Edición 1991, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 16 al 29 de septiembre de 1998.
SUMARIO
Resumen VOZ 15 DÍAS
Economia:
Hechos & Cifras
Entre
las expectativas y la incertidumbre
(por Nelson Fajardo)
Paginas editoriales:
Enfoque: El hombre de la máscara de
hierro
(por Alvaro Vásquez del Real)
Editorial: ¿Para donde vamos?
Mirador: La filosofía Militar.
(por Carlos A. Lozano Gillén.)
Cartas
El G-8 por el derecho a la comunicación
Festival Internacional de Radioaficionados
Reforma Política:
Al estilo Max-Factor
Declaración del Partido Comunista.
Resistencia y movilización contra
el "ajuste" antipopular.
Tema central:
Las rondas de los trabajadores contra los altos
impuestos. La respuesta al asalto pastranista
Laborales:
Exitosa reunión de Junta Directiva de
Fecode. Paro de maestros por 48 horas.
El magisterio vuelve por sus fueros
La página del Partido:
Temas de debate hacia el 17º Congreso.
El significado de la prensa revolucionaria
(Por María del Carmen Garavito)
La personería del Partido.
¡A recoger 50.000 firmas!
Ideología:
Teóricos marxistas hablan sobre la vigencia
del marxismo-leninismo: "No se puede prescindir de Marx, tampoco de
Lenin"
(Por Alvaro Angarita)
Internacional:
La cumbre de los NOAL
La devacle rusa
"Mientras quede memoraria, habrá esperanzas"
A 28 años de la Unidad Popular de
Chile
Ultima:
Agua que no has de beber...
Anuncian alzas en acueducto
Día colombiano de los derechos humanos.
Guerra, violencia y pobreza azotan colombia |
Agua que no has de
beber...
ANUNCIAN ALZAS EN ACUEDUCTO
Bogotanos comienzan a pagar las consecuencias de la priva-tización
de la
planta de Tibitoc. Se acelera desmonte de subsidios en servicios
públicos, que se agrega a gravámenes en la gasolina, valorización
e IVA.
Al finalizar agosto, el gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado
de Bogotá, Daniel Boada Salazar, pidió a la Comisión
Re-guladora de Agua Potable, CREP, autorización para elevar en un
22 por ciento las tarifas del servicio, que afectarían a unos siete
millones de ciudadanos de la capital de la República.
El nuevo impuesto es consecuencia inmediata de la entrega a concesionarios
privados de la planta de tratamiento de aguas de Tibitoc, en cuyo contrato
se impone a la administración de Bogotá el aumento gradual
de tarifas, aspecto lesivo que en su oportunidad denunciaron los concejales
de la Unión Patriótica, Aída Abella y Mario Upegui.
El gerente de la empresa, ocultando el lado oneroso de la privati-zación,
ha dicho que con la medida se aspira a recuperar parte de las pérdidas
que se presentan en la facturación, desoyendo los
insistentes llamados que también en esa dirección
ha hecho el Concejo distrital a la empresa para que adopte correc-tivos
y evite el robo de agua o las llamadas pérdidas negras, como consecuencia
de la rotura de tubos y la negligencia en la reparación oportuna
de daños. Las nuevas tarifas en acueducto y alcantarillado se suman
a la estrategia de desmonte gradual de subsidios, que afectan de manera
particular a los estratos 1, 2 y 3, hasta su eliminación definitiva
en el año 2.000. En esta dirección, ya se han experimentado
incrementos significativos en Energía y Teléfonos.
Plan de Peñalosa
El temor generalizado de los bogotanos ante un panorama impositivo
que
amenaza con la estabilidad de la canasta familiar, no se limita
a estos aspectos. El plan de desarrollo «Por la Bogotá que
queremos» del alcalde Enrique Peña-losa contempla otros mecanismos
para exprimir aún más los ingresos de los trabajadores.
Por ejemplo, el Concejo de Bogotá aprobó recientemente
el acuerdo 028, que autoriza el cobro de valorización por beneficio
local, incrementando el recaudo, del 13 por ciento bajo la administración
Mockus, al 30 por ciento ahora, para la financiación de obras de
la malla vial de la ciudad, particularmente la avenida Ciudad de Cali,
la troncal Norte-Quito-Sur, la avenida Boya-cá, el eje de la avenida
Jiménez, la calle 100, la carrera 15 con calle 72 y la Autopista
Norte.
Lo grave de la valorización por beneficio local, que se suma
a la de beneficio general, es que se trata de una medida coyuntural en
su concepción, para situaciones excepcionales, que los últimos
gobiernos la convirtieron en permanente.
La de ahora, en gran parte va a ser destinada para la ejecución
de obras
inconclusas del gobierno anterior, que el Instituto de Desarrollo
Urbano no cumplió, pese al enorme volumen de recursos que manejó.
La administración Mockus, en su plan Formar Ciudad, proyectó
40 obras de la malla vial, estimadas en 158 mil millones de pesos, que
al poco tiempo reajustó en 198 mil millones y más tarde en
321 mil millones de pesos, para que de todas maneras las obras no se ejecutaran.
Lo más grave del caso es que, sin llamar a un juicio de responsabilidades,
será el mismo IDU el que responda, con un presupuesto triplicado,
por cerca del 45 por ciento de las obras del plan de desarrollo de Peñalosa.
El programa «Por la Bogotá que queremos» contempla además
la
posibilidad de establecer el cobro de peajes en las nuevas
avenidas troncales e imposición de tributos por el alumbrado público
y los semáforos. |