ella claramente se identifica una jerarquía cierta y una distribución de funciones (…)”[2]

Esta estructura jerárquica funcional contemplaría, según la fiscalía, a dirigentes, líderes operativos, ejecutores materiales, provocadores, instructores, jefes militares, voceros, operativos de base, etc. que se coordinarían para efectuar diversos ilícitos en diferentes zonas de la región.

Las argumentaciones del Ministerio Público se fundamentan en la investigación realizada por parte de funcionarios policiales especializados, la que constó de seguimientos, interceptaciones telefónicas, vigilancias discretas, filmaciones, etc[3]. Además, el mismo día de las detenciones fueron incautadas algunas especies en las viviendas allanadas. Estas especies fueron consideradas como supuestas “pruebas o evidencias”, y entre las más importantes se encuentran cuatro computadores que según los fiscales, son la pieza fundamental en la investigación para determinar las conexiones y/o vinculaciones con otros grupos subversivos tanto nacionales como internacionales [4].

Con respecto a ello, en la audiencia de formalización los fiscales sostienen:

(...) de los computadores incautados se ha determinado la estructura de esta organización, la cual cuenta con una página web en la cual se justifica el accionar violento como único método de acción, hace presente que se ha intentado trastocar el orden y la seguridad pública (…)”[5]

Es decir, dentro del disco duro de los computadores incautados se encontraría información, que según el Ministerio público daría cuenta de esta “estructura jerárquica funcional”. Afirmación que posteriormente es complementada en la audiencia de formalización del imputado Héctor Llaitul, el día 22 de mayo, donde el Fiscal Alberto Chiffelle señala:

“(…)se encontró un organigrama de la Coordinadora en un computador de la vocera de la organización, en el cual se sindica al imputado como uno de los jefes máximos de la organización (…)” [6]

La fiscalía informa sobre la supuesta existencia de un “organigrama” y que éste se encontraría en el disco duro del computador de “la vocera” de la organización. Hasta el momento la única persona individualizada como “vocera” en este proceso es Angélica Ñancupil, en la audiencia de formalización del 6 de diciembre cuando los fiscales afirman que:

“José Llanquileo y Angélica Ñancupil son identificados como voceros, líderes, y provocadores del conjunto de actividades ilícitas que desarrolla la asociación (...)”

Por lo tanto, Angélica Ñancupil tendría en su computador un “organigrama” que revelaría toda la “estructura jerárquica funcional”, es decir, contendría información sobre las funciones de cada uno de los imputados, las distintas relaciones entre ellos, vertical y horizontalmente. Estas argumentaciones del Ministerio Público, resultaron convincentes para que el Tribunal de Garantía encabezado por la Magistrada Isabel Uribe Molina calificara la conducta de todos los imputados “como terrorista”[7] .

El día 23 de mayo 2003, en la audiencia de Revisión de la Medida de Prisión Preventiva del imputado José Llanquileo, José Cariqueo y Jaime Marileo el Fiscal Francisco Rojas Rubilar sostiene que:

“En su domicilio se encontró un organigrama donde se le identifica como líder (…)”[8]

No se hace referencia a que habría sido una información supuestamente encontrada en el computador, y sólo se señala:

“(...) la página web de la coordinadora Arauco Malleco, era nutrida por una serie de vocerías y comunicados efectuados en los computadores de Llanquileo y Angélica Ñancupil (...)”[9] .

Resulta confuso que en esta audiencia no se señale al organigrama como prueba incautada dentro de los computadores, sino que se afirme que “es encontrado en el domicilio”, si el día anterior (22 mayo) en la formalización de la detención de Hector Llaitul se sostiene claramente que el organigrama se encontraría dentro del computador de la “vocera de la organización”. No queremos ver esto como una simple “omisión” o “diferencia” entre los fiscales, pues la presencia de un organigrama de la organización que se sindica como “terrorista” es un punto crucial en la argumentación del Ministerio Público contra todos los imputados para acusarlos de Asociación Ilícita Terrorista.

El 11 de diciembre del 2003, se decretó el cierre de la investigación, y el día 20 fueron “acusadas” un total de 18 personas por el supuesto delito de participar “en calidad de autores en el delito de Asociación Ilícita Terrorista”. Próximamente, se llevará a cabo el Juicio Oral contra estas personas, ante el cual se exhibirán 213 supuestas pruebas viciadas, entre las que se incluyen las mencionadas, y otras tan absurdas entre las que se pueden mencionar, a modo de ejemplo, las siguientes: portada de “Diario Austral”, un certificado de matrimonio, un escrito de recurso de apelación, dos planos reguladores de tierra o un teléfono móvil.

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN:

Preocupa a los imputados la afirmación de los fiscales respecto de que el “organigrama” se encontraría al interior de alguno de los computadores, entre esos el computador de Angélica, pues nunca conocieron la existencia de un organigrama, sino hasta el día anterior de su detención, cuando este les fue traspasado en hoja impresa por el reportero en Temuco del diario El Mercurio, Francisco Palma.

Existe, por lo tanto, para los imputados por Asociación Ilícita Terrorista, en particular, para Angélica Ñancupil y José Llanquileo, importantes razones para creer que se trata de un montaje planificado, pues se trata de pruebas inconsistentes y fabricadas de manera burda, ya que no se puede afirmar que una organización ilícita, además terrorista, construya un organigrama para definir las funciones de cada integrante, y más aún las elabore y mantenga guardadas en un domicilio particular, ubicado además, a escasos metros de una de las avenidas principales de Temuco.

Es claro que la acusación por Asociación Ilícita Terrorista se fundamenta en la base de demostrar la existencia de una estructura organizativa funcional y el orden jerárquico de la organización, pues los imputados no están siendo imputados por haber cometido algún delito sino que se les imputa haberse organizado para cometer ilícitos. Estos supuestos “ilícitos” no han sido probados en las causas que se siguen y de los cuales se presume participación, lo que afecta gravemente la presunción de inocencia, fundando sus aprensiones para considerar que no existe un “debido proceso”.

Existen además otros comprobados antecedentes de la actuación organizada y planificada de grupos serviles al empresariado y latifundistas que actúan fuera del marco legal institucional, que probablemente se han coludido con funcionarios policiales y/o judiciales para desarrollar acciones represivas y de amedrentamiento que hasta la fecha han quedado en la más absoluta impunidad, como es el caso del secuestro por parte de civiles no identificados de Daniela Ñancupil (sobrina de la denunciante) de sólo 12 años, o la posterior quema de vehículo del abogado defensor en esta causa, o las amenazas de muerte a destacados dirigentes mapuche.

A RAIZ DE LO EXPUESTO, es dable señalar que la actuación de Francisco Palma, reportero del diario El Mercurio, es parte de un conjunto de maniobras que tiene por fin inculpar a los imputados. Creemos que este hecho es parte de una OPERACIÓN POLÍTICA desarrollada por grupos de derecha y sectores empresariales forestales que han visto afectadas sus inversiones en zonas mapuche, quienes apoyándose en los medios que tienen a su disposición, como en este caso el consorcio periodístico El Mercurio, han desarrollado una operación encubierta para incriminar a los mapuche. Este montaje es aprovechado y avalado por el gobierno, carabineros y el sistema judicial que se han valido de estas pruebas artificiosas, ante la desesperación de los fiscales y jueces de no contar con antecedentes y pruebas sólidas para incriminar a los comuneros mapuche por su supuesta vinculación con esta organización calificada de “terrorista”.

 

 

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[1] Audiencia de Formalización de la Investigación, 6 de diciembre del 2002.

[2] Op. Cit.

[3] Op.cit.

[4] Argumento por el cual el 2 de octubre del 2003, solicitaron la ampliación del cierre de investigación fijado, por el tribunal para el mes de octubre, debido a que faltaba el informe pericial de la brigada del Cybercrimen.

[5] Op. Cit.

[6] Audiencia de Formalización de la Investigación del imputado Héctor Llaitul, 22 de mayo del 2003

[7] Audiencia del Artículo 14 de la Ley 18.314, 20 de diciembre del 2002.

[8] Audiencia de Revisión de Prisión Preventiva, 23 de mayo del 2003.

[9] Op. Cit.

 

Comunicado Público


Respecto del montaje judicial en contra de los Presos Políticos Mapuche, las organizaciones mapuche de Santiago declaramos lo siguiente:

El movimiento mapuche autónomo es víctima de una descarada y aberrante percusión político- judicial, hecho que se manifiesta tanto en términos represivos(allanamientos, detenciones, asesinatos, amenazas, etc) como en los procesos judiciales poco trasparentes que se llevan a cabo en contra de nuestros hermanos.

Sin ir más lejos, recientemente se ha descubierto que uno de los medios probatorios en la acusación de “asociación ilícita terrorista” en contra de la Coordinadora Arauco Malleco, es un organigrama más otros materiales encontrados en la casa que arrendaban en Temuco, José Llanquileo y Angélica Ñancupil. Ellos se encuentran actualmente entre los 18 formalizados por los cargo señalados. Llanquileo se encuentra en la Cárcel de Angol a raíz de la medida de prisión preventiva y Angélica Ñancupil se encuentra con arresto domiciliario.

No obstante, dicho organigrama fue proporcionado el Martes 3 de diciembre de 2002 a José Llanquileo por el reportero en Temuco del diario El Mercurio, Francisco Palma. El reportero se comunicó con Llanquileo para realizar una entrevista, a la cual el dirigente mapuche concurrió. En aquella conversación, Palma le hizo entrega, en muestra de confianza, de tres hojas impresas, correspondientes a dos fotografías de Héctor Llaitul(otro mapuche procesado) y a un organigrama que supuestamente reflejaba la estructura de la Coordinadora, más dos disquetes con la misma información. Según Palma, dicha información provenía de la Gobernación Regional y había sido proporcionada a un periodista de El Mercurio, Iván Fredes, en calidad de “reservada”.

Al día siguiente, 4 de diciembre de 2002, se efectuó un violento allanamiento en la casa arrendada de José Llanquileo y Angélica Ñancupil y en distintas zonas. En esa ocasión, se incautaron de la casa diversos documentos y materiales(discos compactos, videos, etc), incluidos en ellos el organigrama y las fotografías entregadas el día anterior.

Todos estos elementos han sido utilizados como supuestas pruebas para llevar adelante la acusación de asociación ilícita terrorista en contra de la Coordinadora Arauco Malleco. De hecho en las distintas audiencias de formalización de los cargos, se señala constantemente, en base a las fotografías y al organigrama, que la esta organización mapuche es jerárquica y funcional y que su líder máximo es Héctor Llaitul.

El proceso tiene serios vacíos por los cuales nadie ha respondido, los imputados están siendo juzgados por haber formado una organización que cometió ilícitos. Sin embargo, los actos ilegales no están comprobados. En este sentido, el juicio ha omitido la presunción de inocencia, no respetando así las garantías del “debido proceso”.

Estamos en evidencia de una persecución política en contra de nuestro pueblo, que pretende utilizar la mayor cantidad de mecanismos para frenar el reclamo justo de las comunidades de recuperación del territorio usurpado, de autonomía y de liberación. Hemos visto como la acusación se fundamenta en pruebas sin validez. Hemos visto que periodistas de El Mercurio(diario declaradamente enemigo el actual proceso de reivindicación territorial) proporcionan extrañamente un material - que posteriormente sirve como un medio de acusación importante dentro de la investigación - justo el día antes de la detención de nuestros hermanos. Es decir, las maniobras de manipulación involucran a varios agentes, a fin de proteger los intereses del empresariado. Estamos frente a una OPERACIÓN que pretende sindicar a nuestros hermanos y a nuestro pueblo como “terroristas”.

Hacemos un llamado a las demás organizaciones a pronunciarse respecto de los turbios y torcidos juicios que involucran a mapuche. Próximamente se efectuará el Juicio oral por Asociación ilícita terrorista y más adelante el juicio oral por el caso de Poluco- Pidenco. Debemos tener en cuenta que el estado quiere sentar jurisprudencia en las sentencias a fin de condenar a todos los mapuche que luchen por un destino mejor para nuestro pueblo.

 

 

Comité por la liberación de los presos políticos mapuche

Agrupación Mapuche Kilapan

Organización Mapuche Meli Wixan Mapu

Hogar de estudiantes Mapuche

 

Desde la capital del estado opresor 16 de enero de 2004

 

C O M U NI C A D O P U B L I CO

 

Los Presos Políticos Mapuche que actualmente nos encontramos encarcelados en el Centro de Detención Preventiva de Angol, DENUNCIAMOS a la opinión pública nacional e internacional lo siguiente:

En la actualidad habemos 15 mapuche presos, en diferentes cárceles de la octava y novena región respectivamente acusados de cometer ciertos hechos ilícitos que tendrían relación con el conflicto mapuche.

    • Consideramos que nuestros encarcelamientos obedecen a una decisión política que tiene que ver con una estrategia del gobierno de contener la lucha mapuche y con esto sancionar nuestro legítimo proceso reivindicativo que están llevando a cabo nuestras comunidades con el objetivo de recuperar sus derechos políticos y territoriales .
      • Esta decisión política, a nuestro juicio, está supeditada a intereses económicos, ya que tanto las forestales como los latifundistas de la zona se han visto desplazados de terrenos ancestrales los cuales por mucho tiempo hicieron uso de ello.
    • Situación que en este último tiempo se ha visto agudizada debido a que nuestras comunidades se han visto fuertemente reprimidas, producto de un proceso abierto y sistemático que se han traducidos en violaciones de los legítimos derechos de nuestro Pueblo Nación Mapuche, con hechos de suma gravedad como es el caso del asesinato de nuestro hermano Alex Lemun en una cobarde y planificada acción de un oficial de carabinero, entre otros hechos graves como secuestros, allanamientos y un asedio constante a las comunidades.
    • Denunciamos, por otro lado, al cumplir más de un año y medio de nuestros encarcelamientos que el Ministerio Público aún no ha podido establecer fehacientemente nuestra participación en los hechos que se investigan, por ello es que no se han podido llevar a cabo los respectivos Juicios que se enmarcan en leyes especiales tales como Ley de Seguridad Interior del Estado, Ley Antiterrorista creadas en periodo de dictadura para perseguir ideales. Hoy vemos que se nos aplican a nosotros los mapuche vulnerando nuestros derechos.
    • Denunciamos a la vez al Ministerio Público que a través de sus fiscales han actuado al margen de la ley, ya que han conspirado en contra nuestra, y ha falseado medios de pruebas como es el caso de los “testigos protegidos”, los cuales cuentan hoy con protección policial, celulares, e incluso armas de fuego con las cuales a diario intimidan a nuestros familiares.

Por último, reafirmamos una vez más que nuestra lucha es justa y legítima y que seguiremos transitando por la senda de la reivindicación de nuestros derechos políticos y territoriales, ya que esta es la única forma de que sigamos existiendo como Pueblo Nación.

 

 

¡¡ Marrichiwew!!

Libertad a todos los Presos Políticos Mapuche.

Agilización de los procesos judiciales

Término de la persecución y represión en las comunidades.

Justicia a la muerte de Alex Lemun, primer mártir mapuche.

 

PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE CARCEL DE ANGOL

 

José Cariqueo

Jose LLanquileo

Jaime Marileo

Juan Marileo

Luis Catrimil

Juan Colihuinca

José Llanca

Juan Millacheo

 

Desde Cárcel de Angol, enero 4 del 2004.