Edición 1992, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 30 de Septiembre al 13 de Octubre de 1998. Economia: ¿Son incompatibles las propuestas de las FARC con el proceso de globalización? Paginas editoriales: Enfoque: Guerrilla
y neoliberalismo
Editorial: ¿Es
hora de reforma política?
Mirador:El
libro de Rangel
Cartas Nacionales: La Cumbre Social contra la Pobreza, por la Equidad y la Paz. Tema central: 17 Congreso del Partido Comunista Colombiano. Habla el secretario general del Partido Comunista Jaime Caycedo Turriago. Laborales: Convocado Paro Estatal Indefinido para las primeras semanas de octubre. Urdanidia Amador Borges, de la FSM El Concordato preventino de Dalhom.
Breves Derechos Humanos: Procuraduría absuelve ex alcaldes de urabá, la revista Cambio los condena.
Ideología: El hombre nuevo ese es Allende
Regionales: Desarrollo Comunitario.
Paramilitares en Antioquia.
Aniversario de la muerte de Neruda Última página: |
Mirador.
El libro de Rangel (Por Carlos A. Lozano Guillén.)
Está en circulación el libro titulado Colombia: Guerra
en el fin del siglo, cuyo autor es el politólogo y especialista
en asuntos de seguridad, Alfredo Rangel Suárez. Es un texto interesante,
claro está, desde la óptica de la derecha y del establecimiento,
pero analítico, serio y cargado de insólito realismo, característica
que casi nunca aparece en los análisis de autores de esa orilla.
Lo primero que salta a la vista es el realismo real, que no mágico,
del que hace gala Alfredo Rangel. Al contrario de Eduardo Pizarro y otros
politólogos de la derecha, que descalifican a la guerrilla revolucionaria
porque es “una cosa del pasado” y la consideran un fenómeno marginal
sin futuro, Rangel le atribuye un serio peligro para el establecimiento
porque “de continuar con los ritmos de crecimiento y expansión de
la última década, antes de ocho años podría
tener cerca de treinta mil hombres en armas y alrededor de trescientos
frentes de
Lo segundo es que Rangel le reconoce sin vacilación el carácter político y de beligerancia a la guerrilla, a la vez que critica la necedad de los altos mandos militares de insistir en el falaz argumento de la “narcoguerrilla” y del “tercer cartel”, que tanto han difundido a nivel nacional e internacional. Lo tercero es que cuestiona la doctrina del “empate militar”. La guerra se puede ganar o se puede perder, dice, y a todas luces reconoce que la está perdiendo el Estado. Por eso, desde la lógica de la derecha, reclama una reforma militar de fondo para obligar a la guerrilla a negociar en la condición de debilidad y no de ofensiva como hasta ahora. “Sólo cuando el Estado y la sociedad le presenten a la guerrilla una fuerza de contención política y militar (...), podría pensarse que el conflicto está maduro para negociarse”, afirma Rangel. Lo cuarto -y es el tremendo vacío del libro, obvio porque se trata de un pensador de la derecha-, es que Rangel cree que el conflicto es de la guerrilla contra el Estado y la sociedad. Craso error. El alzamiento en armas es contra el Estado antidemocrático y violento de la burguesía bipartidista, queniega los espacios para fuerzas alternativas al statu quo y para cualquier reivindicación social en beneficio de las clases populares. Y si la clase dominante tiene realmente voluntad de paz, necesariamente debe aceptar cambios profundos de naturaleza política, social y económica en el país, que es lo que no aparece en el horizonte del diálogo próximo. Ahí es, amigo Rangel, donde está la traba para la solución negociada del conflicto político, social y armado. |